Maduro dice que cree en la paz y la oposición dice que no le cree

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L.J. Hernández

Cada cadena de Maduro es la reiteración de que él y su gobierno, son la paz.

No sé si es un mensaje democrático o una amenaza. “Sin nosotros, cualquier régimen no resiste la presión popular”, proclama el mandatario.

Lo mismo repiten dirigentes del partido del Presidente.

El dirigente Henrique Capriles no cree en esas palabras del Presidente de la República y la MUD tampoco.

“El propio Maduro ha provocado la desconfianza en ese pregonado diálogo”, añade Capriles.

Dirigentes de oposición no creen que pueda haber diálogo “a plomo y cárcel”.

Para ser creíble el señor Presidente debe investigar la política de represión desatada contra los jóvenes, que impera desde hace ochenta días.

¿Cómo hablar de paz con entierros todos los días? Y si no, que lo digan familiares de los jóvenes, que como Fabián, han caído víctimas de las balas.

El mismo Reverol y hasta el Ministro de la Defensa, han reconocido los excesos, y como diría Padrino, “las atrocidades de guardias y policías”.

El propio Benavides Torres, antes de dejar el cargo, admitió la detención y juicio de más de 59 guardias.

La gran pregunta. ¿Y los oficiales que ordenaban esas atrocidades?

¿Por qué sólo los de abajo, en Guardia y Policía, tienen que pagar por los excesos de sus oficiales?

-Otra vez -como comentaba un cabo de la Guardia- los pendejos cargamos con culpas que no tenemos.

En la FANB también hay quienes preguntan por qué los cambios en altos mandos y la ratificación del Ministro.

¿Tiene que ver la salida de Benavides Torres con lo ocurrido en las protestas? ¿O es una salida audaz de quienes en el alto gobierno protegen a un sector civil y militar, tan responsable como Benavides, de aquella represión?

No acostumbro juzgar porque no soy juez, ni acusar porque no soy fiscal.

Como periodista exijo que el país conozca a los culpables de los crímenes.

Hay en las redes vídeos muy reveladores que ofrecen pistas seguras para llegar a los responsables de las balas y las muertes.  Dramático, ¿verdad?

Hace una semana oí a un oficial en una reunión de amigos y advertía sobre la misión de los militares.

“Nosotros -decía el joven- nos debemos al país. Somos obedientes de la institución y no de una persona o grupo político”.

“Es más, no estamos obligados a cumplir órdenes, si con ello estamos violando la regla de oro de un militar. Nada contra la ley. Todo con la ley y los reglamentos”.

Más que la salida del comandante de la Guardia, a quien le atribuían diferencias con Reverol, la designación de Chourio en el Ejército es el ascenso definitivo del llamado “chavismo duro”, a posición clave de la organización militar.

Chourio es el hombre de la línea férrea para el sostén de la “revolución”. Lo creen, entre los suyos, un enviado de Chávez para enfrentar la gran crisis.

Chourio inició su carrera a la orden del Presidente Chávez. Fue un incondicional del Comandante, y supo sortear las intrigas tras la desaparición de líder.

Hoy, con Padrino ratificado y Chourio en el Ejército y los nuevos comandantes de la Aviación y la Armada, Maduro ya cuenta con un alto mando para la Constituyente.

Padrino queda sin el Comando Estratégico Operacional, un cargo clave en la organización militar. Nombran al general Remigio Ceballos.

La otra pregunta. ¿Había divergencias sobre esta propuesta para la nueva Constitución entre los excomandantes?

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Luis José Hernández A.