La Nación: Venezuela y una insólita campaña
El diario argentino rechazó las medidas tomadas por el gobierno venezolano ante el estreno de la serie El Comandante, basada en la vida de Hugo Chávez
El diario La Nación de Argentina calificó como "insólita" la campaña televisiva que lanzó Diosdado Cabello en Venezuela por el estreno de la serie El Comandante.
Para La Nación, la campaña "Aquí no se habla mal de Chávez" busca sembrar el miedo y asustar a quienes se animen a reconocer públicamente el fracaso del modelo marxista bolivariano.
"El drama de Venezuela no puede atribuirse a conjuras externas. Es la ineptitud de su gobierno la que la dirige hacia el abismo. Es fruto inevitable de una multitud de errores acumulados por sus gobiernos de los últimos 18 años", reza parte de la editorial de este domingo.
A continuación lea el editorial completo de La Nación.
Venezuela y una insólita campaña
Uno de los hombres realmente fuertes del marxismo venezolano, Diosdado Cabello, vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela y líder militar, lanzó una insólita campaña televisiva bajo el lema: "Aquí no se habla mal de Chávez". La propuesta invita a que los venezolanos que aún creen en el chavismo, algo menos del 20% según se estima a la fecha, escriban por todas partes, en paredes, carteles y sitios públicos esa desafiante frase. Como si la veneración y la lealtad pudieran sembrarse de ese modo.
La idea de fondo es ciertamente otra, menos obvia y más estratégica a los fines perseguidos por la revolución bolivariana: sembrar el miedo, asustar a quienes se animen a reconocer públicamente el inmenso fracaso del "modelo" marxista bolivariano que ha sumido a Venezuela en la miseria. Cabello supone que animarse a reconocer la verdad equivale a desprestigiar al seudohéroe nacional que los gobierna. No obstante, para Cabello nadie tiene derecho a decir nada frente al descalabro económico-social en que el país ha quedado inmerso como consecuencia de los desatinos chavistas.
No hay espacio para las opiniones disidentes ni derecho alguno a la crítica.
¿Casualidad? No. Como es sabido, se estrenó estos días en todo el continente, menos en Venezuela, una serie producida por Sony Pictures, con formato de telenovela: El Comandante. Aborda la vida de Hugo Chávez, en sus aspectos conocidos y secretos. Las imágenes narran el proceso que llevó al inicialmente golpista y destituyente Chávez a apoderarse de Venezuela desde 1999.
El guionista principal es nada menos que Moisés Naim, ex ministro del gabinete de Carlos Andrés Pérez, liberal y crítico acérrimo de los regímenes populistas, hoy transformado en reconocido columnista de prestigiosos medios de prensa internacionales.
La referida serie, de 60 capítulos, destroza la retórica chavista y contradice el falaz relato bolivariano. Con una versión distinta de los hechos, delinea una historia reciente diferente.
Por esto, el propio Nicolás Maduro la ha criticado severamente con su clásica intolerancia, calificándola de ser "una verdadera basura" que intenta "desfigurar a un líder popular" y ordenó que se persiguiera y bloqueara a las cableoperadoras locales que pretendieran emitirla, planteando una batalla entre quienes querían censurarla y quienes recurrían a Internet para ver el primer capítulo. Como contrapartida, Adán Chávez, hermano de Hugo y ministro de Cultura, ya anunció el rodaje Chávez Verdad, una serie en coproducción con Cuba.
El drama de Venezuela no puede atribuirse a conjuras externas. Es la ineptitud de su gobierno la que la dirige hacia el abismo. Es fruto inevitable de una multitud de errores acumulados por sus gobiernos de los últimos 18 años. No solamente ha destrozado la democracia venezolana, cercenado las libertades individuales y violando sus derechos humanos, sino que ha sumido a todo su pueblo en un atraso descomunal. Esto explica el temor oficialista a la exhibición de una serie capaz de exponer la verdad. EL NACIONAL
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