Un país metido en un gran berenjenal...
Pero esta tierra de Bolívar... también ha dado hijos ilustres de fama universal
FÉLIX CORDERO PERAZA | EL UNIVERSAL
domingo 30 de agosto de 2015 12:00 AM
Una frecuencia dilatada y envolvente de violencia y agresividad impune toma cuerpo en el tejido social venezolano. Fácil de sentirlo y verlo en calles y reunión de grupos. Aflora en los estudios sociales recientes y se percibe en el discurso de gobierno y oposición. En esta materia no hay santo por quien rogar. Porque el menos, tiene la cruz en el pecho y el diablo en el hecho. Llámese sociedad civil, conferencia episcopal, academia, universidad o hermanita de los pobres. La mayoría está cerrando fila en la endiablada polarización. ¡De este lado los buenos y del otro los malos! No hay términos medios, matices ni modalidades. ¡Eres uno u otro! Lo que pasa es más feo que pelea de machete. Pero triste como entierro de indigente. Bebiendo del mensaje venenoso e irracional originado en sofisticados laboratorios de guerra psicológica de IV generación.
Un país metido en un gran berenjenal. Pareciera, por cada cosa que se ve, que no hay evolución positiva. Aunque, conocemos que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista... ¿Esperaremos tanto? ¡No hay luz al final del túnel... ni siquiera luciérnagas! Se instalaron la fractura social, fuerzas de choque, asesinatos macabros a políticos, violación de hogares por organismos de seguridad, crímenes a oficiales de las FFAA por francos tiradores, complicidad de funcionarios en el contrabando de regulados, la aparición de bandas de paramilitares y mafias del narcotráfico que recuerdan al Chicago entre 1919 y 1933, con la implantación de la Ley Seca que prohibía la venta y consumo de alcohol. Solo este fenómeno exigiría una alianza nacional. ¡Que comprometa la nación como un todo! ¡Que rompa el silencio oportunista del campo opositor y haga de la acción gubernamental un combate eficaz! Los ciudadanos ven al gobierno luchando contra esta peligrosa coyuntura y también contra la oposición. Mientras, el discurso político señala antesala de guerra civil y encrespa el clima emocional. Como lo halla Hinterlaces en reciente investigación: el 64% molesto, pesimismo en el 43%, tristeza en el 48% y preocupación en el 74%. "Un buen labrador no fatiga a sus animales".
¡Que aflore la amabilidad y la sonrisa fraterna!
Lo que nos presentan muchos medios y redes sociales son hechos maléficos y grotescos de odio y cólera, sembrados de un liderazgo pigmeo e inculto. Como si fuera poco recién supimos del bochornoso y extravagante acto de menosprecio a damas, que protagonizó un grupo en las playas de Falcón. Suceso que se está repitiendo en fiestas, paseos, centros de trabajo, supermercados y transporte colectivo. La sociedad tiene que protegerse de esta manera mentecata de hacer política. Sacando a deslumbrar sus valores de hidalguía, cortesía, el honor de caballero educado y la retoma de las normas de buenos modales. Para que aflore la amabilidad, la sonrisa solidaria y la alegría de conocernos y saber que estamos bien. Cada uno luchando por sus preferencias e ideas...
Recursos, riquezas e hijos ilustres
La política es tan compleja que no se puede dejar sola en manos de los políticos. Dijo un político norteamericano. ¿Dónde están los embajadores de la identidad nacional y prestigio de la nación? Que han enaltecido universalmente el nombre de Venezuela. Llenado de orgullo y acrecentado nuestra autoestima sin distingo ni bandería. ¡Los hay y muchos! Porque esta tierra de Bolívar no solo posee grandes e infinitos recursos naturales, riquezas incuantificables y potencialidades como ninguna otra. También ha dado hijos ilustres de fama universal que aportan hoy su talento al desarrollo intelectual, científico, musical, literario, tecnológico y deportivo de la humanidad. El maestro José Antonio Abreu, Miguel Cabrera, Gustavo Dudamel, Alirio Díaz, Cruz Diez, Jesús Soto, Gustavo Cisneros, Fruto Vivas, José Vicente Rangel, Rafael Reif, presidente del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Boris Izaguirre, Eleazar Díaz Rangel, Jorge Díaz Herrera, Rector de una Universidad en Nueva York, Carolina Herrera y muchos otros. Y hombres honorables que como vergeles están esparcidos por el campo, la industria, el comercio y los servicios y cuyo éxito se debe al trabajo, la constancia y la misión de hacer bien. Inventores y artesanos que producen y tejen ilusiones con la pasión de quien trabaja con la tenacidad del cabello en su tarea de abrir surcos y en la faena colectiva de las hormigas.
fcordero@eluniversal.com
efecepe2010@gmail.com
@efecepe2010
Un país metido en un gran berenjenal. Pareciera, por cada cosa que se ve, que no hay evolución positiva. Aunque, conocemos que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista... ¿Esperaremos tanto? ¡No hay luz al final del túnel... ni siquiera luciérnagas! Se instalaron la fractura social, fuerzas de choque, asesinatos macabros a políticos, violación de hogares por organismos de seguridad, crímenes a oficiales de las FFAA por francos tiradores, complicidad de funcionarios en el contrabando de regulados, la aparición de bandas de paramilitares y mafias del narcotráfico que recuerdan al Chicago entre 1919 y 1933, con la implantación de la Ley Seca que prohibía la venta y consumo de alcohol. Solo este fenómeno exigiría una alianza nacional. ¡Que comprometa la nación como un todo! ¡Que rompa el silencio oportunista del campo opositor y haga de la acción gubernamental un combate eficaz! Los ciudadanos ven al gobierno luchando contra esta peligrosa coyuntura y también contra la oposición. Mientras, el discurso político señala antesala de guerra civil y encrespa el clima emocional. Como lo halla Hinterlaces en reciente investigación: el 64% molesto, pesimismo en el 43%, tristeza en el 48% y preocupación en el 74%. "Un buen labrador no fatiga a sus animales".
¡Que aflore la amabilidad y la sonrisa fraterna!
Lo que nos presentan muchos medios y redes sociales son hechos maléficos y grotescos de odio y cólera, sembrados de un liderazgo pigmeo e inculto. Como si fuera poco recién supimos del bochornoso y extravagante acto de menosprecio a damas, que protagonizó un grupo en las playas de Falcón. Suceso que se está repitiendo en fiestas, paseos, centros de trabajo, supermercados y transporte colectivo. La sociedad tiene que protegerse de esta manera mentecata de hacer política. Sacando a deslumbrar sus valores de hidalguía, cortesía, el honor de caballero educado y la retoma de las normas de buenos modales. Para que aflore la amabilidad, la sonrisa solidaria y la alegría de conocernos y saber que estamos bien. Cada uno luchando por sus preferencias e ideas...
Recursos, riquezas e hijos ilustres
La política es tan compleja que no se puede dejar sola en manos de los políticos. Dijo un político norteamericano. ¿Dónde están los embajadores de la identidad nacional y prestigio de la nación? Que han enaltecido universalmente el nombre de Venezuela. Llenado de orgullo y acrecentado nuestra autoestima sin distingo ni bandería. ¡Los hay y muchos! Porque esta tierra de Bolívar no solo posee grandes e infinitos recursos naturales, riquezas incuantificables y potencialidades como ninguna otra. También ha dado hijos ilustres de fama universal que aportan hoy su talento al desarrollo intelectual, científico, musical, literario, tecnológico y deportivo de la humanidad. El maestro José Antonio Abreu, Miguel Cabrera, Gustavo Dudamel, Alirio Díaz, Cruz Diez, Jesús Soto, Gustavo Cisneros, Fruto Vivas, José Vicente Rangel, Rafael Reif, presidente del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Boris Izaguirre, Eleazar Díaz Rangel, Jorge Díaz Herrera, Rector de una Universidad en Nueva York, Carolina Herrera y muchos otros. Y hombres honorables que como vergeles están esparcidos por el campo, la industria, el comercio y los servicios y cuyo éxito se debe al trabajo, la constancia y la misión de hacer bien. Inventores y artesanos que producen y tejen ilusiones con la pasión de quien trabaja con la tenacidad del cabello en su tarea de abrir surcos y en la faena colectiva de las hormigas.
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