La fábrica de esbirros de Fidel Castro
Todos los opositores que han pasado por las mazmorras de Villa Marista conocen el trato del MININT
miércoles, diciembre 30, 2015 | Vladimiro Roca
diario de cubanet
Ramiro Valdés, ex Ministro del Interior, junto a Fidel Castro (foto tomada de Internet)
TAMPA, Estados Unidos.- La formación de corte fascista de los hermanos Castro los ha llevado a crear una fábrica de esbirros desde las propias instancias del Estado y del Gobierno, contrario a lo que norma la llamada Constitución Socialista, que nunca han respetado ni respetarán. De hacerlo, sería su final.Esta conclusión no es pura especulación o algo basado en el desarrollo de los acontecimientos actuales en Cuba, sino que está sustentada en hechos concretos de los cuales fui testigo directo.
El primero de ellos ocurrió a fines del año 1972. Gudelia Piñeiro, mi segunda esposa, fallecida en 1988, había comenzado a trabajar en el Ministerio del Interior (MININT) como analista en la Dirección de Selección de Cuadros. Ella recibía los expedientes de las personas que estaban en trámite de ser admitidos, los analizaba y después daba sus conclusiones si se debía continuar o no con las diligencias de admisión de los aspirantes. En algunos casos citaba a los candidatos para una entrevista, con el propósito de tener más elementos para tomar una decisión bien fundamentada.
No fueron pocos los casos en que argumentó una recomendación de rechazo. En seis específicos, la conclusión fue que bajo ningún concepto debían pertenecer al MININT.
Pasado un tiempo, se encontró a cuatro de estos seis aspirantes formando parte del Departamento de la Seguridad del Estado. Sí, la conocida Villa Marista.
Gudelia fue inmediatamente a ver a su jefe y le planteó la situación, pues estos cuatro personajes habían sido rechazados por carecer de principios y estar desequilibrados desde el punto de vista psíquico.
El jefe le respondió que iba a tomar cartas en el asunto, y así fue, a las dos semanas ella fue trasladada para la dirección provincial de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). Y las personas en cuestión siguieron en el MININT.
El trabajo que Gudelia realizaba lo tenían en cuenta, no para atender a su recomendación, sino todo lo contrario, ¡admitirlos! Pues eran sujetos que podían ser manipulados y utilizados en cualquier bajeza que se le ocurriera a los jefes.
Todos los opositores que han pasado por las mazmorras de Villa Marista conocen el trato dado por estos esbirros reclutados y preparados por el MININT.
La otra experiencia fue en el año 1979, ya se recibían las personas de la comunidad cubana en Estados Unidos y estos viajes habían calentado la situación interna, sobre todo entre los militantes del Partido Comunista de Cuba (PCC), que tenían la orientación de Fidel Castro de recibir a los ‘compatriotas’ y tratarlos bien.
Pues en una ocasión, el Comité de Defensa de la Revolución (CDR) de la cuadra donde yo residía, convocó a una reunión de vigilancia con un represor de la Sección 21 de la Seguridad del Estado, que es el Departamento de Enfrentamiento a la Contrarrevolución. Con el oficial en cuestión me encontraría varias veces más en otras situaciones.
El encuentro fue para plantear que Fidel Castro había orientado la creación de las Brigadas de Respuesta Rápida para enfrentar a aquellos que estaban invocando los Derechos Humanos y que la fuerza pública fuera la que los reprimiera. Así el régimen podría librarse así de las posibles denuncias sobre violaciones que se estaban produciendo en la desaparecida Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y que trajeron como consecuencias que el gobierno castrista fuera condenado.
La orientación, en definitivas cuentas, fue la creación de una organización paramilitar, a semejanza de los Camisas Negras de Mussolini o las Camisas Pardas de Hitler, para reprimir a los que se opusieran a su dictadura, buscando comprometer a la población con la coerción y degradar su moral, para poder controlarlos mejor.
En 1980, las Brigadas de Respuesta Rápida fueron utilizadas para los famosos “mítines de repudio” contra los que entraron en la embajada de Perú y después decidieron marcharse del país. Tal práctica fue muy parecida a los ‘pogromos’ organizados por los zaristas rusos contra los judíos. Mi padre, Blas Roca Calderío, al ver en el Noticiero de Televisión escenas de las Brigadas actuando, dijo: “Coño, pero eso es fascismo”.
Así es como los hermanos Castro rinden homenaje a sus ‘héroes’ de la infancia: Primo de Rivera, Benito Mussolini y Adolfo Hitler. Todos ellos han sido lo peor como gobernantes para sus respectivos pueblos, solo superados por su sobresaliente alumno, el genio del mal: Fidel Castro Ruz.
(Vladimiro Roca, residente en Cuba, se encuentra de visita en Estados Unidos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario