Errores fundamentales de la medicina oficial
Roberto Giraldo Molina – Proton Editora – 2018
Por Ángel Galeano Higua EL PEQUEÑO PERIODICO
Sonó el teléfono… Era el médico Hernán Gaviria Quintero (Asmedas) para invitarnos a una tertulia en la Biblioteca Pública Piloto que trataría sobre los aportes que el médico investigador Roberto Giraldo Molina (1944 – 2019) desarrolló durante largos años y que dejó plasmados en sus libros “Sida y agentes estresantes” (Edit. UdeA) y “Errores fundamentales de la medicina oficial” (Proton Editora, Brasil), entre otros. En los dos mencionados tuve algo que ver: En el primero escribí el Prólogo y en el segundo fui su Editor.
Con la Sala Experimental 2 muy concurrida, el doctor Gaviria empezó su disertación apoyándose en varias diapositivas elaboradas en su momento por mismo doctor Giraldo. Fue una exposición con valiosa información sobre el trajinar investigativo, sus postulados alrededor del denominado “virus del Sida”, del cual el doctor Giraldo fue muy explícito al afirmar que se trata de una estructura virtual cuya existencia real no ha sido comprobada. En múltiples conferencias y entrevistas expuso su hipótesis de que el sida ni es infeccioso ni se transmite sexualmente. No niega el Sida, pero la asume como el máximo deterioro del sistema inmunológico de las personas. Dicho deterioro tiene diversas causas, entre ellas el estrés, la pésima alimentación y la exagerada exposición a agentes físicos y químicos. Con frecuencia le escuchamos su planteamiento de que la salud de la humanidad corre grave peligro ante las guerras, la censura y la inequidad. El mundo está triste y la tristeza abre las puertas al desmejoramiento del bienestar, de la salud física y mental.
En el prólogo del libro publicado por la Editorial de la Universidad de Antioquia, resalto el valor del doctor Giraldo para exponer sus investigaciones a contracorriente de las afirmaciones de las grandes multinacionales farmacéuticas y los grandes centros de poder mundial en materia de salud. Un investigador, no importa en qué campo del conocimiento se mueve, debe ser valiente y compartir el resultado de sus pesquisas con claridad, sencillez y coherencia. Esta es una de las grandes lecciones que nos ha legado el doctor Giraldo. El otro aspecto se refiere a lo valioso de sus investigaciones, la profundidad y apoyo en el método científico, la observación y el sentido crítico.
Roberto Giraldo lideró a nivel internacional el movimiento de replanteamiento científico del Sida y junto a destacados investigadores científicos de diversos países promovió conferencias y simposios en Estados Unidos, España, Sudáfrica, México y Perú entre otros. Donde iba dejaba la semilla en comités de estudio. Nunca será tarde para adoptar estas enseñanzas que no sólo las plasmó en sus libros y conferencias en Colombia y el exterior, sino que las pregonó en todas sus giras nacionales a las cuales tuve el privilegio de acompañarlo y grabar sus exposiciones cuyo registro está disponible para quienes estén interesados.
En cuanto a su último libro, “Errores fundamentales de la medicina oficial”, publicado en Brasil, doy fe de la constancia y rigurosidad de cada una de las palabras que escribió para ese libro. Fueron siete años de escritura y re-escritura, de revisión constante, de confirmación de fuentes, de contrastes y eliminación de frases ambiguas o sin sustento. El trabajo de edición fue una fabulosa escuela para ambos, el diseño y armada del libro listo para su impresión, fue de una gran exigencia. Y al ver que en Colombia no era posible su publicación, se apoyó en sus colegas de Brasil con quienes había trabajado varios años atrás. A Colombia, por desgracia, no llegaron sino unos cuantos ejemplares. Considero ésta como una deuda pendiente con su obra. Habrá que esperar el día afortunado en que se atreva alguna editorial a publicarlo en Colombia, sería una excelente forma de reconocer sus desvelos.
Quienes tuvimos el honor y el privilegio de conocerlo desde los albores de esa generación inédita llamada “los descalzos” en Magangué y el Sur de Bolívar, y luego refugiándose en la Ciencia para sobrevivir a esa noche oscura que cubrió al país en las décadas de los 80 y 90, no podemos olvidar su vida ejemplar de entrega a los demás, en especial a los más necesitados, y su agudeza crítica, propia de los espíritus elevados y la mente abierta a la curiosidad.
Este breve recuerdo de nuestro amigo, compañero y maestro Roberto Giraldo Molina, brotó a raíz de esa tertulia a la fuimos invitados Carmencita y yo, en esa tertulia en la que después de la exposición del doctor Hernán Gaviria Quintero, varios asistentes intervinieron para refrendar con sus testimonios la memoria del gran investigador y plantear nuevas inquietudes sobre los temas de la Ciencia, medicina y la salud en una sociedad dominada por las deshumanizadas leyes del mercado.
Medellín, octubre 17 de 2024
No hay comentarios:
Publicar un comentario