Oficialismo chileno ignora su derrota y se enfoca en evitar un plebiscito
El balotaje en la Región Metropolitana es la mayor presión sobre el presidente de Chile, Gabriel Boric, para la segunda vuelta electoral. En esta jornada comicial se elegirán a 11 gobernadores.
La tensión por las elecciones municipales y regionales en Chile aún no termina para el presidente Gabriel Boric. La necesidad de una segunda vuelta para elegir a 11 de los 16 gobernadores de la nación austral, el próximo 24 de noviembre, extiende la presión en el gobierno que ya perdió 40 alcaldías en la primera jornada comicial.
El mayor peso sobre el mandatario lo genera el balotaje entre su abanderado, Claudio Orrego y la ficha de la oposición, Francisco Orrego en la capital. La carta de Boric para el cargo de gobernador en la Región Metropolitana ya le falló. El socialdemócrata, Claudio Orrego, no logró reelegirse en la primera vuelta y con ello, su perfil como potencial carta presidencial cayó al vacío tras no lograr vencer a su contendor de Chile Vamos.
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Ambos Orrego tienen clara la batalla comicial que representan. De hecho, cada candidato optó por reunirse con la dirigencia de su respectivo sector después de la jornada de este 26 y 27 de octubre.
Balanza en contra
La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, militante de la Unión Demócrata Independiente (UDI) y líder -hasta ahora- de las preferencias en las encuestas para los comicios presidenciales de 2025, impulsa con su piso político a Francisco Orrego. La ventaja de su pupilo es visible, considerando que Matthei en la última encuesta Plaza Pública del Centro de Análisis de Estudios de Mercado (Cadem), mantiene el primer lugar en intención de voto con 19 % de apoyo y es la figura política más valorada del país, con 63 % de respaldo.
Los números deben tener a La Moneda tomando más té de lo habitual. Especialmente, después de la derrota de la izquierda en Santiago, luego de que la comunista Irací Hassler perdiera el sillón de alcaldía más emblemática, sumado a que enfrentarán una falta una segunda vuelta con el jefe de Estado rondando el 20 % de aprobación.
Evitar un plebiscito
El reto del candidato de Boric en la segunda vuelta de gobernadores es evitar, junto al Ejecutivo, que el balotaje se convierta en un plebiscito para su desgastado jefe. Sin embargo, por las tensiones que vive el país actualmente, será cuesta arriba desconectar la tendencia del voto con un eventual castigo a la gestión del gobierno.
El juego está rudo para el progresismo chileno. Claudio Orrego lo admite después de alcanzar el 38,6 % de los votos con el 96 % de las mesas escrutadas mientras su contendor, obtuvo 27,7 %.
Con diez puntos de diferencia que en esta oportunidad equivalen a 400 mil boletas y sin haber logrado el 40 % necesario para ser proclamado triunfador, reconoce que “Santiago es la región más grande de Chile, pero es la más desigual. Tiene ocho millones de personas y grandes dolores, la inseguridad, la desigualdad. Para enfrentar esto, se requiere un tipo de liderazgo en la región, que entienda el cargo como el director de orquesta que trabaja con todos”.
Ingenuidad para hacer un control de daños
Sin embargo, su aparente llamado a la “transversalidad” es ingenuo, cuando el balotaje de gobernadores implica de forma tácita un plebiscito para el gobierno de turno, al centrar la medición entre un candidato que representa a la oposición y otro que representa al oficialismo.
La derecha capitalizará el escenario. Así lo predice en El Mercurio, Eric Latorre, director del magíster de gobierno y dirección pública de la Universidad Autónoma. El especialista sostiene que “la oposición va a intentar transformar este en una especie de plebiscito contra el gobierno, lo cual puede ser, mirado al punto de vista de la oposición, rentable electoralmente, sobre todo para unir los votos de derecha, o sea, es ‘todos contra el Gobierno’, lo cual es en muchos casos imprescindible para la derecha, incluso pensando en electores que no son tradicionalmente de derecha, que no votaron, votaron en blanco, que pudieron estar disponibles para votar en contra del gobierno”.
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