La crisis altera el menú navideño de los marabinos
Alixel Cabrera / Maracaibo/ acabrera@laverdad.com, 25-12-2016
Alixel Cabrera / Maracaibo/ acabrera@laverdad.com, 25-12-2016
Refrescos, pernil y pasticho desaparecen de la cena este año. A pesar de planear con anticipación las cenas de navidad de este año, los altos precios y escasez obligan a los marabinos a prescindir de platos tradicionales
La Nochebuena llegó y los marabinos se las arreglan con lo que tienen. Preparan una cena especial para recibir el día de la Navidad, pero las limitaciones económicas que arrastró el año 2016 los obliga a ajustarse el cinturón y a eliminar ciertos platos que anteriormente eran vitales por tradición.
Arturo González, vendedor de café del casco central, trabaja el 23 de diciembre con la esperanza de generar suficiente dinero para comprar un dulce de lechosa para su cena navideña. Este año gastó entre 25 mil y 30 mil bolívares para comprar lo necesario para la cena navideña de su casa, en la que hacen vida solo tres personas. A pesar del esfuerzo solo están garantizadas las hallacas y el pan de jamón.
La familia del vendedor ambulante no comerá su ración de jamón navideño ni tampoco tomará refresco para ahorrar dinero. “El año pasado la mesa estaba completa, hasta había bollos pelones y pollo relleno”, recuerda. Este año, además se vio obligado a hacer un esfuerzo mayor y dejar sus labores por una semana para conseguir todos los ingredientes necesarios para la comida tradicional.
Irene Ojeda, jubilada de 65 años, por su parte se preparó con mayor antelación. En su mesa estará el plato navideño de hallacas, ensalada de gallina y pan de jamón completo. Esto fue posible, pues desde octubre se propuso comprar insumos como la harina de maíz precocida, pasas y alcaparras. Solo le falta por comprar el pollo para culminar su lista. “Esta Navidad es muy triste por la guerra económica, los contratiempos que tiene el Presidente y el sueldo que no alcanza”.
Y es que de acuerdo con la consultora Datanálisis, en septiembre de este año, la escasez en Caracas era de 77,6 por ciento. El número suele ser más elevado para las provincias. Esto se une a unos índices inflacionarios que el Fondo Monetario Internacional calcula en 720 por ciento para el final de este año.
“Estoy pensando, porque no he preparado nada”, explica Orlando Urdaneta, vigilante, sentado en una acera de la plaza de la Basílica de La Chinita. Para esta fecha en años anteriores ya todos los planes estaban listos, pero este año lo que gana le alcanza para “medio comer”. “A veces no desayunamos para almorzar y cenar”.
“La situación no está fácil, la plata no alcanza como antes”, concuerda Milena Espina, ama de casa. En su hogar comerán hallacas, pan de jamón y ensalada de gallina. Se despiden de la abundancia que reinaba anteriormente, cuando podía conseguir todo lo necesario para preparar también un pasticho. “En dos bolsitas se te va un poco de plata y de paso sin efectivo, puntos colapsados. Es patético”.
La Nochebuena llegó y los marabinos se las arreglan con lo que tienen. Preparan una cena especial para recibir el día de la Navidad, pero las limitaciones económicas que arrastró el año 2016 los obliga a ajustarse el cinturón y a eliminar ciertos platos que anteriormente eran vitales por tradición.
Arturo González, vendedor de café del casco central, trabaja el 23 de diciembre con la esperanza de generar suficiente dinero para comprar un dulce de lechosa para su cena navideña. Este año gastó entre 25 mil y 30 mil bolívares para comprar lo necesario para la cena navideña de su casa, en la que hacen vida solo tres personas. A pesar del esfuerzo solo están garantizadas las hallacas y el pan de jamón.
La familia del vendedor ambulante no comerá su ración de jamón navideño ni tampoco tomará refresco para ahorrar dinero. “El año pasado la mesa estaba completa, hasta había bollos pelones y pollo relleno”, recuerda. Este año, además se vio obligado a hacer un esfuerzo mayor y dejar sus labores por una semana para conseguir todos los ingredientes necesarios para la comida tradicional.
Irene Ojeda, jubilada de 65 años, por su parte se preparó con mayor antelación. En su mesa estará el plato navideño de hallacas, ensalada de gallina y pan de jamón completo. Esto fue posible, pues desde octubre se propuso comprar insumos como la harina de maíz precocida, pasas y alcaparras. Solo le falta por comprar el pollo para culminar su lista. “Esta Navidad es muy triste por la guerra económica, los contratiempos que tiene el Presidente y el sueldo que no alcanza”.
Y es que de acuerdo con la consultora Datanálisis, en septiembre de este año, la escasez en Caracas era de 77,6 por ciento. El número suele ser más elevado para las provincias. Esto se une a unos índices inflacionarios que el Fondo Monetario Internacional calcula en 720 por ciento para el final de este año.
“Estoy pensando, porque no he preparado nada”, explica Orlando Urdaneta, vigilante, sentado en una acera de la plaza de la Basílica de La Chinita. Para esta fecha en años anteriores ya todos los planes estaban listos, pero este año lo que gana le alcanza para “medio comer”. “A veces no desayunamos para almorzar y cenar”.
“La situación no está fácil, la plata no alcanza como antes”, concuerda Milena Espina, ama de casa. En su hogar comerán hallacas, pan de jamón y ensalada de gallina. Se despiden de la abundancia que reinaba anteriormente, cuando podía conseguir todo lo necesario para preparar también un pasticho. “En dos bolsitas se te va un poco de plata y de paso sin efectivo, puntos colapsados. Es patético”.
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