Una historia del dueño de Kreisel contada por un amigo
Kreisel, la principal compañía venezolana distribuidora de juguetes, fue intervenida por funcionarios de la Sundde el viernes 9 de diciembre
Durante varios años, un día del mes de diciembre, tuve la iniciativa de reunir a algunos niños huérfanos y a los hogares de cuidado.
Recuerdo que comenzamos con unos 20 o 30 niños, en el estacionamiento del aquel entonces FM Center, en Colinas de Los Caobos.
A través de la convocatoria de la radio, lograba que cada niño se llevara juguetes, comiera pan de jamón, perros calientes, torta, se tomara una foto “instantánea” con Santa y hasta las casas hogares se llevaran insumos, compotas, pañales y zapatos para los niños.
Pasaron los años y conté con la colaboración de Diverxity, en el Sambil, que me cedía sus instalaciones para que los niños disfrutaran un día de todas las atracciones gratuitas y todo lo antes mencionado. Fuimos creciendo en esta actividad.
La última vez que lo organizamos (mi mamá, mi familia y yo, junto con voluntarios) contamos con la asistencia de mas de 800 niños huérfanos, en situación de riesgo y quemados, entre otras condiciones.
Hay muchas historias qué contar de estos eventos, mías y de muchos que nos acompañaron en esa noble aventura. Nunca hice alarde de esto por que para mi era hacer lo que más me ha gustado hacer en mi vida y es predicar el altruismo, pero es momento propicio para dar al César, lo que es del César.
Mi primer aliado en esta aventura altruista, quien me acompañó desde la primera vez con solo 30 niños y hasta la reciente con más de 800; quien jamás me puso un “pero” ni condición alguna para otorgarle, con todo el cariño del mundo, juguetes a cada uno de estos niños, totalmente gratis; quien ese día del año cargaba conmigo cajas de compotas, o pasaba una escoba para limpiar un poco; quien cariñosamente bautizamos tanto nosotros como los niños, que cada año asistían, “El señor Niño Jesús” (quien también pertenece a la religión hebrea, por cierto), ese personaje de un corazón más grande que toda Venezuela, se llama Avi Kreisel, a quien este gobierno le robó su trabajo el día de ayer.
A él y a su equipo, en este momento difícil, le brindo todo el cariño y afecto; todo el apoyo que siempre recibimos de ti, todo el amor que recibieron esos cientos de niños.
Avi, o “Señor Niño Jesús” estoy seguro de que dentro del duro golpe que estás recibiendo por parte de este gobierno corrupto, de ladrones y malandros, estás contento por que muchos niños necesitados recibirán este año juguetes con tu nombre y tu marca en ellos; una gran marca que será la que le dará una sonrisa a esos niños, porque el juguete no dirá en su empaque Psuv… ese empaque dirá Kreisel… y si es que Kreisel, sin duda alguna, es excelente.
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