Los coptos están profundamente convencidos de la misión mediadora de María y precisan que ella es la intermediaria entre Cristo y las criaturas dignas de la gracia divina.
Según los textos de la tradición copta, del que les presentamos un extracto, Jesús y María habrían concluido un pacto en el cual Jesús concede la liberación de las faltas al que invoque el nombre de María y celebre su memoria.
“Este pacto de misericordia es el nombre de Nuestra Señora, la Santa Virgen María, Madre de Dios. Cuando este pacto es invocado, tiembla desde los cielos hasta las profundidades de la tierra, hasta los cimientos del sepulcro. Las alas de los ángeles son sacudidas por el miedo como las hojas por el viento.
Cuando se invoca este nombre, no solamente las creaturas tienen miedo, sino que nuestro Señor y Salvador, su Hijo, que tiene entre sus manos todo el poder, y pronuncia delante del pecador el juicio castigador, cuando escucha el nombre de la Virgen escrito en color del pacto en la frente de los pecadores, abandona con clemencia la sala del juicio y deja la sentencia”.
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