Tolerancia… ¿Quién nos la arrebató?, por Griselda Reyes
Con la fecha de la elección presidencial determinada y el cronograma electoral corriendo, la tensión política en Venezuela se acrecienta. La población en general está a la espera de acciones sociales, económicas y políticas que alivien su carga. Y todo queda supeditado al transcurrir de los días que faltan para la celebración del proceso electoral presidencial. Un poco más de 135 días nos separan del día D, y los ánimos se caldean en la misma forma en la cual se acrecienta la actual ola de calor. El arrebato, la descalificación y la desesperanza hacen nuevamente presencia en los ánimos de la sociedad civil, arrastrada inevitablemente a la confrontación política electoral. Ante esto, me pregunto: Y la tolerancia, ¿quién nos la arrebató?
El próximo 21 de marzo inicia el lapso para la inscripción de candidatos. Luego estas postulaciones pueden ser modificadas o sustituidas, hasta 10 días antes del 28 de julio. Este reloj en contra aumenta los temores en el estamento político y en el sector de la sociedad que recibe directa e indefectiblemente, las consecuencias de los manejos, acertados o no, de las estrategias políticas, hasta alcanzar finalmente a toda la población en cuanto a la ausencia de políticas públicas asertivas o de acciones de gobierno parciales en las diferentes gestiones gubernamentales.
Esta población que requiere de acciones claras que hagan efectivo su poder de decisión política. Y ese poder de decisión se encuentra, guste o no, ligado a las postulaciones que presenten los diferentes partidos políticos en los que «transita» la oposición venezolana
En este hervidero de emociones, acciones y reacciones, está inmersa la presentación de la postulación ante el CNE de la abanderada que ganó la denominada «primaria opositora» y del resto de las postulaciones del sector no oficialista. La sociedad se encuentra a la expectativa de lo que hagan y decidan los actores políticos, con un sinfín de interrogantes válidas a estas alturas del juego, que no pueden pensarse en voz alta, y mucho menos plasmarlas en redes sociales. Un ejercicio sencillo: Cualquier voz, por muy opositora que sea, que se le ocurra disentir o pensar distinto, es víctima de los más duros bots. Si, bots que imperan en X.
La diversidad social es buena. La pluralidad política también. Pero, en un escenario de posible continuidad del proyecto instaurado desde 1999, es necesario repensar la unión y la unidad en torno al interés de lo que es Venezuela, lo que debe ser el estado venezolano y lo que debe contener la calidad de vida de cada uno de nosotros. Lo plural en torno a una solución nacional no anula el escucharse, el hablar, el tolerarse. Y, a pesar del paso del tiempo y la cercanía de construir una solución mayoritaria, aún es posible incorporar a la dirigencia política y a la ciudadanía en la búsqueda de un cambio real. No hacerlo es contribuir a la permanencia, por seis años, de la actual gestión político-gubernamental en Miraflores, en el país. Los procesos electorales previstos para 2025, pasan por los resultados de esta elección presidencial.
La real politik… El Gobierno actual, que está negado a salir de Miraflores, se atrinchera con argumentos y estrategias poco serios. A mi modo de ver, de este lado debemos actuar con suficiente inteligencia para no dejar a todo un país sin una opción real.
Urge que las diferentes opciones y tendencias opositoras, unidas a los factores independientes, asuman que el juego democrático permite un abanico de abanderados, pero que lo que debe imponerse, luego de 25 años del proyecto que hoy nos gobierna, es acertar en la ruta de recuperar las instituciones y reconstruir la gobernanza y gobernabilidad en bien de la sociedad civil.
*Lea también: La estrategia no debería ser la abstención, por Luis Ernesto Aparicio M.
Reunirse y acordar parece complicado. Pero el sentir nacional exige el reencuentro de las opciones políticas en beneficio del ciudadano. Y ello, dentro de las garantías a la dignidad personal, al respeto de la integridad individual, dentro de la debida tolerancia que exige la convivencia diaria, en el encuentro físico y en el compartir digital de las redes sociales.
Invito a la dirigencia política y a la ciudadanía, a recuperar las buenas prácticas de la conciencia, el respeto y la tolerancia. Tu derecho a expresarte no obliga a que levantes simultáneamente el pelotón de fusilamiento para el que piensa diferente a ti.
Griselda Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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