El 6D es apenas una oportunidad
ELIDES J. ROJAS L. | EL UNIVERSAL
miércoles 2 de diciembre de 2015 12:00 AM
Mucha gente está en esta época del año inquieta y a la expectativa, cuando apenas faltan algunos días para unas elecciones muy importantes en cualquier país normal como es elegir el Poder Legislativo, el Parlamento. El ala del Estado de donde salen las leyes, donde se define el marco jurídico de una nación, donde se establecen las reglas de juego generales, donde se nombran funcionarios clave de otros poderes, donde se controla a los otros poderes para que no cometan loqueteras, donde se hace contraloría para que nadie se robe la plata del pueblo. Es decir, es la médula de cualquier democracia. Pero, como decíamos antes, eso es así en un país normal. No en Venezuela.
En Venezuela no es así. Todo el mundo lo sabe. Aquí y afuera. Gobierno o Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial. Poder Moral que incluye otros poderes como la Fiscalía, la contraloría o la defensoría del pueblo. El Poder Electoral. Toda esa nomenclatura teórica que invade al mundo luego de la Revolución Francesa, en Venezuela es solamente letras. No existe una verdadera separación de poderes. Desde tiempos del difunto eso quedó amalgamado en una sola pieza. Todo es gobierno. Todo es chavismo. Todo es Cuba. Y ese es el problema fundamental del país. No hay salidas democráticas para nadie que tenga ideas diferentes. Ni siquiera tiene rincones o grietas donde respirar. Pues, además, la fuerza militar y otras instituciones también son parte del combo del poder. Eso es monolítico. Y así gobiernan y así se conduce al país. No hay oposición cierta e influyente. La única oposición que existe es la que está ahí para que asuma las culpas que le echa el Gobierno, a pesar de que Venezuela es toda suya, es del chavismo. Intenta, es verdad. Solo intenta, es lo que puede. Lo bueno y malo que pase, aunque digan que no desde las alturas, es culpa únicamente de los dueños de todo: el chavismo. Haga la prueba. Si tiene un problema comunicacional, jurídico, administrativo, político con el Gobierno recurra a algún tribunal, a la Fiscalía, al Defensor. Mire bien lo que va a pasar. Perderá de la manera más fea. No ganará nunca. Esos poderes no están ahí para hacer un Estado, para construir ciudadanía. Están para mantener a una cúpula en el poder. Nada más.
Y esa es la premisa de todo grupo de poder que se convierte en fuerza hegemónica. Jamás saldrán del poder fácilmente como lo establecen los libros, la razón, el bien común. No. No hay manera de que eso ocurra. Es una soga apretada. Son cadenas y grillos. Es muy poco el espacio y eso con muchos riesgos. Muy malo para los ciudadanos y muy bueno para la cúpula que se mantiene en la cúspide del poder y de la plata del país. Por eso jamás será fácil que esa situación cambie. Y menos si ni siquiera se intenta.
Ese es el punto central del 6D. Votar, independientemente de que el Poder Electoral sea parte del Gobierno, es al menos provocar el penalti, es generar la jugada. Quedarse por allá lejos rumiando la rabia, se agradece pero no ayuda de manera determinante. El 6D no es más que una oportunidad para comenzar a remodelar la casa y hacerla más decente. Más vivible, más sociable. Menos delictiva y menos antisocial.
Hay que votar. Ya el país está destruido económica y moralmente. ¿Quieren más? Rescatar a uno de los poderes del Estado es apenas el comienzo de un arduo trabajo que ninguno de nuestra generación podrá completar. Es más, nuestra generación fue parte del tractor destructor. Y mire que las cadenas están cada vez más pesadas y fastidiosas. Y tratar de manejarlas y llevarlas es cada vez más duro. Para todos. Chavistas y no chavistas.
Veremos como dijo el ciego Sócrates, un loco famoso de la plaza San Juan de Barquisimeto, el 21 de enero de 1958. Faltaban dos días para el derrumbe. Y no sabía. Tampoco lo veía.
@ejrl
En Venezuela no es así. Todo el mundo lo sabe. Aquí y afuera. Gobierno o Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial. Poder Moral que incluye otros poderes como la Fiscalía, la contraloría o la defensoría del pueblo. El Poder Electoral. Toda esa nomenclatura teórica que invade al mundo luego de la Revolución Francesa, en Venezuela es solamente letras. No existe una verdadera separación de poderes. Desde tiempos del difunto eso quedó amalgamado en una sola pieza. Todo es gobierno. Todo es chavismo. Todo es Cuba. Y ese es el problema fundamental del país. No hay salidas democráticas para nadie que tenga ideas diferentes. Ni siquiera tiene rincones o grietas donde respirar. Pues, además, la fuerza militar y otras instituciones también son parte del combo del poder. Eso es monolítico. Y así gobiernan y así se conduce al país. No hay oposición cierta e influyente. La única oposición que existe es la que está ahí para que asuma las culpas que le echa el Gobierno, a pesar de que Venezuela es toda suya, es del chavismo. Intenta, es verdad. Solo intenta, es lo que puede. Lo bueno y malo que pase, aunque digan que no desde las alturas, es culpa únicamente de los dueños de todo: el chavismo. Haga la prueba. Si tiene un problema comunicacional, jurídico, administrativo, político con el Gobierno recurra a algún tribunal, a la Fiscalía, al Defensor. Mire bien lo que va a pasar. Perderá de la manera más fea. No ganará nunca. Esos poderes no están ahí para hacer un Estado, para construir ciudadanía. Están para mantener a una cúpula en el poder. Nada más.
Y esa es la premisa de todo grupo de poder que se convierte en fuerza hegemónica. Jamás saldrán del poder fácilmente como lo establecen los libros, la razón, el bien común. No. No hay manera de que eso ocurra. Es una soga apretada. Son cadenas y grillos. Es muy poco el espacio y eso con muchos riesgos. Muy malo para los ciudadanos y muy bueno para la cúpula que se mantiene en la cúspide del poder y de la plata del país. Por eso jamás será fácil que esa situación cambie. Y menos si ni siquiera se intenta.
Ese es el punto central del 6D. Votar, independientemente de que el Poder Electoral sea parte del Gobierno, es al menos provocar el penalti, es generar la jugada. Quedarse por allá lejos rumiando la rabia, se agradece pero no ayuda de manera determinante. El 6D no es más que una oportunidad para comenzar a remodelar la casa y hacerla más decente. Más vivible, más sociable. Menos delictiva y menos antisocial.
Hay que votar. Ya el país está destruido económica y moralmente. ¿Quieren más? Rescatar a uno de los poderes del Estado es apenas el comienzo de un arduo trabajo que ninguno de nuestra generación podrá completar. Es más, nuestra generación fue parte del tractor destructor. Y mire que las cadenas están cada vez más pesadas y fastidiosas. Y tratar de manejarlas y llevarlas es cada vez más duro. Para todos. Chavistas y no chavistas.
Veremos como dijo el ciego Sócrates, un loco famoso de la plaza San Juan de Barquisimeto, el 21 de enero de 1958. Faltaban dos días para el derrumbe. Y no sabía. Tampoco lo veía.
@ejrl
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