Un gran defensor de la vida: San Ramón Nonato, por María García de Fleury
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San Ramón nació en Cataluña, España, en 1204, se le llaman «Nonato» porque antes de dar a luz, su madre murió y ya muerta los médicos le hicieron cesárea para que el niño pudiera nacer, lo contrario a lo que sucede cuando la mujer aborta, en un aborto, la mujer, la madre, está viva y mata al niño que lleva dentro, un niño que nunca podrá vivir.
Dice la Biblia que cuando Dios creó al hombre, lo creó a su imagen y semejanza, nadie es dueño de la vida, solo Dios es el dueño de la vida, Dios invita a la vida porque Él es la vida, ya lo decía el profeta Jeremías en su capítulo 1 «Antes de que te formaras en el vientre materno, yo te conocí», Dios hace que participemos de su grandeza, de su belleza, de su bondad, de su verdad, que es la vida.
El caso de Ramón Nonato entra en este principio porque aunque su madre acababa de fallecer, los médicos la operaron para tratar de salvar la vida al niño en su vientre, los cristianos se han distinguido marcadamente de las culturas paganas al rechazar el aborto y el infanticidio, pues es tan claro que existen principios que no son negociables como el principio de la vida, tampoco es negociable el aborto, no es negociable la familia, no se puede negociar con el respeto a la vida hasta la muerte natural, es innegociable también el derecho de los padres a educar a los niños.
La humanidad siempre ha tenido la convicción común de que el aborto es gravemente malo en cualquiera de sus etapas, San Ramón Nonato es un claro ejemplo de esto y consciente de cómo nació, sabía que su vida tenía un sentido, por eso desde muy jovencito entró en la congregación de los Padres Mercedarios quienes se dedicaban a rescatar cautivos que los mahometanos ponían presos comprandolos, cuando se le acabó el dinero para los rescates se ofreció el mismo para intercambiarse por uno de ellos, el Papa Gregorio Noveno lo nombró cardenal pero es que seguir viviendo humildemente como religioso hasta que el papa lo llamó a Roma para que colaborara en la dirección de la iglesia lamentablemente en el camino se enfermó y falleció el 31 de agosto de 1240 apenas tenía 36 años.
Toda su vida había trabajado intensamente defendiendo la vida de cantidades de personas tal como lo hicieron con él los médicos que le salvaron la vida cuando estaba en el vientre de su madre, San Ramón Nonato es el patrono de las madres embarazadas, de los niños por nacer, es un santo con inmensa actualidad mientras haya niños cautivos, indefensos, sin voz, los niños que todavía no han nacido y sus madres los abortan.
Al permitir al aborto, se está reconociendo el derecho de la madre a matar a su hijo y se está privando el legítimo derecho del niño a nacer, el tema de la defensa de la vida es un asunto no negociable, la vida humana está por encima de todo asunto en la vida. Amigos, Dios está presente de manera gratuita en todas las formas de vida en el mundo, especialmente en cada persona humana.
Defender la vida en todas sus etapas, defender su integridad, permitir que las personas crezcan, se desarrollen sin violencia y traducirlo en compromiso de todos los sectores sociales y en políticas públicas es parte de los desafíos. Atacar la vida de las personas es atacar la creación de Dios pues en la vida esta Dios, defender la vida es un imperativo porque con Dios ¡Siempre ganamos!
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