“No hay insulina en la mayoría de las farmacias del Táchira”
A contados establecimientos farmacéuticos del estado Táchira llega la insulina, escasez que causa alarma, pues implica el deterioro de la salud del enfermo y la preocupación de sus familiares, que día a día visitan cantidad de farmacias con la esperanza de conseguir este producto indicado en determinados pacientes diabéticos para controlar sus niveles de azúcar.
De acuerdo con lo expresado por William Velazco, miembro de la Federación de Farmacéuticos del estado Táchira, los medicamentos que se utilizan para los pacientes con problemas de diabetes por la vía oral no se encuentran, tales son los casos del Glucofage y Glicazida, situación que también se repite con los usados por vía parenteral, es decir, la insulina, solo la tienen pocas cadenas a nivel nacional.
En tal sentido aseguró que es muy poca la insulina que se puede conseguir y su precio es sumamente alto, de allí que resulta complicado adquirirla con la debida regularidad para mantener el control de los que padecen diabetes.
Explicó que han observado que el aumento de los fármacos ya no es del 10 o 20 % sino del 200 y 300 %: “Ya se llegó al límite, es imposible aumentarlos más, porque de verdad el venezolano no tiene la capacidad económica para adquirirlos”.
Hace un tiempo atrás la mayoría de los establecimientos farmacéuticos tenían en sus anaqueles insulina, afirmó Velazco, pero tiene mucho tiempo que no llega:
“Es un producto que viene en varias presentaciones: insulina rápida, lenta, NPH. Pero en los últimos meses prácticamente no se consigue de ninguna”.
“Hace unos días se logró adquirir una rápida que necesitaba con urgencia un paciente, en una de las grandes cadenas, pero tenían un solo tipo de insulina, cuyo costo fue de 83 mil bolívares, es una caja que tiene cinco lapiceritos para inyectar, de repente alcanza para cubrir las dosis del mes”, estimó el farmacéutico.
Dejó claro que los pocos expendios de medicina que tienen insulina, piden el récipe y las indicaciones, para poder ver si el paciente realmente lo necesita; eso está bien, pues se trata de frenar esa conducta de que alguien la compre solo para revenderla.
“Además en algunas oportunidades, la persona que la compra no la mantiene en la cadena de frío, desconoce que hay que cuidarla al momento de transportarla, evitando el calor; y si la compran para revenderla y no tienen cuidado, entonces se daña el producto, lo que implica que quien la compra está adquiriendo un fármaco que no le va a servir”, enfatizó William Velazco.
De acuerdo con lo expresado por William Velazco, miembro de la Federación de Farmacéuticos del estado Táchira, los medicamentos que se utilizan para los pacientes con problemas de diabetes por la vía oral no se encuentran, tales son los casos del Glucofage y Glicazida, situación que también se repite con los usados por vía parenteral, es decir, la insulina, solo la tienen pocas cadenas a nivel nacional.
En tal sentido aseguró que es muy poca la insulina que se puede conseguir y su precio es sumamente alto, de allí que resulta complicado adquirirla con la debida regularidad para mantener el control de los que padecen diabetes.
Explicó que han observado que el aumento de los fármacos ya no es del 10 o 20 % sino del 200 y 300 %: “Ya se llegó al límite, es imposible aumentarlos más, porque de verdad el venezolano no tiene la capacidad económica para adquirirlos”.
Hace un tiempo atrás la mayoría de los establecimientos farmacéuticos tenían en sus anaqueles insulina, afirmó Velazco, pero tiene mucho tiempo que no llega:
“Es un producto que viene en varias presentaciones: insulina rápida, lenta, NPH. Pero en los últimos meses prácticamente no se consigue de ninguna”.
“Hace unos días se logró adquirir una rápida que necesitaba con urgencia un paciente, en una de las grandes cadenas, pero tenían un solo tipo de insulina, cuyo costo fue de 83 mil bolívares, es una caja que tiene cinco lapiceritos para inyectar, de repente alcanza para cubrir las dosis del mes”, estimó el farmacéutico.
Dejó claro que los pocos expendios de medicina que tienen insulina, piden el récipe y las indicaciones, para poder ver si el paciente realmente lo necesita; eso está bien, pues se trata de frenar esa conducta de que alguien la compre solo para revenderla.
“Además en algunas oportunidades, la persona que la compra no la mantiene en la cadena de frío, desconoce que hay que cuidarla al momento de transportarla, evitando el calor; y si la compran para revenderla y no tienen cuidado, entonces se daña el producto, lo que implica que quien la compra está adquiriendo un fármaco que no le va a servir”, enfatizó William Velazco.
Expresó que a veces la gente se molesta porque se piden los récipes, no entienden que esta solicitud tiene como propósito que los medicamentos se puedan distribuir de la mejor manera, es decir, que lleguen a todos los que de verdad los necesitan.
La insulina tiene aproximadamente un año que no llega con la debida regularidad, incluso en los últimos meses la escasez ha aumentado, sentenció.
Al mismo tiempo expresó que la insulina la producía un grupo de empresas trasnacionales, pero la mayoría se ha ido del país, por la falta de disponibilidad de los dólares. Y las que se quedaron en Venezuela, les entregan divisas, no obstante el Gobierno condiciona la entrega de la moneda extranjera, exigiendo que le vendan el 50 % de la producción.
“En Colombia, la insulina tiene un costo aproximado de 200 mil bolívares, frasco que dura para un mes, alto costo que hace recordar que hace un tiempo atrás en Venezuela se contaba con una ampolla de insulina rápida cuyo costo era de 21 bolívares. Sin embargo, ahora este frasco no se encuentra, y de conseguirlo debe el paciente adquirirla por un precio que oscila entre los 100 y 120 mil bolívares”, concluyó el representante de la Federación de Farmacéuticos de Venezuela.
La insulina tiene aproximadamente un año que no llega con la debida regularidad, incluso en los últimos meses la escasez ha aumentado, sentenció.
Al mismo tiempo expresó que la insulina la producía un grupo de empresas trasnacionales, pero la mayoría se ha ido del país, por la falta de disponibilidad de los dólares. Y las que se quedaron en Venezuela, les entregan divisas, no obstante el Gobierno condiciona la entrega de la moneda extranjera, exigiendo que le vendan el 50 % de la producción.
“En Colombia, la insulina tiene un costo aproximado de 200 mil bolívares, frasco que dura para un mes, alto costo que hace recordar que hace un tiempo atrás en Venezuela se contaba con una ampolla de insulina rápida cuyo costo era de 21 bolívares. Sin embargo, ahora este frasco no se encuentra, y de conseguirlo debe el paciente adquirirla por un precio que oscila entre los 100 y 120 mil bolívares”, concluyó el representante de la Federación de Farmacéuticos de Venezuela.
Nancy Porras
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