Trabas en la producción de empaques amenazan con elevar la escasez
La irregularidad en el suministro de polietileno de baja intensidad, una materia prima fundamental para elaborar empaques y envases para alimentos básicos y productos de higiene personal impacta a las empresas
Las empresas que elaboran los envases y empaques con los que alimentos básicos y productos de higiene personal llegan a manos del consumidor sufren el suministro irregular de un elemento esencial: El polietileno de baja densidad.
Este componente, fundamental para fabricar empaques para el arroz, café, azúcar, envases plásticos para suavizantes de ropa, entre otros, no fluye en las cantidades adecuadas, señalan fuentes consultadas.
El polietileno de baja densidad es producido por una planta de Pequiven y el año pasado la producción descendió en torno a 10% y desde mediados de octubre de este año ha aumentado la irregularidad en los despachos con lo que los inventarios comienzan a declinar aceleradamente.
Extraoficialmente, se maneja la información de que la planta de Pequiven enfrenta problemas técnicos y se han realizado paradas no programadas que agravan las trabas para la producción de empaques.
En marzo de este año, la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea) advirtió que “la producción de polipropileno, polietileno y poliestireno por parte del Estado se ha reducido con respecto al año 2013. Por esta situación la oferta de empaques y envases es insuficiente para atender las necesidades del mercado venezolano”.
Un factor relevante es que las empresas que elaboran los empaques no han sido incluidas en los mecanismos de asignación de divisas, por lo tanto, no ha habido importaciones que permitan compensar la irregularidad en el suministro del polietileno.
Fuentes señalan que aún si el sector es incluido en alguna subasta del Sicad o recibe dólares por parte del Cencoex para importar, los problemas logísticos indican que será inevitable que la falta de empaques afecte a la industria de alimentos en el corto plazo.
Las empresas del sector plástico que requieren materias primas como el polietileno, según cifras oficiales, sólo emplean entre 30% y 60% de su capacidad instalada y han perdido la capacidad de exportar.
La sequía
La escasez de alimentos básicos y el incesante incremento de los precios ya han golpeado con creces a la población. Entre las causas que explican el desajuste figura el descenso en la asignación de divisas al sector privado.
El presidente de PDVSA, Eulogio del Pino, afirmó en la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional que en los primeros diez meses de este año la empresa le ha vendido al Banco Central de Venezuela 11 mil 906 millones de dólares. Esta cifra es clave porque con los dólares que recibe de parte de PDVSA el BCV alimenta el tanque de las reservas internacionales en efectivo, que son la base del presupuesto de divisas para las importaciones del sector privado.
La cifra suministrada por Eulogio del Pino desnuda una severa reducción en el suministro de dólares al Banco Central. De acuerdo con las cifras oficiales al cierre de septiembre de 2014, el BCV había recibido de manos de PDVSA 28 mil 389 millones de dólares, por lo tanto, este año ha habido una caída superior a 58%.
La consecuencia es que al no recibir suficientes dólares, el Banco Central recortó drásticamente las asignaciones de divisas al sector privado y las empresas se han quedado sin materia prima e insumos para producir. Además, han acumulado una deuda en el orden de 12 mil millones de dólares con proveedores en el exterior que ahora exigen el pago por adelantado para enviar mercancía al país.
El resultado es una creciente escasez en los supermercados y abastos, que es acompañada por un constante incremento de los precios porque mientras la oferta cae el Gobierno imprime billetes para cubrir sus gastos e impulsa la demanda.
El último dato difundido por el Banco Central registra que en 2014 el costo de los alimentos registró un salto de 102% y fuentes del instituto emisor afirman que la escalada continuó con mayor intensidad durante 2015.
Las reservas
La posibilidad de que la administración de Nicolás Maduro incremente la asignación de divisas al sector privado luce remota al observar el tanque de dólares que tiene a su disposición el Banco Central de Venezuela, conocido como reservas internacionales.
El pasado 16 de noviembre las reservas se ubicaron en 14 mil 678 millones de dólares, una cifra que se traduce en una caída de 33% y en el nivel más bajo desde mayo de 2003.
El declive de las reservas obedece a una mezcla de factores. En Venezuela 96 de cada 100 dólares provienen de las exportaciones de petróleo y en promedio cada año PDVSA sólo entrega al Banco Central cuatro de cada diez dólares y el resto fluye hacia una madeja de fondos que el Gobierno administra discrecionalmente, como el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden).
Además de sólo recibir una porción de los dólares el Banco Central, quedó obligado por reformas legales a transferir al Fonden todas las divisas depositadas en la cuenta de las reservas que superan un monto que el Ejecutivo establece cada año, conocido como el “nivel óptimo de reservas”. Gracias a esta maniobra, el Banco Central le entregó al Fonden 53 mil millones de dólares en los últimos nueve años.
La estructura de las reservas también es importante. Tras años de recibir pocos aportes y transferir buena parte de lo que había en el tanque al Fonden, las divisas en efectivo que permiten importar y pagar deuda externa de inmediato son escasas y no superan los 2 mil millones de dólares.
La mayor parte de las reservas corresponde a barras de oro que poseen un valor en torno a 11 mil 300 millones de dólares y luego siguen los Derechos Especiales de Giro (DEG) una moneda artificial creada por el Fondo Monetario Internacional que pueden ser canjeada por divisas y en las que el BCV posee unos 800 millones de dólares según los datos más recientes.
Tras la fiesta desatada por los altos precios del petróleo fuera de las reservas internacionales queda muy poco y las inversiones realizadas han culminado en un estruendoso fracaso. De acuerdo con la Memoria y Cuenta del Ministerio de Finanzas, al cierre de 2014 el Fonden había desembolsado 103 mil millones de dólares para financiar 419 proyectos y ninguno de ellos genera un solo dólar en exportaciones.
Víctor Salmerón
@vsalmeron QUINTO DÍA, 20-11-2015.
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