Nuevos tiempos, nuevos métodos
En estos 24 años de lucha democrática, se ha explorado exhaustivamente todo lo permitido por la Constitución vigente. A lo largo del tiempo hemos observado resultados favorables, como la Asamblea de 2015, y algunos avances notables en referéndums. Sin embargo, hasta la fecha, la característica fundamental de toda democracia, la alternabilidad en el poder, sigue siendo esquiva.
Existen varias razones para este fenómeno, siendo quizás la más destacada el sustancial respaldo popular que mantenía el actual régimen en el poder. Aunque es cierto que dicho respaldo se ha ido reduciendo, como es natural con el paso del tiempo, el año 2023 marcó de manera evidente el colapso del apoyo mayoritario que la población otorgaba al gobierno. Por un lado, en octubre, las primarias de la oposición fueron un éxito, concentrando el respaldo popular en una sola persona y otorgándole a María Corina Machado casi el 93% de los votos. Posteriormente, el régimen convocó un referéndum sobre el tema del Esequibo, obteniendo en dos ocasiones, tanto en el simulacro electoral como en el acto oficial, un escaso e insignificante apoyo popular que apenas superaba el 10% de la población votante.
¿Qué significa ello? simplemente que el pueblo decidió, en primer lugar que desea elegir, en segundo lugar, que aspira a un cambio y una alternancia en el poder, pero que lo desea en paz, armonía y espíritu de reconciliación nacional.
No escuchar la voz del pueblo sería un error con consecuencias impredecibles. Por lo tanto, la inteligencia indica que es fundamental establecer bases sólidas y comprensivas para una transición democrática justa y equilibrada que facilite la recuperación del país.
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