Crisis de insumos impide control diario de diabéticos
Faltan cintas reactivas para glucómetros, insumos para bombas de tratamiento, jeringas para insulina y lancetas. Los alimentos bajos en azúcar son escasos y caros
Thaylu Rojas, de 21 años de edad, padece de diabetes tipo I y usa bombas de insulina. El dispositivo se conecta al cuerpo a través de un catéter y es mucho más preciso en la administración de la insulina que una jeringa o una pluma. Las bombas son importadas por Servimed, pero los problemas con la liquidación de las divisas por parte del Centro de Comercio Exterior, han hecho que la obtención de los insumos sea intermitente.
“En julio el distribuidor se quedó sin inventario de insumos para las bombas. Tuvimos que rendir lo que teníamos. Hace dos semanas surtieron nuevamente. Están permitiendo que los pacientes compren hasta tres meses de tratamiento”, indica Melissa Cipriani, madre de la joven.
El catéter de la bomba puede utilizarse hasta por tres días seguidos, según las instrucciones de fábrica. Durante esos días, la absorción es óptima. “Al dejarlo por más tiempo corres el riesgo de una infección (los diabéticos tienen problemas para la cicatrización) o que se presente hiperglucemia. Mi hija tuvo que estirar el uso del mismo catéter hasta por seis días”.
A partir del diagnóstico de Thaylu, hace 13 años, Cipriani abrió el blog y el Twitter Con extra de azúcar. A través de esas redes cuenta su experiencia como familiar de un diabético y ayuda a otros pacientes a conseguir medicamentos e insumos. “Lantus es la insulina que más escasea. Las insulinas de absorción rápida son las que más se consiguen. Lo que está absolutamente desaparecido del mercado son las tiras para la glucemia. Cuando se consigue te dejan comprar una caja de entre 10 y 100 tiras, que puede durar una o dos semanas”. El Glucagón, medicina utilizada para las bajas de azúcar severas, que se utiliza únicamente en casos de emergencia, tampoco se encuentra y traerlo del exterior cuesta al menos 200 dólares.
Las cintas reactivas para glucómetros con los que los diabéticos miden el nivel de azúcar en la sangre presentan escasez grave en Venezuela. Para una persona con diabetes es crucial la medición de glucosa entre cuatro y siete veces al día para saber cómo se comporta su cuerpo ante los alimentos que recibe y los estímulos externos. Durante 2015, además, han presentado fallas de inventario las jeringas para insulina, las bombas de tratamiento, las lancetas y hasta la propia insulina.
A Joselin Oviedo la diagnosticaron hace dos años. Tiene cuatro meses que no consigue las bandas para glucómetro. “Se ríen en tu cara cuando las pides. Siempre que puede mi hermana me manda algunas de Argentina. Me toca rendirlas. Así que no me mido el azúcar todas las veces que debo, sino solo cuando me siento mal o sé que me salí de la dieta”.
Conseguir Galvus Med, pastillas que contribuyen a la regulación de los niveles de azúcar en la sangre, también es un dolor de cabeza para la paciente de 34 años. “Los suplementos y alimentos para diabéticos antes eran caros, pero ahora son impagables y no se consiguen tampoco. Diabetex es una bebida que no es costosa, pero casi no hay. Las galletas sin azúcar pueden estar en 700 u 800 bolívares cada paquete”.
Los datos de la Federación Internacional de Diabetes indican que para 2014 en el país había entre 1,9 millones y 2,1 millones de diabéticos. Ese mismo año la Organización Mundial de la Salud informó que 67,5% de los venezolanos mayores de 20 años tienen sobrepeso, uno de los factores causantes de la diabetes.
Tampoco hay reactivos. La presidenta de la Sociedad Venezolana de Endocrinología y Metabolismo, Imperia Brajkovic, advierte que la falta de reactivos impide que se realicen los exámenes de hemoglobina glucosilada. Esos estudios permiten saber cómo estuvieron los niveles de azúcar del paciente en los últimos cuatro meses. Sin las banditas para los glucómetros, es una prueba mucho más necesaria para los diabéticos, pero también deben buscar intensamente antes de encontrar el laboratorio en el que puedan realizársela.
Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana, completa la lista de fallas: la escasez de metformina (nombre comercial, Glucofage) es prominente, incluso es difìcil conseguir la versión XR que es más costosa y solía ser más fácil de adquirir. “Falta la insulina Lantus. Las insulinas tienen un nivel de falla intermedia, sobre todo las de bajo precio que cuestan alrededor de 20 bolívares, las que compra el pueblo”.
LA CIFRA100 miligramos por decilitro es el valor óptimo de glucosa en la sangre. Si los exámenes de glucemia arrojan un resultado de entre 100 y 125 mg/dl puede considerarse a la persona prediabética y con más de 125 mg/dl se trata de un paciente con diabetes, aclara Imperia Brajkovic, presidente de la Sociedad Venezolana de Endocrinología y Metabolismo.
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