Por: Jesús Barreto Armas EL PITAZO Sábado, 31 de agosto de 2024
Buenos días, pitaceros. Al escribir estas líneas ya he sobrevivido al tercer, cuarto, quinto apagón del día. En verdad perdí la cuenta. Uno más prolongado que el otro. Todos sin previo aviso. Una fluctuación y una intermitencia que amenaza casi sin tregua la mínima intención de trabajar. Pero el deber de informar gana la partida. Espero la poca lúcidez que me queda alcance para cumplirle. Perdóneme usted el tono personal de esta edición, pero no encontré otro lugar desde dónde abordarlo. Redacto tan rápido como puedo, en un intento por ganarle a la ineficiencia que con su oscuridad es la mejor censora. La negligencia en el suministro eléctrico en Venezuela es un crimen contra la calidad de vida de sus ciudadanos. Mientras los altos funcionarios desvían la responsabilidad con acusaciones infundadas, el país se sume en la oscuridad y la incertidumbre. La falta de electricidad no solo paraliza la economía y la atención médica, sino que también evidencia la fragilidad de un sistema que prioriza la retórica sobre la acción. ¡Basta de excusas vacías! Es hora de exigir responsabilidad y soluciones concretas para un problema que afecta a todos, incluido este editorialista en la penumbra.
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