ONU: Delitos por difamación constituyen restricciones desproporcionadas a la libertad de expresión
Aymara Rodríguez Flores. CORREO DEL CARONÍ, 4-5-2017
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Alarma es uno de los términos que destaca en la declaración conjunta redactada por representantes de la ONU, OEA, Human Rights, Osce y la Relatora Especial sobre Libertad de Expresión y Acceso a la Información de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (Cadhp), en relación con los factores que afectan la libertad de expresión, el auge de las noticias falsas y las crecientes desinformación y propaganda, prácticas que “no son transparentes, incumplen los estándares mínimos del debido proceso y limitan de manera indebida el acceso a contenidos o su difusión”.
En este contexto se produce en Viena, en marzo de 2017, la Declaración Conjunta sobre Libertad de Expresión y “noticias falsas”, desinformación y propaganda, resultado del análisis realizado por las mencionadas organizaciones, que establece principios generales en materia de libertad de expresión, estándares sobre desinformación y propaganda, entorno propicio para la libertad de expresión, acción de periodistas y medios de comunicación, intermediarios, e incluso, establece la forma de cooperación de actores interesados.
El comunicado reitera, entre otros aspectos, que los Estados tienen la obligación de crear un entorno propicio para la libertad de expresión, lo que implica promover, proteger y apoyar la diversidad de los medios de comunicación, los cuales están sujetos a una presión cada vez mayor a consecuencia de la disminución progresiva del contexto económico para los medios tradicionales.
En relación con el tema de la desinformación y la propaganda, los voceros manifiestan preocupación, debido a que consideran que son estrategias que a menudo se diseñan e implementan, con el propósito de confundir a la población afectando la libertad de las personas de buscar, recibir y transmitir información e ideas de toda índole, que son derechos alcanzados por las garantías legales internacionales de los derechos a la libertad de expresión y opinión.
Tolerancia y lenguaje
Condenan que autoridades públicas denigren, intimiden y amenacen a medios de comunicación acusándolos de ser la oposición, de mentir o tener una agenda política encubierta, “lo cual agrava el riesgo de amenazas y violencia contra periodistas, mella la confianza y la creencia del público en el rol de vigilancia pública del periodismo”.
El texto llama la atención también sobre el derecho humano a difundir información e ideas, el cual no se limita a declaraciones correctas y que protege incluso, información e ideas que puedan causar consternación, ofender o perturbar. Aun así, advierten que las prohibiciones sobre desinformación pueden violar los estándares internacionales de derechos humanos, aunque esto no justifica la difusión de declaraciones falsas de manera deliberada o negligente, por parte de funcionarios o actores estatales.
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Diversidad de fuentes
El acceso a una gran variedad de fuentes es otro de los aspectos sobresalientes en el análisis, por considerar que contribuyen con el carácter de transparencia que deben ofrecer los gobiernos y Estados a sus ciudadanos, amén estimular la diversidad de medios que en una sociedad democrática actúan como contralores de gobiernos y Estados, incluso facilitando debates públicos y la confrontación de ideas en la sociedad.
En el caso de las iniciativas de la sociedad civil y los medios de comunicación para identificar noticias deliberadamente falsas, desinformación y propaganda, generando conciencia sobre la importancia de no hacerse eco de estas prácticas, los redactores de la declaración celebran y apoyan la promoción de las mismas, afirmando que:
“Todos los actores interesados -incluidos intermediarios, medios de comunicación, la sociedad civil y académicos-, deberían recibir apoyo para formular iniciativas participativas y transparentes que favorezcan una mayor comprensión del impacto que tienen la desinformación y la propaganda en la democracia, la libertad de expresión, el periodismo y el espacio cívico, así como respuestas adecuadas a estos fenómenos”.
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