Mensaje para el año nuevo 2017
El “Carnet de la Patria”, es igual a la tarjeta cubana de racionamiento para adquirir alimentos, que se une a los Clap como medida regulatoria de lo que se va a consumir; en palabras llanas, control sobre la dieta del venezolano que cada día pierde cerebro y peso
Se nos encima un año más lleno de sombras que pretenden arropar las realidades que nos son comunes a la vista de todos. No se recogen en las páginas de nuestra historia, de la manera que ésta sea narrada, hechos tan lamentables que citen tanta crueldad contra una población ávida de un mejor trato humanitario. Conociendo esta angustiante y sentida situación propia del despotismo que se ejercita desde las alturas del poder, es motivo más que suficiente para hacerle frente a estos desmanes con la postura que asumen los pueblos cuando sienten vulnerada su libertad.
La paz, de la que tanto se ufanan en mencionar los boliburgueses, no entra en discusión cuando el ser la toma como el sentido supremo de su existencia; es el accionar práctico de la vida que asume el hombre para su desarrollo arrastrando cualquiera de las circunstancias que se le presente. Tal vez, por eso, hoy el esfuerzo es mayor para lograr los servicios propiamente establecidos en la Constitución que rige en la República y que pisotean los duchados populistas convertidos en delincuentes políticos. A partir de ahora no hay tregua que aliente desesperanza, todo lo contrario, mayor esfuerzo es plausible para que sea devuelto lo robado en los 16 años pasados.
Ya basta de seguir soñando con pajaritos preñados o huevos de avionetas. El ruido de las tantas maldades se siente en el corazón de ese hombre o mujer que recibe sonrisas de los zánganos, que se chupan el erario nacional y topan su mirada en la miseria de un tropel de niños peloteando una lata vacía del polvo que fuera el líquido perlino de la consorte del toro. En este año (2017), donde el que nació con “el proceso”, deja su adolescencia y también sus sueños para maldición del momento, debería exigirse una profunda reflexión sobre lo transcurrido y actuar con fuerza sobre el parto de una renovada esperanza, que sea de verdad la oportunidad para salir de esta desgracia nacional.
La nueva clase social creada y amamantada por “el socialismo”, anda haciendo de las suyas en los grandes supermercados privados con anaqueles llenos de productos y bebidas importadas a precios impagables por la clase más deprimida de la sociedad. Los boliburgueses chavistas compran y toman whisky de los más caros, se desplazan en carros último modelo y engañan al pueblo hasta más no poder; los proletarios consumen “lavagallos”, se las ingenian para comer sardinas y verduras. El “Carnet de la Patria”, es igual a la tarjeta cubana de racionamiento para adquirir alimentos, que se une a los Clap como medida regulatoria de lo que se va a consumir; en palabras llanas, control sobre la dieta del venezolano que cada día pierde cerebro y peso por la baja cantidad y calidad de lo poco que está consumiendo.
El país está lleno de uniformados y civiles armados, cubanos y comerciantes del imperialismo chino; sapos tarifados en la cuadra; narcotraficantes de buen vivir; chulos y serviles políticos comunitarios; prestos hambreadores negociantes de alimentos y contratistas de obras inconclusas y fantasmas. Trataron de borrar la historia de las gestas heroicas republicanas y los nombres de hombres y mujeres que con valentía y coraje defendieron la democracia.
La censura abarca todos los espacios del saber; periódicos, revistas, libros, cine, telenovelas, tertulias callejeras y familiares, programas de opinión, canciones y hasta la poesía la mancillaron. De la noche a la mañana el fascismo se apoderó del país. Esa unidad militar-cívica es el broche que cierra la acción de todo género; es el acabose de la paz interna de la República por esa obediencia ciega que limita al militar negar que del pueblo viene, y que éste lo espera siempre como uno más que regresa al cuartel de la miseria que dejó en el barrio. 2017, retorno de la paz, la democracia y libertad para rodos los venezolanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario