42 países del mundo enfilan contra la Constituyente
El gobierno de Nicolás Maduro enfrenta la presión internacional por el intento de absorber un suprapoder con la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Cuarenta y dos países se suman al rechazo del nuevo órgano y mantienen la amenaza latente de aplicar sanciones a funcionarios gubernamentales.
La Unión Europea (UE), a través de la representante de Política Exterior Europea, Federica Mogherinia, pidió este miércoles al Ejecutivo que rectifique y que sea suspendida la ANC, pues agravó de forma duradera la crisis en Venezuela.
“La Unión Europea y sus Estados miembros no pueden, por consiguiente, reconocer la Asamblea Constituyente, en torno a cuya representatividad efectiva y legitimidad tienen serias preocupaciones, y llaman al presidente Nicolás Maduro a tomar medidas urgentes para rectificar. En concreto, la puesta en marcha de la Asamblea Constituyente debería suspenderse y las competencias de todas las instituciones previstas por la Constitución deben ser expresamente reconocidas”, afirman y citan expresamente a la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo y el Ministerio Público.
Los 28 estados miembros evitaron adoptar sanciones en respuesta de la controvertida votación que, según sus detractores, es una estratagema de Maduro para permanecer en el poder.
Una escalada
Colombia fue el primer país que avisó no reconocería los resultados de la ANC. México, Panamá, Perú, Brasil, Estados Unidos, Argentina, Costa Rica, España y el Parlamento Europeo tomaron la misma decisión.
La rebelión diplomática aparece mientras el Presidente agita permanentemente el fantasma de la injerencia en sus asuntos internos. Presidentes y cancilleres advirtieron que su aplicación ponía en riesgo la democracia, profundizaría la crisis, y podría acelerar la espiral de violencia, aumentar la polarización política, entre otros peligros.
La UE advierte al gobierno de Caracasque está dispuesta a endurecer su respuesta, en caso de que los principios democráticos se vean erosionados y la Constitución venezolana no sea respetada.
De acuerdo con el abogado especialista en derecho internacional, Mariano de Alba, el “desconocimiento internacional a la Constituyente significa que cualquier autoridad o decisión que de ella emane, no será reconocida”.
España retiraría visados
España propuso suprimir la autorización para viajar al país y la retirada de visados a las personas vinculadas con el Gobierno venezolano, advirtió ayer el presidente del Ejecutivo español, Mariano Rajoy.
El presidente español explicó que el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, conversó con Mogherini, tras la votación del domingo y la detención de López y Ledezma. “Acabo de hablar ahora con el ministro de Asuntos Exteriores porque lógicamente este es un tema que nos preocupa a todos como demócratas, pero nos preocupa especialmente a los españoles por lo que para nosotros significa Venezuela”,dados los lazos culturales e históricos y el alto número de españoles residentes allí, destacó el presidente del Gobierno desde su retiro vacacional en Galicia.
Durante una reunión de los diplomáticos europeos evaluaron medidas ante la crisis de Venezuela. Nikki Haley, embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, aseguró que las elecciones son “fraudulentas” y “otro paso hacia la dictadura”.
Brasil, por su parte, opinó que la Constituyente es un “camino seguro para el agravamiento de la crisis” y una medida “que expone abiertamente la intención de Maduro de perpetuarse en el poder”. Y así, uno a uno, se han ido acumulando los comunicados de países vecinos o importantes socios comerciales que rechazan la Constituyente.El escenario crea la incertidumbre de qué implica realmente que un país esté aislado en el mundo globalizado, pero que cuenta con el apoyo de países como Rusia, India y China.
La internacionalista, Elsa Cardozo, sostiene que el pronunciamiento de la comunidad internacional es una reacción favorable a la ayuda del regreso a la democracia y a la Constitución, mientras “a Maduro se le reduce su margen de maniobra”.
“El Gobierno se está aislando de las relaciones más favorables, perjudicando al país, sin embargo, las sanciones que hacen los países son individuales. Venezuela no está aislada porque cuenta con el apoyo y la atención de muchos países”, agregó.
Los especialistas aseguran que más rechazo de los homólogos puede que no acabe con la crisis política y social del país. Incluso puede profundizar la, pero también puede conseguir que Maduro se sienta contra las cuerdas y acceda a lo que le piden la oposición.
Giovanna de Michele, analista internacional, alega que la comunidad internacional ha respondido a la gravedad de la situación, pero la oposición no ha sabido capitalizar el apoyo. “La Mesa de la Unidad Democrática es heterogénea, con muchos partidos y voces diferentes es difícil articularacciones”, dijo.
Estudian la salida
El secretario de Estado de EE. UU., Rex Tillerson, reveló que las agencias de inteligencia están estudiando la forma de obligar al presidente Maduro a abandonar el poder.
“Estamos evaluando todas nuestras opciones políticas para ver qué podemos hacer para crear un cambio de condiciones (en Venezuela), donde o bien Maduro decida que no tiene futuro y quiera marcharse por voluntad propia, o nosotros podamos hacer que el Gobierno vuelva a su Constitución”. Es decir, que sean anuladas las elecciones a la Asamblea Constituyente y el presidente pierda el poder.
Otro frente perdido
El Gobierno tiene otro frente abierto con el Mercosur. Una batalla dialéctica y jurídica con base en una confrontación tejida por el cambio de corrientes ideológicas en la región. Sus cancilleres, según la agencia EFE se reunirán el sábado en Brasil para tomar una decisión “definitiva” sobre Venezuela con base en el Protocolo de Ushuaia, que incluye la cláusula democrática, que puede implicar la suspensión política de un país miembro del bloque, dijo el canciller paraguayo, Eladio Loizaga.
El canciller indicó que la reunión convocada por Brasil, que ostenta la presidencia temporal del bloque, se celebrará “casi seguro” el sábado y queda pendiente decidir si será en Sao Paulo o en Brasilia, de acuerdo con la conectividad.
Loizaga añadió que en ese encuentro se “tomará una decisión en base a lo que establece el Protocolo de Ushuaia en cuestiones sobre democracia, teniendo en cuenta que definitivamente en Venezuela hay una ruptura del orden democrático”. “Será algo definitivo. Se tiene que tomar sí o sí una decisión. No hay vuelta que dar. No hay marcha atrás”, explicó el canciller a Radio Nacional.
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