Beata Madre Carmen Rendiles: su discapacidad no le impidió llegar a ser santa

9 de mayo, 2024 - 7:33 am

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Carmen Elena Rendiles nació en Caracas el 11 de agosto de 1903, fue la tercera de nueve hermanos en una familia con tradición religiosa muy arraigada y ahí la inculcaron el sentido del deber y el amor por el prójimo. A pesar de que nació sin su brazo izquierdo madre Carmen creció entre sus hermanos con independencia, con espíritu de liderazgo, sufría además de todo de una gran debilidad pulmonar lo que la mantuvo retirada de las actividades sociales por un buen tiempo y fue en ese tiempo cuando su vocación se manifestó con mayor claridad.

Al recuperar su salud se dedicó a la catequesis y a realizar obras de apostolado, el 25 de febrero de 1927 cuando tenía 24 años, después de recorrer varios conventos tocó la puerta de la Congregación de las Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento, una institución de origen francés que acababa de llegar a Venezuela. Fue aceptada y el 8 de septiembre de ese mismo año Carmen ingresó al noviciado de la congregación después de completar sus estudios y la preparación previa.

Desempeñó su vida religiosa con naturalidad, liderazgo, caridad, con esos mismos dones que se le conocía desde pequeña. Sus hermanas religiosas aseguran que Carmen era fuente de alegría dentro de la congregación y dejaba una huella imborrable en todas las que podían compartir a su lado.

A los 33 años fue nombrada maestra de novicias y para 1947 la ahora madre Carmen fue nombrada superiora de la casa madre en Venezuela. Bajo su liderazgo las obras de la institución se expandieron en varios estados del país, siempre enfocados hacia el servicio del prójimo y a partir de 1942 la congregación inició su labor educativa, fundaron colegios entre ellos el colegio Betania, el de Santa Ana, Belén, Nuestra Señora del Rosario. En el servicio que prestaban a varias parroquias también contribuían con la elaboración de las hostias y los ornamentos litúrgicos.

Fue después del Concilio Vaticano II cuando la Congregación de las Siervas en Francia decidieron establecerse como Instituto Secular, pero Madre Carmen como superiora provincial no le gustaba este cambio y se opuso porque implicaba una transformación en el carisma fundacional. Buscó el consentimiento de las hermanas y el apoyo del cardenal José Humberto Quintero y con ellos inició el proceso de separación de la comunidad francesa, esta separación culminó en 1965 con la constitución de una nueva congregación religiosa que se llamaría de ahí en adelante Las siervas de Jesús en Venezuela, de la cual fue superiora hasta su muerte.

Este cargo lo desempeñó con autoridad, pero al mismo tiempo con mucha caridad hacia sus hermanas; para Madre Carmen la oración frente al Santísimo junto a la oración por la perseverancia y la fidelidad de los sacerdotes eran una prioridad.

El 9 de mayo de 1977, poco después de haber cumplido 50 años de vida religiosa madre Carmen falleció en Caracas en olor de santidad, fue elevada a los altares como la tercera beata de Venezuela el 16 de junio del 2018, reconociéndola como una mujer que enseñó que no existe ningún obstáculo para enriquecer la propia naturaleza humana cuando se vive con amor, sencillez y entrega a Dios, confiando en todo momento en la gracia divina porque con Dios siempre ganamos.

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