DESTACADA
El helicóptero de una “rebelión “suspendida”
Qué hay detrás de la “hazaña” de Oscar Pérez, el inspector de policía y actor de cine
Alerta en los cuarteles
L.J. Hernández
En el último año de gobierno de Jaime Lusinchi, al caer la noche, un mayor de la Fuerza Armada sorprendió a políticos y militares con una hazaña que lo llevó a la toma del entonces Ministerio de Relaciones Interiores.
El joven militar terminó entregándose, sin una explicación precisa de su frustrada acción épica.
El Ministro del Interior de entonces, Simón Alberto Consalvi, era además Presidente Encargado, por viaje del Jefe de Estado al exterior.
El mayor Soler, que así se identificó, pasó del espectáculo al silencio. Nunca más los venezolanos supimos de su destino.
Hubo en el alto gobierno especulaciones sobre los vínculos de Soler con el después jefe del 4F, Hugo Chávez Frías.
Él lo negó, y en una entrevista con Carlos Croes para El Universal, Chávez dijo que ese día estaba en un partido de béisbol con amigos de su infancia.
En vísperas del fin de Pérez Jiménez, un oficial de la Fuerza Armada de nombre Martín Parada, sorprendió a los trasnochados venezolanos, incluyendo al propio dictador y a sus generales, que no encontraba explicación a la rebeldía del aviador.
En tierra, otro oficial, Hugo Trejo, intentaba sumarse a la rebelión sin advertir que habían desviado la ruta. Trataban de llegar a Miraflores, pero sus tanques -nadie supo por qué- fueron desviados a Maracay.
Parada logró escapar a un país vecino.
Pérez Jiménez inició una serie de desesperadas estrategias que terminaron por dividir la cúpula militar, incluidos sus leales Llovera Páez y Rómulo Fernández.
22 días después, el Presidente abandonaba el país desde La Carlota.
Atrás quedaba una maleta y miles de dólares en su interior.
Seis décadas después, un Pérez, que no es ni presidente ni militar, sorprende a los venezolanos con sobrevuelos sobre el Ministerio del Interior y el Tribunal Supremo de Justicia. Disparos de fusiles y granadas cayeron sobre o cerca de los edificios. A esa hora en el Ministerio había una reunión con periodistas, y en el TSJ se jugaba la suerte de la Fiscal, con una sentencia que la despojaba de facultades en favor del Defensor del Pueblo, en una decisión que se juzga como la estocada final a la autoridad Luisa Ortega Díaz. El helicóptero se detuvo por momentos con sus cuatro ocupantes, en un edificio de La Trinidad, cuyos residentes estaban lejos de sospechar lo que más tarde comentaban con sorpresa. Oscar Pérez, piloto del helicóptero del Cicpc, iniciaba otra hazaña épica que lo llevó a un periplo de lo que seguramente, como actor del largometraje, llamaría la “Rebelión Suspendida”.
Años antes él aparecía en otro helicóptero, irónicamente con las mismas siglas del cuerpo policial del cual es inspector.
“Nunca fue un policía. Siempre fue piloto”, dijo un comisario a este cronista, en un relato frío como la noche del 27.
Nadie explicaba la rebeldía que Pérez mostraba en consignas, contra el régimen vigente.
“Ha debido estar obstinado”, dijo un oficial del Cicpc.
Pérez vivía separado de su esposa e hijos, a quienes hace tres años envió a México.
Nunca expresó su descontento ante amigos o superiores.
Es posible que el éxito de la película lo colocara en la cima egocéntrica. Se creyó el perfecto capitán en la reivindicación de su pueblo tras el éxito de su película.
En la organización policial, sin embargo, nunca tuvo fieles o seguidores, salvo los pasajeros del helicóptero.
Esta crónica la escribo el miércoles por la tarde. La noche se aproximaba, no así la captura que el presidente Maduro había prometido. El helicóptero apareció en un sector de Osma, en el estado Vargas.
El presidente Maduro calificó el incidente como un acto terrorista y acusó a quienes quieren derrocarlo como promotores de la aventura del piloto policía.
Otros dirigentes del PSUV cuestionaron a los sectores de oposición por el silencio. La rebelión desde el aire.
Los Estados Unidos, a través de un portavoz, condenó el acto de Pérez. Este huyó y nuevas versiones lo ubican en Curazao.
Los cuerpos de seguridad y los cuarteles fueron declarados en alerta. Un oficial anunció que las tropas permanecerán acuarteladas hasta después del 5 de julio.
Una extraña decisión sorprendió a usuarios de la aviación privada. Desde el 27 y hasta nuevo aviso, queda suspendida la venta de combustible para aeronaves no oficiales.
En los aeropuertos se está aplicando una requisa sin precedentes, que causa indignación a los pasajeros.
La misma operación debe soportar quienes viajan en autobús al interior del país.
QUINTO DÍA, 30-6-2017
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