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| El verdadero origen del fascismo
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Destacado Suscriptor,
La tiranía venezolana ha presentado una extraña “Ley contra el Fascismo” con la excusa de perseguir a más venezolanos, por eso hoy vamos a revisar algo de información privilegiada que la izquierda ha escondido durante años, el verdadero origen ideológico del fascismo.
Pero antes de llegar a esa parte, te compartimos una buena noticia, resulta que somos la segunda publicación más leída de Venezuela (la izquierda debe tener calambres).
Gracias a ustedes por preferirnos, no sería posible sin su constante interés en acompañarnos en esta aventura de demoler la hegemonía del pensamiento único, todo eso mientras defendemos el libre discurso, que tanta persecución provoca.
¡Gracias, gracias, gracias!
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Durante décadas, la izquierda política ha utilizado el término "fascista" como un insulto dirigido a la derecha, propagando la idea de que el fascismo es un fenómeno exclusivo de la derecha.
Sin embargo, un análisis más profundo de las raíces ideológicas del fascismo revela que sus orígenes se encuentran más cerca de la ideología de la izquierda moderna.
El filósofo italiano Giovanni Gentile, considerado uno de los pensadores más influyentes del siglo XX, es presentado como el verdadero ideólogo del fascismo, cuyas ideas tienen un estrecho paralelismo con la retórica de la izquierda.
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La Visión de Gentile sobre la Democracia
Gentile creía que existían dos tipos de democracia "diametralmente opuestas".
Por un lado, estaba la democracia liberal, la cual Gentile consideraba individualista y demasiado centrada en la libertad y los derechos de las personas, por lo tanto egoísta.
Por otro lado, Gentile proponía la "verdadera democracia", en la que los individuos voluntariamente se subordinan al estado.
Esta idea de una comunidad que se asemeja a una familia, donde "todos estamos juntos en esto", sigue siendo un tema común en la retórica de la izquierda, como se ejemplifica con los eslóganes de las convenciones del Partido Demócrata en Estados Unidos.
El Fascismo como Forma de Socialismo
Para Gentile, el fascismo era una forma de socialismo, de hecho, su forma más viable.
Mientras que el socialismo de Marx moviliza a las personas en base a clases, el fascismo moviliza a las personas apelando a su identidad nacional además de su clase.
Los fascistas son, por lo tanto, socialistas con una identidad nacional.
Gentile creía que toda acción privada debe estar orientada a servir a la sociedad, sin distinción entre el interés privado y el interés público, ya que ambos son idénticos.
El estado, entonces, se convierte en el brazo administrativo de la sociedad, a quien todos deben someterse, no solo en asuntos económicos, sino en todos los ámbitos.
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La Implementación del Fascismo por Mussolini
Fue Benito Mussolini, el dictador fascista de Italia, quien convirtió las ideas de Gentile en acción.
En su Dottrina del Fascismo, Mussolini escribió que "Todo está en el estado y nada humano existe o tiene valor fuera del estado", parafraseando directamente a Gentile.
De esta manera, el fascismo italiano implementó un capitalismo dirigido por el estado, similar a lo que los fascistas alemanes hicieron en la década de 1930.
La Izquierda y el Fascismo
La izquierda ha expandido enormemente el control estatal sobre el sector privado en Estados Unidos, de manera similar a lo que los fascistas hicieron en Europa.
Sin embargo, la izquierda no puede reconocer a Gentile como el ideólogo del fascismo, ya que eso minaría su intento de amarrar el conservadurismo al fascismo.
Mientras que el conservadurismo busca un gobierno pequeño para que la libertad individual pueda florecer, la izquierda, como Gentile, quiere lo contrario: colocar los recursos del individuo y la industria al servicio de un estado centralizado.
La izquierda ha mantenido a Gentile "muerto, sepultado y olvidado", para evitar confrontar las verdaderas raíces ideológicas del fascismo.
El filósofo Giovanni Gentile, cuyas ideas sobre la "verdadera democracia" y el papel del estado en la sociedad tienen un estrecho paralelismo con la retórica de la izquierda, es propuesto como el verdadero ideólogo del fascismo.
Esta perspectiva desafía la narrativa común y obliga a reexaminar las raíces ideológicas del fascismo y su relación con la izquierda política.
Al reconocer el verdadero origen del fascismo, podemos evitar que el fantasma del totalitarismo siga acechando a la sociedad.
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