Claudio Fermín: Es un acto de manipulación que la Constituyente sea para enfrentar la crisis
El exconstituyente considera que la crisis se soluciona con una convocatoria de todos los sectores y una rectificación en la política
Claudio Fermín ha sido muchas cosas: sociólogo, profesor universitario, tres veces candidato presidencial, alcalde del municipio Libertador, político, pero también constituyente en 1999.
Se jacta de ser uno de los cinco constituyentes, de 132, que no firmó la Carta Magna vigente y ahora, en su perspectiva, considera que son necesarias reformas o enmiendas puntuales que permitan acabar con la reelección indefinida, el centralismo y la posibilidad de que el presidente disuelva la Asamblea Nacional si acuerda votos de censura, en tres oportunidades, contra el vicepresidente del gobierno.
Fermín apuntó en entrevista con El Pitazo que es mentira que la Constituyente sea la vía para lograr la paz en el país o bien que sea para solucionar la crisis. Señaló que la crisis se puede solventar con una convocatoria amplia de todos los sectores y con una rectificación de las políticas gubernamentales.
—¿Qué opina de la iniciativa que tuvo el presidente Nicolás Maduro de convocar una Asamblea Nacional Constituyente?
—Quiero referirme a la exposición de motivos que hizo el presidente Nicolás Maduro. Dijo que presentaba la Constituyente comunal para resolver la crisis del país, para pacificarlo, estos fueron sus mensajes iniciales. Siento que es una justificación sumamente endeble y que debe ser revisada. El país debería dedicarle tiempo y esfuerzo a escudriñar este argumento.
Es sorprendente porque el presidente Maduro controla completamente los ingresos de Petróleos de Venezuela, controla directamente el Seniat, pero además de eso tiene 42 ministerios y un aparataje del Estado. Gobernó todo el año pasado con un decreto de Estado de Excepción y Emergencia Económica. La primera pregunta que se me ocurre es ¿Con todo ese poder, con el control del aparato del Estado, entonces está declarando su ineptitud? ¿Todo ese aparataje es inútil o lo realmente deficitario son los gerentes que están al frente?
“Quiero protestar y alzar mi voz ante este acto de manipulación de pretender hacerle ver al país que la crisis es una especie de forastero mágico, el cual hay que enfrentar con la Constituyente comunal, pero la crisis no nos ha sorprendido a los venezolanos.
“El debate se ha domiciliado en los procesos, las bases comiciales y las consecuencias que traería la Constituyente, pero me siento en la obligación de desnudar esta inmensa mentira con la que Maduro quiere seducir a esta población desesperada, de que para salir de la crisis es necesaria una Constituyente.
“Estamos en presencia de un presidente que sabe que está mintiendo. Él sabe que los argumentos que dice son falaces, sabe que la paz puede garantizarse si la GN y la PNB no estuviesen masacrando a jóvenes estudiantes.
“He quedado descontento y preocupado con este argumento de Maduro de decir que convoca la Constituyente para la paz y resolver la crisis porque es mentira, esa no es la razón, y además no son los mecanismos. Los procedimientos son retrógrados, una de las grandes virtudes de las Repúblicas es que todos somos iguales ante el país, que es el gran vientre ante la igualdad. Maduro pretende en un acto retrógrado convocar una Constituyente donde no somos iguales ante la ley, donde unos venezolanos tendrán el privilegio de postular candidatos; otros serán discriminados y otros no podrán hacerlo; donde unos estarán bien representados y otros no”.
—¿Qué diferencia encuentra entre esta iniciativa y la de 1999 que fue en la que usted participó?
—Hay muchísimas diferencias de esta iniciativa al planteamiento original que hizo el presidente Chávez en 1999. El presidente Chávez había ganado unas elecciones con una inmensa popularidad. El presidente le preguntó al país si estaba de acuerdo con convocar una Constituyente para transformar el Estado. En cambio el presidente Maduro, con una popularidad decreciente, pretende convocar una Constituyente sin consultarle al soberano. Esto tiene una doble gravedad porque Maduro, quien juró respetar la Constitución, la viola cuando convoca a una Constituyente. Él no tiene entidad para eso, los únicos que pueden decir hágase la Constituyente son los ciudadanos. La Constituyente que promovía el presidente Chávez sí era popular porque, en primer lugar, le pedía autorización al soberano donde está depositado el poder originario. Esta iniciativa de Constituyente discrimina y excluye, y para la cual el presidente se quiere rodear de gente de su cercanía o su coincidencia.
“En segundo lugar, en el momento en que el presidente Chávez tomó la iniciativa, el clima del país estaba a favor de respaldar lo que el presidente Chávez proponía, tenía una altísima legitimidad. En este momento, cuando se propone, el presidente Maduro tiene un altísimo rechazo; el país identifica a Maduro con el deterioro creciente de la calidad de vida de los últimos años”.
—Hay sectores del oficialismo que rechazan esta propuesta de Constituyente, en su opinión ¿La Constitución vigente debe ser cambiada?
—Toda obra humana es perfectible. Y la Constitución de 1999 también lo es, puede ser mejorada y debe ser mejorada. Debo recordar que de los 132 Constituyentistas de 1999 yo fui uno de los cinco que no refrendó el documento final y eso que trabajé con pasión en el, pero tuve desacuerdos muy graves con ese texto.
“Esta Constitución, la vigente, permite al presidente disolver la Asamblea Nacional, eso es una aberración porque no puede un presidente tener el derecho de ignorar la voluntad de los venezolanos; disolver la AN, es un contrasentido, es una aberración el articulado por el que se permite disolverla: le permite disolverla en el caso de que el vicepresidente del gobierno venezolano reciba tres votos de censura por parte de la AN. Si un presidente tiene un vicepresidente que es irresponsable, incumplido, que no da pie con bola y el Parlamento lo censura, el presidente en vez de sustituirlo o sancionarlo, está autorizado para disolver la AN.
“Esa Constitución es perfectible porque además es un himno al continuismo. El presidente Chávez en la Constitución de 1999 hizo que Venezuela aprobara la reelección inmediata, y después, a través de una reforma, lo convirtió en una reelección perpetua, infinita. Esa es una segunda modificación que esa Constitución es susceptible de tener. Claro que sí, esa Constitución es perfectible y se puede mejorar. Sí soy partidario de algunas reformas puntuales, hay enmiendas necesarias. Estoy en desacuerdo con que el presidente use el argumento de una ANC, simplemente como distracción temática”.
—Entonces, ¿Cuál cree que es el propósito de esta iniciativa?
—Viene dado en una triada. Está produciendo una distracción temática, porque los venezolanos pedimos comida, medicinas, seguridad y que la gente no se vaya del país. El segundo propósito es este debate Constituyente, y si se lleva un año, año y medio, es correr la arruga de las elecciones. Él (Maduro) sabe que enfermó al Psuv. Creó que una cosa insólita que es que con Maduro el Psuv tiene miedo de ir a elecciones. Y su tercer objetivo es que cree que dándole poder a los Consejos Comunales puede recuperar popularidad. La popularidad no se recupera con demagogia.
“Maduro ha intentado una jugada política en la que pensó que podría salirse con la suya. En estos 15 días, según lo que he visto, esa propuesta de “Constituyente comunal” ha unificado al país en su contra”.
“Maduro ha intentado una jugada política en la que pensó que podría salirse con la suya. En estos 15 días, según lo que he visto, esa propuesta de “Constituyente comunal” ha unificado al país en su contra”.
—¿Cuál cree que es la vía para solucionar la crisis?
—Los venezolanos tenemos que comportarnos con madurez y adultez. Hay que propiciar un clima y una atmósfera para que todos los sectores de la sociedad puedan participar en la solución de la crisis… los gremios profesionales, las academias, los técnicos; un clima en donde los mejores talentos del país se involucren. El drama está en que Maduro es impermeable. No hay forma en que escuche a las academias, a los sindicatos, a la CTV, ni a los partidos, ni a los medios. No escucha a nadie.
El primer paso para solventar esta crisis es convocar a Venezuela para que todo el mundo tenga que aportar.
El primer paso para solventar esta crisis es convocar a Venezuela para que todo el mundo tenga que aportar.
—Pero ¿Convocarla bajo qué escenario? ¿De diálogo?
—Claro. Para hablar de los problemas de Venezuela. Necesidad, solución. Pero Maduro no tiene capacidad para esa convocatoria, por lo tanto no se va a dar.
Es previsible que esos sectores van a proponer medidas que significan una reorientación de lo que Maduro está haciendo, porque haciendo lo mismo lo que se va a hacer es profundizar la crisis. Lo que sigue es una obligada rectificación de políticas y ya Maduro ha dicho que no quiere rectificar.
La convocatoria de amplitud y la rectificación de un piso político más amplio, con medidas innovadoras.
La convocatoria de amplitud y la rectificación de un piso político más amplio, con medidas innovadoras.
“Si Maduro diera una cadena y dijese lo bueno, lo dejo; lo regular, lo evalúo y lo malo lo elimino
, al menos se ganara el respeto del país. Pero Maduro en su quinto año de ejercicio repite que todo está perfecto, que Venezuela es una potencia y que cualquier error es culpa de Henry Ramos o de Julio Borges”.
, al menos se ganara el respeto del país. Pero Maduro en su quinto año de ejercicio repite que todo está perfecto, que Venezuela es una potencia y que cualquier error es culpa de Henry Ramos o de Julio Borges”.
—Habla de una convocatoria de los sectores y una rectificación. ¿No apoya a los sectores de la MUD que exigen un cambio político?
—Es que la rectificación es un cambio político.
—¿Sería la rectificación del Gobierno, entonces?
—Es la rectificación de una política. Lo que pasa es que Maduro se lo toma personal. Cuando digo que esta congregación de sectores exigirían rectificación al gobierno, lo que están pidiendo es un cambio, pero no un cambio en el aire sino de cosas reales. Por eso hablo de rectificar.
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