Venezuela no reconoce la constituyente
Lo producido este domingo es una transgresión contra la convivencia nacional, que empeora significativamente la emergencia de la crisis venezolana. La instauración forzada de esta constituyente inaceptable solo puede aumentar el rechazo popular
El régimen de Nicolás Maduro ha llevado a cabo a cabo los comicios de una constituyente desoyendo al pueblo venezolano y forzándola a la manera de un golpe de Estado sobre el país.
El proceso sectario de elección ha sido generado desde la presidencia y aprobado de manera irresponsable y colaboracionista por el CNE. Son conocidas las acciones de hostigamiento y chantaje llevadas a cabo por el régimen para obligar a sectores de la población a votar, condicionando la entrega de comida a través de los CLAPs, o amenazando públicamente a empleados públicos, por ejemplo. La campaña mediática de propaganda y censura llevada a cabo al respecto no puede ocultar la realidad: la gran mayoría de los venezolanos no acepta esta constituyente, el proceso ha sido una farsa ilegal y los actuales constituyentes representan a un grupo radical y antidemocrático que ha usurpado el poder.
La constituyente agudiza la crisis política al forzar un gobierno paralelo, desconocido dentro y fuera del país. A nivel económico recrudece la situación inflacionaria y de graves problemas de producción ante el peligro de sanciones y la desconfianza de mercados mundiales.
De forma alarmante aumenta la conflictividad interna a niveles inéditos en nuestra historia contemporánea. Lo producido este domingo es una transgresión contra la convivencia nacional, que empeora significativamente la emergencia de la crisis venezolana. La instauración forzada de esta constituyente inaceptable solo puede aumentar el rechazo popular y escalar la violencia y la represión del Estado. No hablamos solamente de la persecución política a líderes e integrantes de la oposición democrática o del chavismo traicionado, sino de la agresión y violación de DDHH a comunidades y urbanizaciones, gremios profesionales, académicos y productivos, que vienen protestando ante el deterioro de las condiciones de vida producto de las políticas destructivas y empobrecedoras del régimen.
Represión y conflicto como el sucedido en este fin de semana, con hechos de violencia y terrorismo de Estado sucedidos en distintos puntos del país, y que alcanzaron cuotas realmente cruentas en Táchira.
No podemos doblegarnos ante un sistema que de manera acelerada elimina vías de entendimiento para sustituirlas por mecanismos de opresión, amenazando nuestras vidas. Pero hemos entrado en una situación de rebeldía y desconocimiento ante un Estado dictatorial, que debe ser abordada con inteligencia y astucia, para desarrollarse efectivamente con la violencia brutal del gobierno.
Las condiciones para generar la salida a esta situación se darán a través del encuentro y la participación organizada de todos. En el actual contexto de imposición dictatorial que vive el país cobran fuerza los valores de la convivencia. Debemos enfrentar el sometimiento y la humillación del régimen con el respeto y la solidaridad. La imposición de un grupo por sobre la mayoría, con el reconocimiento de las distintas fuerzas sociales y su articulación organizada para enfrentarla. Y debemos hacer actos de resilencia que nos permitan enfrentar las adversidades y la desesperanza con la certeza de que saldremos fortalecidos de la tragedia y lograremos un mejor futuro.
Debemos resaltar la serie de problemas que hacia lo interno del poder, el gobierno genera con este hecho. Por un lado evidencian la traición al proyecto de Hugo Chávez al transgredir la constitución, ampliando los desencuentros con sectores civiles y progresistas del chavismo. Por otro lado abre paso al conflicto de liderazgos dentro del régimen que afectará el ya caótico y destructivo desempeño del gobierno. Todo esto mientras los verdaderos problemas del país como el hambre, la violencia y el empobrecimiento no solo siguen sin ser resueltos sino que además empeorarán.
Llamamos a los sectores dentro del gobierno que adversan el proyecto dictatorial a manifestarse y trabajar en conjunto con el resto del país para detener este proceso constituyente en contra de los venezolanos y rechazamos esta nueva etapa de radicalización de la dictadura y
Hoy más que nunca, nos mantenemos junto al país, desde las comunidades, reiterando la defensa de los valores de la democracia y la convivencia como única manera de lograr el bienestar de todos.
Coordinador de Movimiento Mi convive
Miembro de Primero Justicia
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