Con ingenio y creatividad se exhiben los Año Viejo
LA NACIÓN, Publicado el 0 Commentarios
Marina Sandoval Villamizar
Fotografías: Tulia Buriticá
Los sancristobalenses, como el resto de los tachirenses, se niegan a dejar morir las tradiciones de fin de año: las hallacas de mamá, el pesebre que nos trae al Niño Jesús, el árbol de Navidad que llena los hogares y las calles donde lo colocan de alegría, y el Año Viejo, el monigote que queman para dar oficialmente paso al nuevo año.
A pesar de los problemas económicos que deja el 2015 al 2016, con estreno y sin estreno, aunque los grandes disfrutan en familia o en grupo, el elemento fundamental de la celebración siempre han sido los niños y adolescentes, los jóvenes que comienzan a aprender cómo seguir la tradición y los niños que gozan al son del trabajo de los adultos.
De esa manera, este año la mayoría coincidió en complacer a los más pequeños y con creatividad e imaginación, unos recientemente y otros desde hace varios años, dieron un paso para no hacer la tradicional figura pequeña, sino una figura del Año Viejo más vistosa, y con imaginación, creatividad y muchos pidiendo plata para lograr su cometido en el que no falta la pólvora que le van a colocar para explotarla con la quema del 2015, lograron hacer el muñeco que más les gusta a los niños, que son principalmente de películas y serie de televisión.
En San Cristóbal fueron muchos los que se esmeraron en hacer esos Año Viejo que aunque son del gusto de los niños, también de los mayores. Así que esta noche arderán miles de Año Viejo.
En el barrio Las Flores dicen que hacían varios muñecos grandes, pero debido al problema económico solamente hicieron un Mickey, de tres metros de alto por 70 de ancho, con el apoyo de los vecinos de la calle principal de esa comunidad de La Concordia. Jean Carlos Uzcátegui comentó que “cómo todos los años, se toma la idea para complacer a la mayoría de niños de San Cristóbal. Aquí colaboramos entre otros Hugo Uzcátegui, Ligia y Diomi Chacón, Anderson y Jorge Díaz”. Comentó que el “Mickey” tiene un tiempo invertido de 72 horas hombre, aproximadamente, y fue elaborado con base en una estructura de hierro, alambre y malla gallinera, forrado con guata y tela de varios colores para dar una visión lo más cercana a la figura seleccionada, a la que le colocarán 500 morteros. Jean Carlos invitó a la comunidad de San Cristóbal a la gran quema que harán el primero de enero, a la una de la madrugada, para dar tiempo a que las familias reciban el Año Nuevo en sus casas.
En la calle 9 con carrera 18, un burro con un bigote bastante grande llama la atención como figura de Año Viejo que se quema esta noche. El jumento, de metro 60 de alto por uno 50 de ancho, aproximadamente, que está rodeado de paja, tiene un letrero que advierte: “Me queman esta noche por burro”. De cómo lo eligieron, Mayely Abril Barrientos, explicó que es tradición en la familia quemar el Año Viejo en esa comunidad. “Todos los años armamos muñecos diferentes y para escogerlo nos reunimos y este año todos decidieron que fuera un burro, el burrito sabanero. Todos piensan que es un tema político, pero no lo es, casi todo el mundo pregunta y se sonríe, pero no fue hecho con ningún trasfondo, el bigote que le pusieron es grande, como el del presidente Maduro, y por eso la gente cree que es por Maduro, pero que todo el mundo agarre la idea como quiera, como la persona quiera interpretar al animal” –dijo-.
El monstruo Frankenstein, de Hotel Transylvania 2, fue el personaje elegido para figura del Año Viejo de las familias Colmenares, González, Sánchez y Torres. Esta noche lo verán arder en la calle 4, lote G, de Pirineos 1, en una figura de tres metros de alto por dos 40 de ancho. “Elegimos a Frankenstein porque trabajamos con la temática de las películas que estén de moda en el año, no nos gusta nada de política, trabajamos con algo que le guste a los niños y que haya salido para ellos este año. Lo hacemos mediante votación, todos escogemos un personaje y el que obtenga la mayoría de votos, es el ganador, hasta hace cinco años hacíamos el Año Viejo tradicional, pero decidimos innovar y aunque sale costosa, porque la estructura es de metal y hay que ponerle malla, el gasto es considerable, pero toda la familia hace su aporte económico y en trabajo” –dijo Alexandra Torres-.
¿Quién no conoce los minions, pequeñas criaturas que tienen forma de píldora, de color amarillo y que según las críticas, son la segunda cinta animada más taquillera de la historia? Quien no los conocía, este fin de año no solamente conocieron a esas criaturas sino también a Gru, el protagonista de Mi villano favorito, gracias a la creatividad de la gente de la carrera 9 con calle 2, del barrio Guzmán Blanco, como Walter Vivas y Erick Porras, quienes junto a un grupo de muchachos lograron hacer un Gru de 4 metros de altura por dos metros de ancho, de cartón, papel periódico y otros materiales reciclables. El martes los visitó Angie Santander, candidata de la Fiss 2016, quien los ayudó a recoger plata para el Año Viejo, mientras la filmaba Yesenia Morales y la gente de Línea Creativa, que graba unos micros para la Feria Internacional de San Sebastián, para rescatar las tradiciones del Táchira. Erick explicó que Gru es el villano de la película y los minions son sus secuaces, “pero más que ser malos, son chistosos, es una comiquita que le gusta a los niños y el propósito es que los niños disfruten, que vengan con sus padres a tomarse fotos, por eso escogimos esa comiquita que está de moda”. A pesar de que usaron material reciclable, el villano les costó 20 mil bolívares, por lo que cuando se le preguntó si le daba lástima quemar el muñeco, respondió que no. “Para eso lo hacemos, ese es el propósito, la quema del Año Viejo es una tradición de toda la vida, la hacemos desde que estábamos niños y ahora le vamos enseñando a los demás niños cómo se elabora”.
El hombre de piedra, el de la película de los cuatro fantásticos, es otro de los Año Viejo que llamó la atención. Elaborado por un equipo dirigido por Juan Carlos Molina y colocado en la calle principal de barrio Sucre, quienes pasaban no dejaban de tomarse una fotografía, de allí que hay una fotógrafa fotografiada, valga la redundancia. El coloso que esta noche ardera con el fin de año y comienzo del Año Nuevo, mide más de tres metros de altura.
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