Quito es la capital del Ecuador que posee varios santuarios marianos, entre ellos el de María Santísima del Buen Suceso, capilla del Convento de la Inmaculada Concepción.
El origen de este santuario remonta a las asombrosas revelaciones que recibió la Madre Mariana de Jesús Torres (1553-1635), que fue Abadesa y una de las fundadoras del Monasterio de la Inmaculada Concepción en Quito. Entre 1588 y 1634, la Madre Mariana de Jesús Torres fue bendecida por varias apariciones de la Virgen María.
Después de la aparición del 2 de febrero de 1610, la Virgen María condenó la Masonería y anunció a la Madre Mariana las graves persecuciones que la secta masónica infligiría a la Iglesia en el Siglo XX. La vidente ofreció su vida en reparación de las faltas de piedad del siglo XX
La devoción a Nuestra Señora del Buen Suceso fue aprobada por todos los obispos de Quito el 2 de febrero de 1611. La causa de beatificación de la Madre Mariana de Jesús Torres fue abierta el 8 de agosto de 1986, por el arzobispo de Quito.
En 1991 la capilla del Convento de la Inmaculada Concepción fue declarada santuario mariano de la arquidiócesis de Quito
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