El usurpador de funciones, por Reinaldo J. Aguilera R.
X: @raguilera68 | @AnalisisPE
Luego de haber pasado por múltiples cargos, antes y después de declararse abiertamente partidario del difunto Hugo Chávez, el actual presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, parece haberse quedado con el control del organismo comicial del que fue rector entre los años 2003 y 2006, quebrado barreras y socavando una vez más la institucionalidad de un maltratado país, en cuanto a gobierno se refiere.
En fin, como dicen en mi pueblo, resulta, pasa y acontece, que el día de hoy 5 de febrero, el diputado presidente sostuvo una reunión con diversos representantes de organizaciones con fines políticos, para elaborar de manera conjunta una propuesta de cronograma electoral de las venideras elecciones presidenciales, para que luego se le entregue al Consejo Nacional Electoral y así este último convoque a dicho proceso, es decir, no es el CNE quien hará el cronograma, es de hecho la Asamblea Nacional con Jorge Rodríguez a la cabeza quien marcara la pauta al respecto.
Entonces se crea la gran duda, quien está ejerciendo las funciones del CNE no es su directorio, ni mucho menos el antiguo Contralor Chavista Elvis Amoroso, por el contrario es quien fuera presidente del órgano electoral hace 18 años y que por los vientos que soplan aun controla todo lo que allí sucede, cosa nefasta por demás, ya que con el desprestigio acumulado de tiempo en que Lucena, el CNE parece sin lugar a dudas un ministerio del Chavismo y no un poder tal y como lo establece la actual Constitución.
Vemos pues que con o sin acuerdos de Barbados o de México o de la cochinchina, lo cierto es que con esta gente el único que pierde es el ciudadano común y el país, porque hasta parte de la oposición está coordinada con el régimen para seguir en la guachafita que ya pasa de los 25 lustros, lo que nos lleva a pensar sin lugar a dudas que aunque duela, si no se logra un verdadero frente único para enfrentarlos en la arenan electoral, sencillamente por esa vía no saldrán nunca.
Por consiguiente es de vital importancia indicar que, con actuaciones groseras y arbitrarias del Tribunal Supremo de Justicia durante estos tiempos revolucionarios, habilitando a uso y manteniendo inhabilitados a otros, hacen el juego perfecto, generando un marco jurídico a la medida del régimen, que disfraza todo lo que hacen, incluso el papel de usurpadores de poderes, sin que nada ni nadie se los impida.
Es así como las precarias condiciones políticas en Venezuela se deterioraron de manera abrupta y para muchos hasta definitiva, luego de que la oposición alcanzara su clímax en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015, las cuales lamentablemente no fueron del todo bien aprovechadas, con el resultado de que a casi una década de aquel logro que puso al Chavismo casi de rodillas, se encuentre hoy en el mismo punto o incluso peor, por decir lo menos.
Lo cierto es que según lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, quien convoca elecciones y elabora cronogramas es el Consejo Nacional Electoral (CNE), pero también es muy cierto que, la fulana propuesta que hará la AN es una pantalla, pues el cronograma que se presentará será el que finalmente apruebe el CNE, que será por demás a la medida de las necesidades a todo nivel que el Chavismo requiera, ahh y también parte de la oposición acomodaticia, que no hay que olvidar.
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A mi manera de ver, el reto quizás más complicado será tratar de ajustarse a ese cronograma, en el supuesto negado de que las condiciones sean las que mejor se adapten a un proceso más o menos transparente, que seguramente vendrá producto del desarrollo del diálogo y negociación continuo que se mantiene con el gobierno y que tal vez permita establecer un camino para la reinstitucionalización del país, cosa que se ve bastante difícil, ya que cuando el régimen se ve acorralado huye hacia adelante y sale con algo que quiebra cualquier negociación, como ya lo ha hecho en diversas oportunidades, asi de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. es Abogado. Master en Gobernabilidad.
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