"La espada de Damocles" sobre los políticos
Sigue delicada la situación política del país. Se siente en el ambiente. Corre ya el tercer mes del primer trimestre del año y la complejidad y confusión continúa presente. Se palma en la realidad explícita e implícita que encontramos en ambos campos políticos: gobierno y oposición. Por supuesto que para usted darse cuenta de la verdadera situación es necesario helicopterizar la visual y el entendimiento elevándose sobre la horizontalidad de ambas conductas. Aplicar en el juicio una metodología objetiva y hasta neutral. En general, “Los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven”; tal como lo decía Nicolás Maquiavelo. En todo caso, veamos ambos lados con la seriedad que merecen en razón del papel que juegan en el presente y en el futuro de la nación. Habida cuenta que de ellos dependerá infaliblemente dichos tiempos. A no sea que salga de improviso una tercera opción o alternativa.
Imagen de división
Hoy la lucha es frontal. Sin ambages ni sutilezas. Cada uno tras el exterminio del otro. Sin embargo, mientras el gobierno luce compacto la primera imagen de la oposición es de división. El drama es que no lo hacen por estrategia para confundir al adversario, lo hacen como consecuencia de una brutal fractura de caracteres personalistas, apetencias y rivalidades; según ellos, impostergables. Desespero e inoportunidad. Dos grandes errores históricos. Por la división se perdió la Gran Colombia. Y los intereses contrapuestos de los grupos económicos hicieron del territorio americano un archipiélago de naciones pequeñas, y débiles económicamente. Un espacio de antagonismos y conflictos, que fueron aprovechados por las grandes naciones. En la parcelación está la debilidad y la impotencia. Tanto como la fragilidad y la vacilación. Merecedor de la burla generalizada las cacareadas maniobras bélicas cívico-militares para defender a la patria de una supuesta invasión imperialista. David frente a Goliat nunca hizo bufonadas… Solo explicable en nuestro caso como estrategia psicológica a lo interno de las fuerzas armadas. ¡Unificación frente al enemigo común! O aquella de que son más poderosos pero “nosotros tenemos la razón”.
Hoy la lucha es frontal. Sin ambages ni sutilezas. Cada uno tras el exterminio del otro. Sin embargo, mientras el gobierno luce compacto la primera imagen de la oposición es de división. El drama es que no lo hacen por estrategia para confundir al adversario, lo hacen como consecuencia de una brutal fractura de caracteres personalistas, apetencias y rivalidades; según ellos, impostergables. Desespero e inoportunidad. Dos grandes errores históricos. Por la división se perdió la Gran Colombia. Y los intereses contrapuestos de los grupos económicos hicieron del territorio americano un archipiélago de naciones pequeñas, y débiles económicamente. Un espacio de antagonismos y conflictos, que fueron aprovechados por las grandes naciones. En la parcelación está la debilidad y la impotencia. Tanto como la fragilidad y la vacilación. Merecedor de la burla generalizada las cacareadas maniobras bélicas cívico-militares para defender a la patria de una supuesta invasión imperialista. David frente a Goliat nunca hizo bufonadas… Solo explicable en nuestro caso como estrategia psicológica a lo interno de las fuerzas armadas. ¡Unificación frente al enemigo común! O aquella de que son más poderosos pero “nosotros tenemos la razón”.
Es la alianza que exige reglas
En el campo opositor cunde entonces la desbandada simplemente porque carece de bandera y guía única. Impresiona, por ejemplo, que el día en que se anunciaba la reorganización y estructuración de la MUD, el mismísimo Leopoldo López, desde la cárcel, convocara unilateralmente a una manifestación de protesta. En una especie de “sobre la unidad estoy yo”, o aquello de que lo importante no es la unidad “Soy yo”. De lo que se desprende que el problema no es la MUD, es de quienes la integran. Todas las partes tratando de capitalizar los hechos y las circunstancias de modo particular. Unos con elegancia y veteranía, otros con rudeza, revanchismo y hasta ordinariez. Lo que hay que reestructurar es la alianza estratégica para hacerle frente al adversario y no al caballo de trocha (MUD), ya suficientemente desacreditado. En estas condiciones no es la MUD la que requiere normas para su actuación. Es la alianza que exige reglas y principios desde el punto de vista ideológico, organizativo, mapa de ruta y un líder que ponga a andar una estrategia política con objetivos precisos a corto y mediano plazo.
En el campo opositor cunde entonces la desbandada simplemente porque carece de bandera y guía única. Impresiona, por ejemplo, que el día en que se anunciaba la reorganización y estructuración de la MUD, el mismísimo Leopoldo López, desde la cárcel, convocara unilateralmente a una manifestación de protesta. En una especie de “sobre la unidad estoy yo”, o aquello de que lo importante no es la unidad “Soy yo”. De lo que se desprende que el problema no es la MUD, es de quienes la integran. Todas las partes tratando de capitalizar los hechos y las circunstancias de modo particular. Unos con elegancia y veteranía, otros con rudeza, revanchismo y hasta ordinariez. Lo que hay que reestructurar es la alianza estratégica para hacerle frente al adversario y no al caballo de trocha (MUD), ya suficientemente desacreditado. En estas condiciones no es la MUD la que requiere normas para su actuación. Es la alianza que exige reglas y principios desde el punto de vista ideológico, organizativo, mapa de ruta y un líder que ponga a andar una estrategia política con objetivos precisos a corto y mediano plazo.
Presos y torturas
Del otro lado, el gobierno empecinado en un modelo económico que fracasó a despecho del asesor español internacional contratado, como si aquí no existiera especialista conocedor profundo del comportamiento y dinámica de la economía nacional. El otro aspecto que sobresale del campo del gobierno es la manía por tener en la cárcel a los llamados “presos políticos”. Entre los cuales hay un muchacherío sacado de los liceos y universidades y detenidos en las calles. En Barquisimeto, hasta a una monja (Lorena Perata) la detuvieron simplemente porque dijo a los militares en una manifestación: “Llévenme a mí detenida y dejen libre a esa muchacha que está herida”. ¡Pues, se las llevaron presas a las dos!… ¡Qué tal! El otro problema son las denuncias de torturas sin que el gobierno lo desmienta o dé explicaciones convincentes. Mientras tanto, la Carta Democrática y la división opositora amenazan como “la espada de Damocles”. En una perspectiva a corto y mediano. ¡Amanecerá y veremos!
Del otro lado, el gobierno empecinado en un modelo económico que fracasó a despecho del asesor español internacional contratado, como si aquí no existiera especialista conocedor profundo del comportamiento y dinámica de la economía nacional. El otro aspecto que sobresale del campo del gobierno es la manía por tener en la cárcel a los llamados “presos políticos”. Entre los cuales hay un muchacherío sacado de los liceos y universidades y detenidos en las calles. En Barquisimeto, hasta a una monja (Lorena Perata) la detuvieron simplemente porque dijo a los militares en una manifestación: “Llévenme a mí detenida y dejen libre a esa muchacha que está herida”. ¡Pues, se las llevaron presas a las dos!… ¡Qué tal! El otro problema son las denuncias de torturas sin que el gobierno lo desmienta o dé explicaciones convincentes. Mientras tanto, la Carta Democrática y la división opositora amenazan como “la espada de Damocles”. En una perspectiva a corto y mediano. ¡Amanecerá y veremos!
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