Cuando los comunistas protestaban
En Cuba hubo libertad de prensa, incluso para los enemigos de la democracia
lunes, diciembre 21, 2015 | Tania Díaz Castro
Cartel que anunciaba la sede del Partido Socialista Popular (foto tomada de internet)
LA HABANA, Cuba.- Son los mismos viejos comunistas de la República, más los nuevos de la dictadura de hoy, que relatan, con pelos y señales, la libertad de prensa y de imprenta que se vivía en Cuba.Y como aún así protestaban.
Anécdotas hay muchas, pero una de las más conocidas se refiere a un artículo aparecido en la Revisa Mella, en agosto de 1950, escrito por Jorge Risquet Valdés, director del órgano y uno de los líderes del viejo partido comunista, por el cual fue llevado a juicio ese mismo mes.
En dicho artículo, le auguraba al presidente Carlos Prío Socarrás que sería desalojado de Palacio, a consecuencia de la violencia de las masas.
Así era siempre la propaganda comunista: agresiva, violenta, amenazante y ofensiva.
Pero gozaban de libertad, en este caso de libertad de prensa y de imprenta, y la portada de la revista no carecía de portadas polícroma, hasta con cinco colores.
Medio siglo después, el 15 de agosto del 2000, en las páginas de Juventud Rebelde (“Medio siglo para un artículo subversivo, por Luis Hernandez Serrano) el propio Risquet narraba cómo en aquel artículo le decía a Prío, “escrito en un tono muy fuerte y personalizado, que le pasaría lo mismo que a Machado”, y acompañado de una caricatura de Adigio Benítez, donde denigra al Presidente.
Lo más curioso de toda esta historia es conocer lo que expresó Risquet ese año 2000, cuando relata los pormenores del proceso judicial.
Explica al periodista de Juventud Rebelde que el juicio fue muy sencillo, porque el gobierno de Prío no radicó la causa por injuria al Presidente y que de haberse basado en que verdaderamente era una página de acusación directa contra Prío, seguramente hubiera aparecido en el Código Penal de la época algún artículo, para enviarlo a la cárcel.
Explica el comunista Risquet que la revista, como se hizo creer en el juicio, no era subversiva, puesto que en su machón aparecía que estaba acogida a la franquicia postal e inscripta como correspondencia de segunda clase en la Sección de Correos de La Habana, según lo establecido por las leyes vigentes.
Por último -¡no se sorprendan de nada!-, Risquet nos hace saber que “en realidad, los jueces de aquella época, en general, no tenían la intención de ser implacables y condenar a muchos años. Te ponían la pena mínima o te absolvían. En el juicio salimos libres y la revista siguió en la legalidad. Recuerdo que la portada del número que contenía el artículo era una aldea coreana bombardeada por los yanquis”.
El final del artículo de 1950, termina de forma espectacular. Acusaba al gobierno de Prío, entre otras cosas, por dividir a los sindicatos y por los pésimos salarios que recibían los trabajadores.
No sé si este comunista, ya muerto, vive en el limbo o en el cielo. Lo cierto es que, al parecer, ignora que bajo la dictadura comunista de Fidel Castro, la oposición pacífica perteneciente al Movimiento de los Derechos Humanos, la que es llamada mercenaria, nunca ha podido acogerse a la Franquicia Postal para publicar sus escritos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario