La Emperatriz Santa Elena, por María García de Fleury
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Hablar de Santa Elena es hablar uno de los personajes más célebres de la cristiandad, su fiesta se celebra el 18 de agosto y su nombre completo es Flavia Julia Elena. Nació hacia el año 248, era una mujer humilde dada a ocuparse de los pobres y los mendigos.
Se casó con el tetrarca Constancio Cloro al que conoció en Asia menor cuando era un tribuno militar más, adelante Diocleciano lo nombró gobernador de Las Galias, lo que hizo que repudiara a Elena por no ser de su mismo origen a pesar de haber tenido ya un hijo con ella.
Constancio se volvió a casar y tuvo tres hijos durante ese tiempo Elena se convirtió al cristianismo, fueron 14 años en los que Elena se mantuvo en la sombra, pero amigos la vida da muchas vueltas y cuando Constancio nombró como sucesor a Constantino (el único hijo que había tenido con Elena), la suerte de ella cambió.
Constantino se convirtió en emperador en el año 306, demostrando el amor y el respeto que le tenía a su mamá le dio el título de Augusta, e hizo acuñar una moneda en su honor y le permitió disponer libremente de todo el tesoro imperial. En el año 312 antes de enfrentarse en batalla Constantino contra el emperador Magencio, Constantino tuvo una visión de una cruz en el cielo y escuchó una voz que le decía: «con esta cruz vencerás de los soldados».
Constantino mandó a que en todo los escudos de los soldados se borrara el águila romana y se colocará la cruz y dijo «confío en Cristo en quien cree mi madre Elena». La victoria que obtuvo fue grandiosa y el ejército de Magencio dedicado a las prácticas adivinatorias y ritos de brujería fue fácilmente derrotado.
A raíz de este triunfo Constantino legalizó la religión cristiana, Elena se dedicó a una vida piadosa fue a Roma recibida por el Papa y cuando en el año 324 conquistó Oriente Elena, ya mayor, decidió ir Asia menor y a Palestina convirtiéndose en peregrina en busca de los santos lugares y las santas reliquias.
La emperatriz Elena llegó a Jerusalén hacia el año 327 promoviendo la construcción de basílicas y templos en los principales santos lugares. Construyó la Basílica de la Natividad sobre el terreno de la gruta de Belén, la iglesia de la Ascensión sobre el Monte de los Olivos, la Basílica de la Resurrección sobre el Santo Sepulcro, y después de realizar muchas excavaciones en Jerusalén se encontraron tres cruces, como no se podía distinguir cuál era la de Jesús trajeron hasta el Monte Calvario a una mujer agonizante y al tocarla con dos de las cruces la mujer empeoró pero, al tocarla con la tercera Cruz la mujer se recuperó instantáneamente, entonces, Santa Elena y el obispo de Jerusalén, Macario, y miles de fieles llevaron la cruz de Cristo en procesión por las calles de la ciudad.
La emperatriz halló otras reliquias como fueron los clavos que perforaron sus manos y pies, una parte de la túnica que utilizó antes de ser crucificado, un fragmento de la cuna donde Jesús reposó, y la escalera Santa que eso subió el viernes Santo para ser juzgado, recuperó las reliquias de los reyes magos, descubrió el sepulcro donde fue enterrado Jesucristo.
La emperatriz Elena se dedicó a la búsqueda de las reliquias de Jesús, el único Salvador del mundo, y a la construcción de iglesias, porque ella sabía que con Dios siempre ganamos.
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