¿Qué decir de la prensa cubana en su día?

¿Qué decir de la prensa cubana en su día?

A 124 años del lanzamiento del periódico Patria, el periodismo en la isla espera todavía por un tiempo mejor

lunes, marzo 14, 2016 | Roberto Jesús Quiñones Haces

DIARIO DE CUBANET

(EFE)

GUANTÁNAMO, Cuba.- A tropezones, el periodismo cubano desde Martí hasta hoy, se ha esforzado por narrar la historia de nuestra isla, y ha contado, la mayoría de las veces, hasta donde le han dejado contar.
La trayectoria de la prensa cubana tiene en José Martí a uno de sus primeros protagonistas. Lúcido como pocos y de una entereza extraordinaria, el Apóstol es —más que ese misterio que nos acompaña, según la ambigua expresión de Lezama Lima—,un paradigma que, a pesar de todas las manipulaciones del régimen cubano, siempre termina imponiéndose.
Poeta sensible y trascendente como pocos, el hombre sensible, culto y digno que lo entregó todo por Cuba usó la palabra, como acertadamente dijo en una ocasión, para decir la verdad, no para ocultarla. En ese ejercicio buscó la unidad de todos los cubanos para alcanzar su anhelo de una república con todos y para el bien de todos, donde ningún individuo, partido o grupo de poder se enseñoreara sobre otros, como ha ocurrido desde 1959 hasta hoy.
Patria, un periódico para decir la verdad
Durante la gestación del Partido Revolucionario Cubano varios patriotas lamentaban no contar con un periódico. Tiempo después, el dinero para tal empresa pudo obtenerse gracias a la emigración cubana y, fundamentalmente, a los tabaqueros de Tampa. Así pudo publicarse, el 14 de marzo de 1892, el primer número de Patria en una tirada de 1500 ejemplares.
En ese número, Martí escribió que Patria había surgido para juntar y amar, y para vivir en la pasión de la verdad. El Apóstol fue la piedra angular del periódico al ser, a la vez que su director, corrector de estilo y redactor de hasta tres artículos para cada número. Alrededor de Patria logró nuclear a un colectivo conformado por patriotas de gran valía como Gonzalo de Quesada, Rafael Serra, Benjamín Guerra, Abelardo Agramonte, Tomás Estrada Palma, Manuel Sanguily, Manuel de la Cruz y el puertorriqueño Sotero Figueroa, quien varias veces tomó sobre sus hombros la publicación.
Fue en Patria donde Martí dio a conocer sus ideas sobre el periodismo, esbozo que ya había hecho en la Revista Universal de México en 1875, cuando escribió:“ No es el oficio de la prensa periódica informar ligera y frívolamente sobre los hechos que acaecen, o censurarlos con mayor suma de afecto o de adhesión. Toca a la prensa examinar, explicar, enseñar, guiar, tócale examinar los conflictos…”. También dejó constancia en ese primer número que era necesario dar a conocer los errores y deficiencias dentro de las filas independentistas.
Patria salió a la publicidad el 14 de marzo de 1892 con carácter semanal y desde el número 183, del 5 de octubre de 1895 y hasta su desaparición en 1898, quincenalmente.
Patria y la prensa oficialista cubana
Todos los años se celebra en Cuba la Jornada de la Prensa Oficialista Cubana, la cual culmina el 14 de marzo con la entrega de premios a quienes han sido fieles cumplidores de los ucases del castrismo.
Desde 1959 fueron evidentes las intenciones de Fidel Castro y sus acólitos para coartar todo atisbo de libertad de expresión, pretensiones que alcanzaron éxito pocos meses después.
Desde entonces la prensa oficialista cubana dista mucho de tratar los problemas y temas más controvertidos de nuestra realidad. Para ella está vedada toda crítica, directa o solapada, a quienes detentan el poder sin haber sido elegidos por el pueblo desde hace más de 56 años. ¿Qué puede tener de revolucionaria una prensa así? Y no es que no haya periodistas calificados en ella, es que ese talento está sometido al férreo aherrojamiento de las normas del departamento ideológico del Comité Central del Partido Comunista, verdadero normador de la política informativa en el país.
No se puede calificar como revolucionaria a una prensa que publica la réplica de un diplomático cubano a otro extranjero y el lector queda siempre sin saber lo que dijo el replicado. No puede serlo la que oculta o manipula la información y valora fenómenos similares en varios países según la afinidad que el castrismo sienta por los gobiernos de esos lugares. La expresión más diáfana de lo expuesto estuvo en la reciente visita a La Habana de varios peloteros cubanos que hoy juegan en las Grandes Ligas norteamericanas y cuyos nombres ni siquiera fueron mencionados por los objetivos y revolucionarios periodistas del oficialismo, a pesar de que conocen cuanta simpatía y orgullo despiertan sus éxitos en el pueblo.
La prensa independiente cubana en contexto
Tildada de contrarrevolucionaria, inculta, salariada del imperio y otros sambenitos, la prensa independiente cubana se fortalece cada vez más. Es otro fenómeno social dentro de la larga lucha del pueblo por empoderarse y que a pesar de la represión le ha dado voz a los cubanos y a los temas silenciados por el régimen.
Para tratar de silenciarla el gobierno ha impuesto prisión a decenas de periodistas, los ha golpeado, cercado en sus domicilios para impedirles hacer su trabajo, ha organizado contra ellos mítines de repudio,y continúa arrestándolos de forma arbitraria y registrando sus viviendas con gran demostración de fuerza para decomisarles, sin mandato judicial ni respaldo jurídico alguno, sus medios de trabajo.
Tal proceder contradice el discurso oficial que sentencia que la prensa independiente es mentirosa, inculta, que nadie la lee y nunca podrá hacer mella en la presunta unidad de los cubanos. Si es así, ¿por qué ejecuta esas acciones?
En realidad es esta prensa independiente la que hace la guerra de pensamiento a la que llamó Martí desde Patria. Sí, como dijo Gramsci, la verdad nunca puede ser contrarrevolucionaria, el referente más afín con esta sentencia es el periodismo independiente cubano, no la prensa oficialista.