Turismo crea confianza
La confianza se puede definir como, “la esperanza, creencia o fe persistente que se tiene en alguien o algo”. Cuando trasladamos este concepto a un gobierno, lo ampliamos a una entidad o grupo que será idóneo para actuar de forma apropiada en una situación o circunstancia adecuada.
Cuando analizamos la profunda importancia que impacta la confianza en el desarrollo de un país, sus líderes y el gobierno, puede ser unas de las bases fundamentales para prosperar en lo económico, financiero, político, social, educativo, productivo entre otros. También en fortalecer una seguridad de permanencia en el mediano y largo plazo que reduce las intenciones de migración.
La prestigiosa revista National Geographic, incluye a Venezuela en la lista de los 20 países más peligrosos para viajar 2024, debido a factores que van desde la situación humanitaria, la violencia, los servicios y los derechos humanos. Actualmente Venezuela se encuentra enmarcado para muchos países como un destino de alto riesgo y peligro, donde no se recomienda visitar. Para el Departamento de Estado de los Estados Unidos, estamos en “Nivel 4 – No Viajar”.
En el turismo la confianza es clave para el desarrollo del destino, existen muchas estrategias que se deben de implementar y trabajar en paralelo para poder lograr el impulso de Venezuela como un destino de confianza con bases sólidas para una receptividad incremental de viajeros internacionales.
Muchas de estas estrategias no dependen directamente de una voluntad única, sino es el engranaje de mejoras y cambios en muchos sectores: banca, inversión, industria, educación, seguridad, salud, vialidad, transporte, servicios y comercios entre tantos otros, que son indirectamente relacionados al segmento de turismo y viaje.
Entre los que sí dependen del motor turístico están, la conectividad aérea, terrestre y marítima, puertos, hospedaje, operadores y agencias de viajes, formación especializada, promoción, marca país, leyes con orientación a la voluntad del desarrollo turístico y el trabajo en conjunto con las asociaciones, grupos y gremios del sector.
La economía es un indicativo clave de este crecimiento. La estabilidad cambiaria, acceso a las divisas y herramientas de pago accesibles, reducción de los índices inflacionarios y la reactivación del acceso a los créditos bancarios fortalece las bases del ecosistema económico para el desarrollo turístico. El cambio económico y la seguridad es el verdadero objetivo que requiere el segmento de viajes y turismo, es donde se pone la esperanza de un cambio para poder crecer y ser competitivos.
La inversión local e internacional es un aspecto clave para iniciar un ciclo virtuoso de crecimiento en el país. Los nuevos emprendimientos también son un termómetro de optimismo que comienzan a generar una sensación de confianza y seguridad para el destino. Es una señal que las condiciones se están generando para incentivar la apertura y captar el interés del extranjero.
Esto también viene de la mano de un cambio de cultura y funciones dentro de las instituciones del Estado. Un cambio de conciencia desde lo interno del gobierno, que también impacte la mente de venezolano en todos sus cualidades y capacidades.
El turismo también es una variable para medir la confianza, cuando vemos que en el país están dadas las condiciones, veremos un tránsito escalonado de viajeros receptivos que visitan al destino y que impactan directamente en los diferentes factores de crecimiento y desarrollo.
Cuando estos factores se alinean en conjunto, se comenzará a observar los indicativos necesarios que generan un ambiente de mayor confianza. La confianza puede potenciar una transición política, puede impulsar un destino, puede ser fuente de inspiración para recuperar un país.
¿Qué más crees que necesitamos para generar confianza?
@oscarshariffh
@viajaverde
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