Buenos días, pitaceros. La trágica explosión de una bombona de gas en Petare, que cobró la vida de 9 personas e hirió a 22 más, destapa una vez más la vulnerabilidad a la que están expuestos los venezolanos por el deterioro de las bombonas y la negligente distribución y almacenamiento por parte del Estado, que controla todo el sector gasífero. Nueve vidas perdidas, familias destrozadas. La negligencia estatal cobra un alto precio. La solidaridad vecinal contrasta con la inacción oficial. ¿Cuántas vidas más se perderán antes de actuar? Si bien el detalle de la causa aún se investiga, es imperativo que el organismo encargado realice una revisión exhaustiva de sus protocolos y se priorice la integridad y seguridad de la población.
Un gobierno que no gobierna. |
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