Juan Carlos Delpino, uno de los rectores del Consejo Nacional Electoral, que no forma parte de la mayoría oficialista en el organismo, decidió que el tiempo de la «prudencia» se había acabado. Y habló.

En una entrevista con la periodista Celina Carquez para el portal Efecto Cocuyo, Delpino afirmó que el presidente del CNE, Elvis Amoroso, ex contralor general de la República, el ente que inhabilita dirigentes políticos sin trámite alguno, toma decisiones sin convocar a la directiva del organismo desde el mes de marzo.  «Yo tengo derecho a votar, salvar mi voto y razonarlo, y a hacer valer el derecho de todos los candidatos», reclamó el rector que durante los nueve meses desde su integración al CNE ha preferido el mutismo, solo alterado por algún mensaje de tipo institucional.

La última sesión oficial de la directiva del Poder Electoral es de fecha 26 de marzo -hace más de 40 días, y en plena campaña- cuando tras un forcejeo se permitió a las tarjetas de la Mesa de la Unidad Democrática y de Un Nuevo Tiempo postular candidaturas opositoras al gobierno de Nicolás Maduro.

Delpino no estuvo presente en la rueda de prensa en la cual Amoroso leyó el comunicado que, tras destacar «el amplio programa de veeduría y acompañamiento» de las elecciones del 28J, notificó la revocatoria de la invitación a la Unión Europea para enviar una misión de observación electoral. «Me convocaron 20 minutos antes para una rueda de prensa sin decirme ni siquiera la materia que iba a tratar y decidí, por eso mismo, no asistir», indicó Delpino, hijo del expresidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) Juan José Delpino.

Las declaraciones de Delpino reiteran la escasa entidad institucional del organismo encargado de conducir el proceso electoral de la importancia y trascendencia que deberá concluir con las votaciones del 28 de julio para la presidencia de la república. Nada que no sea del dominio público en virtud del comportamiento del CNE como extensión del poder de Miraflores para favorecer la candidatura oficialista. Elvis Amoroso es el operador político de las órdenes emanadas de las altas esferas del gobierno.

En el sitio oficial del CNE se pueden leer las letras vacías del concepto que anima (¿?) al organismo: “Es el ente rector del Poder Electoral, responsable de la transparencia de los procesos electorales y refrendarios; garantiza a los venezolanos y venezolanas la eficiente organización de todos los actos electorales que se realicen en el país y en particular, la claridad, equidad, y credibilidad de esos procesos y sus resultados…”. La data, por ejemplo, del referéndum sobre el Esequibo del pasado 3 de diciembre no existe. Solo que habrían votado 10 millones de electores sin registro alguno por parroquia, municipio, estado.

¿Podrá el CNE intentar algo similar el 28J? Delpino no tiene dudas de que no se va a birlar ni un solo voto ciudadano. “Será un proceso limpio (,,,) en el área técnica no tengo ninguna duda sobre el sistema automatizado”.

La presencia de testigos en cada una de las casi 30.000 mesas que se instalarán para la votación del domingo 28 de julio es vital para garantizar que los votos expresen lo que los ciudadanos decidan.