Obispos exigen “respeto” para la nueva AN
“… Inventar figuras de gestión que no están enmarcada en el texto constitucional es un desafuero y un signo de impotencia y angustia ante el futuro. Ante esta grave actitud recordamos que la Constitución Nacional exige el respeto real y efectivo a los resultados electorales. No se puede entrabar ni mucho menos impedir la instalación y funcionamiento de la nueva Asamblea. …”
23 DE DICIEMBRE 2015 - 12:35 PM
(ACI).- La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), llamó a todos los sectores del país, el gobierno y también las fuerzas armadas, respetar la voluntad popular que el 6 de diciembre eligió una nueva Asamblea Nacional, cuya instalación y funcionamiento a partir del 5 de enero “no se puede entrabar ni mucho menos impedir”.
Los obispos hicieron este llamado a través de un comunicado en el que advirtieron que “un rechazo a la conformación de la nueva Asamblea Nacional, es un rechazo al pueblo soberano y sus decisiones”; y que “inventar figuras de gestión que no están enmarcada en el texto constitucional es un desafuero y un signo de impotencia y angustia ante el futuro”.
“Ante esta grave actitud recordamos que la Constitución Nacional exige el respeto real y efectivo a los resultados electorales”, señalaron en su texto del 18 de diciembre.
El Episcopado destacó “la labor de humildes y abnegados servidores públicos activos en las bases del Poder Electoral, como también de la gran mayoría de los integrantes de la Fuerzas Armada Nacional Bolivariana tanto por su participación en el Plan República como mediante la oportuna intervención del Alto Mando Militar”, que ayudó a mantener la calma y al “reconocimiento de los resultados electorales por los diversos entes políticos y la ciudadanía”.
En ese sentido indicó que la jornada del 6 de diciembre “puede dar origen a una nueva etapa en el camino político-social del país, aunque somos conscientes de que, la elección de una nueva Asamblea Nacional no producirá un cambio inmediato ni en la economía nacional, bajo el control del Poder Ejecutivo, ni en ciertas actitudes de relacionamiento institucional”.
“Hay sin embargo, otros aspectos de la vida social y política que son competencia de la Asamblea Nacional, como la de ser foro idóneo de diálogo e intercambio para mantener el respeto de los derechos de las personas y comunidades y la consecuente elevación moral de la vida pública, no incluyendo en su agenda legislativa propuestas que atenten contra la vida como el aborto y la eutanasia, ni contra la integridad del matrimonio y la familia”, señalaron.
Los obispos advirtieron que “la situación global del país sigue siendo grave, porque, entre otras razones, unas son las necesidades y expectativas del pueblo y otras, muy diferentes, las opciones político-económicas del Gobierno”.
“La reactivación económica tomará su tiempo y requerirá la participación de todos”, pues los expertos dicen que serán necesarias “medidas que pueden resultar impopulares” por su exigencia. Por ello, pidieron “políticas de atención hacia los más necesitados” para evitar “el riesgo de una reacción violenta de la población como válvula de escape ante el sufrimiento, la carestía, el prolongado desabastecimiento, la inseguridad y la ineficiencia gubernamental, males que vienen de años pasados”.
“Es responsabilidad de los distintos poderes del Estado, principalmente el Ejecutivo, propiciar éticamente los cambios necesarios y pertinentes en la economía, la seguridad ciudadana, los programas sociales y los servicios de atención a las comunidades en salud, alimentación, vivienda y educación, asignándole los recursos necesarios para su funcionamiento en pro del bienestar de la población”.
Los obispos recordaron a los cristianos su “responsabilidad ética en la solución de los problemas del país, cada uno a su nivel de influencia; no basta con el voto, sino que hay que ir más allá: al compromiso permanente por el Bien Común”.
En ese sentido recordaron las palabras del Papa Francisco cuando expresa que “nadie puede exigirnos que ‘releguemos la religión a la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los ciudadanos’”.
“Que la Navidad ya próxima y este Año Santo de la Misericordia nos sirvan para seguir trabajando lealmente por el bienestar del País y el fortalecimiento de la democracia desde la perspectiva de la misericordia. Para ello nos acompañe María, la Madre de Jesús, la Reina de la Paz”, concluyó el comunicado.
TEXTO DEL COMUNICADO
1. La Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana felicita al pueblo de Venezuela por el ejemplo de responsabilidad y compromiso cívicos demostrados en la Jornada Electoral del pasado 06 de Diciembre.
2. Esta Jornada Electoral puede dar origen a una nueva etapa en el camino político-social del país, aunque somos conscientes de que, la elección de una nueva Asamblea Nacional no producirá un cambio inmediato ni en la economía nacional, bajo el control del Poder Ejecutivo, ni en ciertas actitudes de relacionamiento institucional.
A ella corresponderá, dentro del marco de la Ley y de los reglamentos a la par de la tarea legislativa, designar a los representantes de los poderes públicos y ejercer la función de control, en particular, del gasto público del Gobierno.
Hay sin embargo, otros aspectos de la vida social y política que son competencia de la Asamblea Nacional, como la de ser foro idóneo de diálogo e intercambio para mantener el respeto de los derechos de las personas y comunidades y la consecuente elevación moral de la vida pública, no incluyendo en su agenda legislativa propuestas que atenten contra la vida como el aborto y la eutanasia, ni contra la integridad del matrimonio y la familia.
3. La situación global del país sigue siendo grave, porque, entre otras razones, unas son las necesidades y expectativas del pueblo y otras, muy diferentes, las opciones político - económicas del Gobierno. La reactivación económica tomará su tiempo y requerirá la participación de todos. Según los expertos en la materia, exigirá adoptar medidas que pueden resultar impopulares, por necesarias y exigentes. Sabemos por experiencia que las mismas, si no van acompañadas de políticas de atención hacia los más necesitados, pueden llevar consigo el riesgo de una reacción violenta de la población como válvula de escape ante el sufrimiento, la carestía, el prolongado desabastecimiento, la inseguridad y la ineficiencia gubernamental, males que vienen de años pasados.
Es responsabilidad de los distintos poderes del Estado, principalmente el Ejecutivo, propiciar éticamente los cambios necesarios y pertinentes en la economía, la seguridad ciudadana, los programas sociales y los servicios de atención a las comunidades en salud, alimentación, vivienda y educación, asignándole los recursos necesarios para su funcionamiento en pro del bienestar de la población.
4. El desarrollo cívico, pacífico y ejemplar de la jornada electoral, contó con el acompañamiento responsable de diversas organizaciones e instituciones. En justicia debemos reconocer la labor de humildes y abnegados servidores públicos activos en las bases del Poder Electoral, como también de la gran mayoría de los integrantes de la Fuerzas Armada Nacional Bolivariana tanto por su participación en el Plan República como mediante la oportuna intervención del Alto Mando Militar. Ambas actuaciones puntuales 2 contribuyeron a mantener la calma que reinó en el país, al igual que el reconocimiento de los resultados electorales por los diversos entes políticos y la ciudadanía.
5. Todos los cristianos tenemos responsabilidad ética en la solución de los problemas del país, cada uno a su nivel de influencia; no basta con el voto, sino que hay que ir más allá: al compromiso permanente por el Bien Común. Por eso, hacemos nuestras las palabras del Papa Francisco cuando expresa que “nadie puede exigirnos que “releguemos la religión a la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los ciudadanos” (La Alegría del Evangelio No. 183).
6. Consideramos que el ente Rector electoral ha hablado y ha dado los nombres de quienes han sido elegidos y las cifras de los resultados de los comicios, como lo ha hecho en otras elecciones.
Como Poder independiente tiene estas facultades que deben ser respetadas por todos, comenzando por el Poder Ejecutivo y Legislativo. Un rechazo a la conformación de la nueva Asamblea Nacional, es un rechazo al pueblo soberano y sus decisiones. Inventar figuras de gestión que no están enmarcada en el texto constitucional es un desafuero y un signo de impotencia y angustia ante el futuro. Ante esta grave actitud recordamos que la Constitución Nacional exige el respeto real y efectivo a los resultados electorales. No se puede entrabar ni mucho menos impedir la instalación y funcionamiento de la nueva Asamblea. En este sentido es preciso el respeto institucional de todos los sectores del País, también de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a la expresión de la voluntad del electorado venezolano expresada en las elecciones del 6 de Diciembre.
7. Que la Navidad ya próxima y este Año Santo de la Misericordia nos sirvan para seguir trabajando lealmente por el bienestar del País y el fortalecimiento de la democracia desde la perspectiva de la misericordia. Para ello nos acompañe María, la Madre de Jesús, la Reina de la Paz.
23 DE DICIEMBRE 2015 - 12:35 PM
(ACI).- La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), llamó a todos los sectores del país, el gobierno y también las fuerzas armadas, respetar la voluntad popular que el 6 de diciembre eligió una nueva Asamblea Nacional, cuya instalación y funcionamiento a partir del 5 de enero “no se puede entrabar ni mucho menos impedir”.
Los obispos hicieron este llamado a través de un comunicado en el que advirtieron que “un rechazo a la conformación de la nueva Asamblea Nacional, es un rechazo al pueblo soberano y sus decisiones”; y que “inventar figuras de gestión que no están enmarcada en el texto constitucional es un desafuero y un signo de impotencia y angustia ante el futuro”.
“Ante esta grave actitud recordamos que la Constitución Nacional exige el respeto real y efectivo a los resultados electorales”, señalaron en su texto del 18 de diciembre.
El Episcopado destacó “la labor de humildes y abnegados servidores públicos activos en las bases del Poder Electoral, como también de la gran mayoría de los integrantes de la Fuerzas Armada Nacional Bolivariana tanto por su participación en el Plan República como mediante la oportuna intervención del Alto Mando Militar”, que ayudó a mantener la calma y al “reconocimiento de los resultados electorales por los diversos entes políticos y la ciudadanía”.
En ese sentido indicó que la jornada del 6 de diciembre “puede dar origen a una nueva etapa en el camino político-social del país, aunque somos conscientes de que, la elección de una nueva Asamblea Nacional no producirá un cambio inmediato ni en la economía nacional, bajo el control del Poder Ejecutivo, ni en ciertas actitudes de relacionamiento institucional”.
“Hay sin embargo, otros aspectos de la vida social y política que son competencia de la Asamblea Nacional, como la de ser foro idóneo de diálogo e intercambio para mantener el respeto de los derechos de las personas y comunidades y la consecuente elevación moral de la vida pública, no incluyendo en su agenda legislativa propuestas que atenten contra la vida como el aborto y la eutanasia, ni contra la integridad del matrimonio y la familia”, señalaron.
Los obispos advirtieron que “la situación global del país sigue siendo grave, porque, entre otras razones, unas son las necesidades y expectativas del pueblo y otras, muy diferentes, las opciones político-económicas del Gobierno”.
“La reactivación económica tomará su tiempo y requerirá la participación de todos”, pues los expertos dicen que serán necesarias “medidas que pueden resultar impopulares” por su exigencia. Por ello, pidieron “políticas de atención hacia los más necesitados” para evitar “el riesgo de una reacción violenta de la población como válvula de escape ante el sufrimiento, la carestía, el prolongado desabastecimiento, la inseguridad y la ineficiencia gubernamental, males que vienen de años pasados”.
“Es responsabilidad de los distintos poderes del Estado, principalmente el Ejecutivo, propiciar éticamente los cambios necesarios y pertinentes en la economía, la seguridad ciudadana, los programas sociales y los servicios de atención a las comunidades en salud, alimentación, vivienda y educación, asignándole los recursos necesarios para su funcionamiento en pro del bienestar de la población”.
Los obispos recordaron a los cristianos su “responsabilidad ética en la solución de los problemas del país, cada uno a su nivel de influencia; no basta con el voto, sino que hay que ir más allá: al compromiso permanente por el Bien Común”.
En ese sentido recordaron las palabras del Papa Francisco cuando expresa que “nadie puede exigirnos que ‘releguemos la religión a la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los ciudadanos’”.
“Que la Navidad ya próxima y este Año Santo de la Misericordia nos sirvan para seguir trabajando lealmente por el bienestar del País y el fortalecimiento de la democracia desde la perspectiva de la misericordia. Para ello nos acompañe María, la Madre de Jesús, la Reina de la Paz”, concluyó el comunicado.
TEXTO DEL COMUNICADO
1. La Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana felicita al pueblo de Venezuela por el ejemplo de responsabilidad y compromiso cívicos demostrados en la Jornada Electoral del pasado 06 de Diciembre.
2. Esta Jornada Electoral puede dar origen a una nueva etapa en el camino político-social del país, aunque somos conscientes de que, la elección de una nueva Asamblea Nacional no producirá un cambio inmediato ni en la economía nacional, bajo el control del Poder Ejecutivo, ni en ciertas actitudes de relacionamiento institucional.
A ella corresponderá, dentro del marco de la Ley y de los reglamentos a la par de la tarea legislativa, designar a los representantes de los poderes públicos y ejercer la función de control, en particular, del gasto público del Gobierno.
Hay sin embargo, otros aspectos de la vida social y política que son competencia de la Asamblea Nacional, como la de ser foro idóneo de diálogo e intercambio para mantener el respeto de los derechos de las personas y comunidades y la consecuente elevación moral de la vida pública, no incluyendo en su agenda legislativa propuestas que atenten contra la vida como el aborto y la eutanasia, ni contra la integridad del matrimonio y la familia.
3. La situación global del país sigue siendo grave, porque, entre otras razones, unas son las necesidades y expectativas del pueblo y otras, muy diferentes, las opciones político - económicas del Gobierno. La reactivación económica tomará su tiempo y requerirá la participación de todos. Según los expertos en la materia, exigirá adoptar medidas que pueden resultar impopulares, por necesarias y exigentes. Sabemos por experiencia que las mismas, si no van acompañadas de políticas de atención hacia los más necesitados, pueden llevar consigo el riesgo de una reacción violenta de la población como válvula de escape ante el sufrimiento, la carestía, el prolongado desabastecimiento, la inseguridad y la ineficiencia gubernamental, males que vienen de años pasados.
Es responsabilidad de los distintos poderes del Estado, principalmente el Ejecutivo, propiciar éticamente los cambios necesarios y pertinentes en la economía, la seguridad ciudadana, los programas sociales y los servicios de atención a las comunidades en salud, alimentación, vivienda y educación, asignándole los recursos necesarios para su funcionamiento en pro del bienestar de la población.
4. El desarrollo cívico, pacífico y ejemplar de la jornada electoral, contó con el acompañamiento responsable de diversas organizaciones e instituciones. En justicia debemos reconocer la labor de humildes y abnegados servidores públicos activos en las bases del Poder Electoral, como también de la gran mayoría de los integrantes de la Fuerzas Armada Nacional Bolivariana tanto por su participación en el Plan República como mediante la oportuna intervención del Alto Mando Militar. Ambas actuaciones puntuales 2 contribuyeron a mantener la calma que reinó en el país, al igual que el reconocimiento de los resultados electorales por los diversos entes políticos y la ciudadanía.
5. Todos los cristianos tenemos responsabilidad ética en la solución de los problemas del país, cada uno a su nivel de influencia; no basta con el voto, sino que hay que ir más allá: al compromiso permanente por el Bien Común. Por eso, hacemos nuestras las palabras del Papa Francisco cuando expresa que “nadie puede exigirnos que “releguemos la religión a la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los ciudadanos” (La Alegría del Evangelio No. 183).
6. Consideramos que el ente Rector electoral ha hablado y ha dado los nombres de quienes han sido elegidos y las cifras de los resultados de los comicios, como lo ha hecho en otras elecciones.
Como Poder independiente tiene estas facultades que deben ser respetadas por todos, comenzando por el Poder Ejecutivo y Legislativo. Un rechazo a la conformación de la nueva Asamblea Nacional, es un rechazo al pueblo soberano y sus decisiones. Inventar figuras de gestión que no están enmarcada en el texto constitucional es un desafuero y un signo de impotencia y angustia ante el futuro. Ante esta grave actitud recordamos que la Constitución Nacional exige el respeto real y efectivo a los resultados electorales. No se puede entrabar ni mucho menos impedir la instalación y funcionamiento de la nueva Asamblea. En este sentido es preciso el respeto institucional de todos los sectores del País, también de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a la expresión de la voluntad del electorado venezolano expresada en las elecciones del 6 de Diciembre.
7. Que la Navidad ya próxima y este Año Santo de la Misericordia nos sirvan para seguir trabajando lealmente por el bienestar del País y el fortalecimiento de la democracia desde la perspectiva de la misericordia. Para ello nos acompañe María, la Madre de Jesús, la Reina de la Paz.
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