SILENCIOS
Rodulfo González
Para María Isabel Velásquez,
encantadora amiga colombiana
Hay
silencios que matan.
Hay
silencios que imprimen vida.
Hay
silencio en el alma.
Hay
silencio en el que sufre
Y
calla por orgullo su sufrimiento.
Hay
silencio en el sabio
Y
voces de trueno en los ignorantes.
Hay
silencio en el clímax del amor
Hay
silencio en la montaña
Que
devuelve los gritos en ecos.
Hay
silencios elocuentes en
Los
monjes que meditan
En
los sagrados monasterios.
Hay
silencio absoluto en quienes
En
los anfiteatros
Nutren
sus almas de música.
Hay
silencio en la noche
Cuando
se entregan en brazos de Morfeo
El
niño arrullado por la madre
El
anciano que repasa su vida
La
pareja envuelta en el manto del amor
El
obrero cansado.
El
trovador que embriagó de canto
A
la mujer amada.
Hay
silencios que anuncian tormentas
Y
hay silencios que anuncian buenas nuevas.
Hay
silencio en el examen crucial
Con
el maestro sabio
Y
hay alborozo si superamos la prueba.
Hay
silencio embriagado de silencio
Y
hay ruido desmayado de ruido.
Hay
el silencio de las botas y las bayonetas
Impuesto
para acallar las voces disidentes
Por
los tiranos que en el mundo fueron y en el mundo son
¡Son
gemelos el silencio y el ruido!
Sí,
son gemelos.
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