Niños malnutridos han fallecido en hospital de Guárico durante 2017
La pediatra Carmen Gómez aseguró que en lo que va de año, en el hospital Israel Ranuárez Balza también se han registrado casos de meningitis debido a la falta de vacunas para prevenir esta y otras enfermedades en los niños
San Juan de los Morros. “Al hospital llegó un niño que tenía cinco días sin comer, convulsionando, y cuando se despertó lo que hizo fue llorar y pedir comida”, cuenta lapediatra Carmen Cecilia Gómez al referirse al incremento de casos de niños malnutridos que ingresan al hospital Israel Ranuárez Balza, en la capital de Guárico.
Aunque se desconocen las estadísticas exactas, Gómez, quien es secretaria de Asuntos Interinstitucionales de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, aseguró que en lo que va de año se han registrado varias muertes por malnutrición en el hospital de San Juan de los Morros.
De igual forma, destacó aquellos casos de pacientes que sufren de convulsiones y no encuentran los medicamentos: “Reingresan al hospital por las convulsiones, y al reingresar también hay infecciones, y eso muchas veces le ocasiona la muerte al paciente” apuntó.
La falta de alimentos parece ser uno de los principales detonantes de la desnutrición en Venezuela. “Cada día tenemos más gente pasando hambre, tenemos una incidencia que ya nos está afectando la talla de los niños menores de 10 años. Eso quiere decir que estos casos de niños con malnutrición no son recientes, quiere decir que tienen años que no se están alimentando adecuadamente”, explicó Gómez en declaraciones ofrecidas junto a un grupo de profesionales del gremio médico, que el pasado miércoles 21 de junio entregaron un documento al Defensor del Pueblo de Guárico, Juan Sierra, en el que plantean la problemática hospitalaria del estado.
Subrayó que la alimentación de pacientes en el hospital Ranuárez Balza carece del aporte de nutrientes necesarios. Señaló que solamente cuentan con harinas, vegetales o verduras, pero no están presentes alimentos con el aporte de proteínas adecuado, lo cual dificulta la atención de los niños malnutridos.
Asimismo, aclaró que un niño desnutrido tiene baja protección a las infecciones y los expone a una serie de enfermedades que se pueden complicar debido a la falta de medicamentos.
Escasez de vacunas
La falta de vacunas en el país también afecta a los guariqueños y es otro de los problemas que preocupa a los miembros de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, pues consideran que debería ser una de las prioridades del Ejecutivo nacional para prevenir las enfermedades.
De acuerdo con Gómez, son pocas las vacunas que quedan en el país, y en algunoscentros privados donde se consiguen pueden costar hasta 200 mil bolívares. Agregó que aunque en Guárico se realizan campañas de vacunación con algunas dosis existentes, la realidad es que hay madres que deben visitar cada uno de los ambulatorios; incluso van a otros estados para intentar vacunar a sus hijos.
Los dos primeros meses de 2017, en el hospital Israel Ranuárez Balza se registraron 17 casos de meningitis, aseguró Gómez, quien sigue enumerando las cuentas de un rosario de verdadera calamidad: “Tenemos más de seis años sin vacunas contra la hepatitis A y ya no tenemos vacunas contra el neumococo, que es la primera causa de enfermedades en los niños menores de 5 años. Por otra parte, las neumonías complicadas, las meningitis, que causan una secuela importante en el país y en las personas, junto con los casos de zika en el embarazo, nos están dejando una estadística bien importante de niños con retrasos psicomotor”, resaltó.
Sin insumos médicos y sin agua
El estado crítico del hospital sanjuanero es comprobado por los pacientes y sus familiares cuando deben ingeniárselas para comprar insumos médicos y llevar botellones de agua para el aseo personal.
La doctora Carmen Gómez hizo énfasis en la escasez de medicamentos y otros insumos: “No hay yelco, no hay scalp, no hay jeringa, no hay antibióticos, no hay vacunas, no hay gerdex, no hay gasas, son escasas las suturas…”.
Finalmente, subrayó que después de las 9:00 de la mañana no hay agua en el hospital Ranuárez Balza. “El agua la tenemos en pipotes abiertos que no están higiénicos. Con eso es que no tenemos que lavar las manos o limpiar cualquier herida del paciente, y eso nos ocasiona mayor infección”, explicó Gómez, quien añadió que la falta del vital líquido aumenta la contaminación en el hospital y podría ser el detonante de una epidemia de dengue.
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