Sebastiana Barraez: El Presidente y los militares
FANB. Es la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Se le agitan las aguas. Hay un reagrupamiento de fuerzas y liderazgos internos. Uno de ellos impulsa al general Néstor Reverol para el Ministerio de la Defensa, pero luce desinflado ahora por las denuncias contra él en medios internacionales. Pero fuera de la FANB también se activaron grupos militares. Por una parte los del 4F y los llamados Centauros hablan de impulsar el liderazgo político de Miguel Rodríguez Torres. Quienes se han activado también son militares que participaron el 11-A y varios de los exiliados. El presidente Nicolás Maduro lo sabe, y por ello ratifica a Padrino López como titular castrense. Trata de no agitar las aguas y de afianzarse con un oficial de su confianza.
Hospital. Es el Militar Carlos Arvelo en Caracas. No tiene reactivos para la prueba de troponina. El Tcnel. retirado de la aviación (R) Amable Antonio Viloria Díaz cuenta lo vivido. En julio fue a emergencia por un dolor precordial. Para determinar si el dolor fue producto de un infarto necesitaban la prueba de la enzima troponina, que mide los niveles de las proteínas troponina t y troponina i en la sangre, que se secretan cuando el miocardio resulta dañado, como con un ataque cardíaco. Los laboratorios del hospital militar y de otros carecen del reactivo. Hay que llevar con urgencia la muestra de sangre a laboratorios privados. Ahí comienza el calvario. Si no consigue a tiempo un laboratorio, la sangre se coagula. Los resultados los entregan a las 2 horas. Son dos pruebas. Donde consiguió la primera vez, no había la segunda. Así le sucedió dos veces. Hay laboratorios que no hacen la prueba porque la tapa del tubo que contenía la sangre tenía que ser de color rojo y la rechazaron porque era morada. Hay laboratorios que no aceptan tarjetas ni cheques.
TIFM. Es el Territorio Insular Francisco Miranda. Su administración amerita ser investigada. Un parque solar que no genera electricidad instalado en su totalidad, una planta potabilizadora de agua comprada con premura en mayo 2014, no instalada, obras inconclusas a granel y una gobernación del TIFM que funciona en el piso 22 de Torre Latina en Caracas con mucho lujo, mientras la población roqueña sufre los embates de esa gestión.
Ruta. Es la del contrabando entre Táchira y Apure. Es territorio de las guerrilleras FBL-FPLN y al ELN. La mercancía se desvía por El Piñal (Táchira), pasa por la policía de El Piñal, luego por el puesto de la Guardia Nacional en La Morita, sigue hasta otro punto fijo de la policía, más adelante está la Guardia Nacional del Jordán en límites de Táchira con Apure. Pero la carga sigue, vía río Burguas, donde los camiones de carga se convierten en 750. Los cisternas de gasolina de Pdvsa se convierten en 750 con tanques adaptados, propiedad de alias El Cherry, contrabandista de combustible. Él tiene sociedad con alias Tatuco, Tabique y un general del ejército retirado.
Última Hora
–Desvalijan alcaldía de Rafael Urdaneta (Táchira). El alcalde decretó, con apoyo de concejales, traspasar los camiones de la alcaldía a empresas mixtas.
–Una auditoría en Alunasa Costa Rica obligó al gerente anterior a firmar saldo rojo a cambio de no ir preso y pagó una alta suma por su libertad.
–Yo, al igual que la gran mayoría de los venezolanos, respetamos y admiramos a Simón Bolívar. Es El Libertador de cinco naciones.
–Diosdado dijo que leyes que aprueba AN, caso la de Amnistía, no saldrá en Gaceta. ¿Decretaron una dictadura que hacen lo que les viene en gana?
–Les debo la explicación de por qué fue tan dura la derrota del Psuv en Táchira.
Alerta. Es la que hace el ex diputado por Guárico y médico cardiólogo Ángel Landaeta. Hace meses solicitó a la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional investigar la efectividad de algunos medicamentos antihipertensivos tales como como valsartan, losartan potasico, captopril, bisoprolol, entre otros. “En la práctica clínica no demostraban el efecto deseado, pues debe aumentarse la dosis periódicamente o agregar otros antihipertensivos al paciente, haciendo más costoso el tratamiento y con efectos secundarios para esta enfermedad causante de ACV e infartos (principal causa de muerte en el país)”. No discrimina el doctor Landaeta entre genéricos o de marca registrada. Él realizó una investigación clínica, durante 5 años. “En los resultados preliminares se demuestra que tales medicamentos no tenían el efecto deseado, en comparación con las mismas dosis de medicamentos de fabricación europea que empleé en mi estudio y cuya calidad es controlada por la Comisión Europea de Medicamentos similar a la FDA de los Estados Unidos”. Asegura que aun teniendo la dosis completa del medicamento (principio activo importado) en miligramos, el fármaco no dura el tiempo necesario en el organismo para cumplir con el efecto deseado, es decir 8 horas, 12 horas, 24 horas en sangre. ¿La razón? “No contiene algunos aditamentos o agregados que generalmente son costosos (nanotecnología) que los laboratorios fabricantes no los agregan, para tener más ganancia”. Dice el doctor Landaeta que eso ocurre no sólo en Venezuela, sino en países pobres o controlados por los grandes laboratorios, que se liberan del control estricto de la FDA u otros organismos internacionales de control de calidad, entre ellos la Comisión Europea o los laboratorios de calidad de La India, “que son los mejores del mundo y no permiten esta estafa al usuario o paciente”. En Venezuela el “control” lo hace teóricamente el Ministerio de Salud a través del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel. Landaeta explica que para hacer control real deben chequearse tres parámetros fundamentales: La Biodisponibilidad (medicamento en sangre en cantidad suficiente para hacer el efecto requerido), Bioequivalencia (que el medicamento haga el efecto requerido a la dosis estimada a otro similar) y Dosis bajo la curva del tiempo (tiempo en que el medicamento hace su efecto en horas 6, 8, 12, 24, etc.). Ello se realiza con laboratorios de investigación adecuados. “En Venezuela, ni siquiera en el Instituto Nacional de Higiene, hay algún laboratorio para detectar la calidad de los medicamentos y sólo se basan en la farmacopea o información que le da el mismo laboratorio que fabrica la medicina. El control de calidad se basa sólo en observaciones o denuncias que se hagan en la página web del instituto, pero se pierde en la burocracia y nunca responden. Es decir, no hay ningún control de calidad en Venezuela”. Los pacientes hipertensos requieren más medicamentos a mayor costo y se ha incrementado las cifras de ACV e infartos. “Los médicos sólo podemos hacer estudios clínicos (tomando la tensión, o con el monitoreo ambulatorio y exámenes de laboratorio), porque la investigación de biodisponibilidad, bioequivalencia, dosis bajo la curva, son muy costosos y sólo los gobiernos o los grandes laboratorios lo pueden hacer”. Estaríamos entonces ante un grave problema económico (incremento de costo para los pacientes más hospitalización), de salud y social (aumentan los discapacitados y muertes). Es un tema para ser tratado científica y políticamente. Los únicos que hacen un intento para aportar soluciones es el IVIC (Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas), organizando un incipiente laboratorio, con sus escasos recursos, para determinar la bioequivalencia. La Comisión de Salud de la Asamblea Nacional no actuó ante la grave denuncia que el doctor Landaeta hizo ante la misma.
Nervo. Es Amado, el poeta mexicano que murió, el 24 de mayo de 1919, a los 48 años de edad y que un día escribió: “Por esa puerta huyo, diciendo: ‘¡Nunca!’/ Por esa puerta ha de volver un día…/ Al cerrar esa puerta, dejó trunca/ la hebra de oro de la esperanza mía./ Por esa puerta ha de volver un día…/ Cada vez que el impulso de la brisa,/ como una mano débil, indecisa,/ levemente sacude la vidriera,/ palpita más a prisa, más a prisa,/ mi corazón cobarde que la espera”.
Fuente: QUINTO DÍA, 08-01-2016
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