Caracas, 2 de junio de 2024.- Si las ondas tropicales nos parecen fuertes, las "ondas políticas" no son menores. De allí que, como advierten una y otra vez dirigentes, incluyendo a María Corina Machado, lo que resta del camino electoral es más desafiante.
Con el retiro de la invitación a la UE, para observar las elecciones, el gobierno le quita un pedazo a la frágil hojita de parra que cubría una buena parte de la credibilidad del proceso, y desnuda más las intenciones de ya sabemos quiénes.
El caso es que el coto de la observación internacional se reduce. Colombia, por ejemplo, ya dijo que no enviará una comisión "por falta de tiempo".
La ONU, por su parte, evalúa si vendrá el "panel de expertos", que, como bien precisa el portavoz de la Secretaría General, Stéphane Dujarric, "no publica comunicados sobre el desarrollo del proceso electoral ni su resultado".
Una pequeña diferencia, pues.
En el camino quedan el Centro Carter y observadores nacionales.
Henrique Capriles lo ve claro como el agua: el gobierno lo que busca es alimentar las dudas sobre la transparencia de las elecciones para que la gente se abstenga de votar.
Pero, “para que el gobierno no nos pueda arrebatar el proceso electoral tenemos que cuidar el proceso, no caer en el triunfalismo”, subrayó en la entrevista que le hizo Luz Mely Reyes.
Celina Cárquez, periodista especializada en la fuente política y electoral, la decisión confirma que no había interés en que la “UE despliegue su misión, porque son misiones electorales íntegras con estándares técnicos internacionales muy altos”, dijo en el CocuyoClaroyRaspao.
En conversación con Luz Mely Reyes, directora de Efecto Cocuyo, y Xabier Coscojuela, del comité directivo de Tal Cual, no dudó en afirmar que estas elecciones serán un "combate cuerpo a cuerpo" para el que los partidos tienen que formar a sus testigos.
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