Comida de los cubanos atrapada en cinco barcos frente a los puertos por falta de pago
Cinco barcos con comida, que se encuentran desde hace semanas frente a las costas de Cuba, se niegan a descargar hasta que el régimen efectúe los respectivos pagos. Mientras tanto, en los hogares siguen vacías las despensas, pues la dictadura apenas está logrando entregar menos de la mitad de lo estipulado en la aberrante libreta de racionamiento
Gabriela Moreno PANAM POST 
Desde los puertos cubanos se divisan los cinco barcos con comida que se resisten a descargar hasta que el régimen castrista efectúe los pagos por el despacho. El caos es evidente. No solo en los muelles sino en los platos de la población. Y es que en el puerto de Santiago de Cuba están atracados el granelero Benjamin Confidence, con bandera de Madeira (Portugal), que suma 68 días en esa posición, y el Atayal Brave, con insignia panameña y procedente de Guyana, que acumula 21 días de espera.
En La Habana permanece fondeado el Golden Grains, con bandera de Liberia y procedente de Argentina, desde hace 47 días en el puerto. En igual circunstancia está el Seastar Explorer, de insignia gibraltareña y varado en puerto desde hace 30 días, mientras que el panameño Santamaría, cumplió su primera semana con 2800 toneladas de sal.
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La cúpula del régimen atribuye las demoras en las descargas a la falta de “aseguramiento” del transporte, a la escasez de combustible, a las fallas en la electricidad y a las deficiencias en la estrategia de organización de las operaciones, según un reporte del portal cubano 14yMedio,
Sin embargo, estos argumentos no son convincentes. El propio dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo con respecto a una situación similar con 11 barcos registrada en abril que ese episodio se debió a la falta de condiciones para “satisfacer el pago a los proveedores”.
Libreta de racionamiento con retrasos
El impago a proveedores incide en la entrega de los alimentos que la dictadura distribuye a través de la libreta de racionamiento que controla el consumo de insumos básicos de la población desde 1963.
El despacho de las siete libras de arroz previstas por la libreta reporta irregularidades en Santiago, Granma, Guantánamo, Camagüey, Pinar del Río, Boyero e incluso en La Habana, donde se está entregando menos de la mitad.
El incumplimiento que reflejan los puertos cubanos también incluye al chícharo (nombre común de algunas especies leguminosas), cuya esperanza de volver a los platos de los ciudadanos depende de la descarga de un buque en Santiago de Cuba y otro en Cienfuegos. Tampoco hay novedades sobre el pollo y los huevos que la dictadura promete cada mes. “La proteína no llega nunca”, asegura una fuente que declaró al mencionado portal cubano.
La precaria situación en septiembre recrudecerá, considerando que el café y el aceite siguen sin una fecha oficial de distribución. ¿Y el azúcar? Continuará desaparecida porque hay “tensiones en su entrega”, dice la ministra de Comercio Interior del castrismo, Betsy Díaz. De esa forma justifica que en julio y agosto el régimen de Miguel Díaz-Canel solo entregara dos de las cuatro libras estipuladas de este producto.
Será necesaria la “importación de algunos volúmenes”, admite para intentar ocultar que la producción local cayó en dos décadas de siete millones de toneladas a tan solo 350.000 toneladas el año pasado. La cifra es amarga si además se añade que de las 36 refinerías operativas en 2022, solo queda la mitad. Con ese panorama cerró en mayo la temporada de corte de caña de azúcar que comenzó en noviembre.
Sin financiamiento ni producción
El caos de los barcos con comida atracados en los puertos cubanos refleja la falta de producción y de financiamiento que enfrenta el régimen castrista.
El comunismo merma hasta las donaciones. Si bien en abril, China anunció el envío urgente por avión de 20.408 toneladas del cereal a la isla como parte de una “cooperación fraterna”, Vietnam limitó su ayuda y sólo entregó este año 1640 toneladas, tras cerrar su programa de apoyo a la producción de arroz en el municipio de La Sierpe, en Sancti Spíritus, hace dos años.
Datos oficiales apuntan que Cuba requiere anualmente unas 600.000 toneladas de arroz para cumplir con lo prometido en la aberrante libreta de racionamiento, pero la cosecha se quedó en 2022 –último año del que hay cifras– en 180.000 toneladas, por lo que la necesidad de importar es acuciante, pero la falta de financiación, más.
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