El 5 de enero es otra fecha en la cual seguramente se pondrá a prueba una vez más la tensa relación entre la Asamblea Nacional, el Ejecutivo y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por la otra. Es altamente probable que presenciemos ese día un nuevo enfrentamiento que muestre la precariedad institucional en la cual vive Venezuela, publica El Estímulo.
Varias son las hipótesis que se manejan con respecto a lo que puede ocurrir ese día, sobre todo si nos guiamos por las aseveraciones de importantes voceros del chavismo, entre ellos Diosdado Cabello, de acuerdo a las cuales “la reiterada conducta de rebeldía del parlamento de mayoría opositora frente a decisiones del Tribunal Supremo de Justicia daría pie a la imposibilidad de que la Asamblea elija una nueva directiva.
Mientras el presidente Nicolás Maduro ha afirmado varias veces con inocultable satisfacción que a Henry Ramos Allup se le acaba su cuarto de hora como figura principal del parlamento, el diputado y vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Cabello ha predibujado el mapa de lo que puede avecinarse para la fecha de instalación de la nueva directiva parlamentaria.
La directiva debe encabezarla Julio Borges, del partido Primero Justicia, con la compañía de un primer vicepresidente de Voluntad Popular, que no ha sido definido porque Freddy Guevara quiere mantenerse en la presidencia de la Comisión de Contraloría, y un segundo vicepresidente adeco, o adeca, que es lo que viene sonando en los predios blancos.
Redacción
redaccion@elnorte.com.ve, 22-12-2016