Asesinaron a estudiante universitario por negarse a regalar un cigarrillo
A la víctima le dispararon seis veces en una fiesta en La Vega. En Petare mataron a un hombre de dos tiros
Alexandra Blanco
Trabajaba como obrero para costearse la carrera
El festejo de un cumpleaños en el barrio El Carmen, callejón Las Margaritas, parroquia La Vega, fue interrumpido luego de que un hombre le disparara seis veces a Edgar Enrique Nava Pantoja.
Testigos contaron a la madre del fallecido que minutos antes el victimario había discutido con Nava porque le negó un cigarrillo. “Se insultaron y luego se fueron a las manos. Mi hijo ganó la pelea y el otro se sintió humillado y se fue de la fiesta”, dijo Jenny Nava, en las inmediaciones de la morgue de Bello Monte.
La celebración continuó y nadie se imaginó que esa otra persona, de la que no se tiene identificación, regresaría con acompañantes y accionaría un arma de fuego contra Nava, de 20 años de edad, que apenas comenzaba una carrera universitaria, en la especialidad de administración, en un instituto privado del centro de la ciudad.
La madre dijo que era el mayor de dos hermanos y que trabajaba de manera eventual como obrero para costearse los estudios.
En otro hecho, el jueves a las 6:00 pm en el barrio San Isidro, parte baja de Petare, resultó muerto Luis Gerardo Georgerín Pernía, de 30 años de edad.
Familiares indicaron que el hombre se encontraba en un local de venta de lotería en ese sector, donde residía con su esposa, con ocho meses de embarazo, y su hijo de 7 años de edad.
Dos individuos con chaleco antibalas descendieron de un vehículo amarillo y se dirigieron a Georgerín con voz de mando. “El no hizo caso porque no los conocía, por lo que ignoró el hecho y les dio la espalda. Cuando hicieron un segundo llamado, mi esposo volteó y recibió dos tiros: uno en una pierna y otro en el intercostal izquierdo”, señaló la viuda, que no quiso identificarse.
El herido fue trasladado por vecinos al hospital Domingo Luciani de El Llanito, pero ingresó sin signos vitales.
Familiares de la víctima desconocen si tenía problemas con esas personas. No quisieron dar más detalles por temor a posibles represalias.
“En ocasiones los malandros dan rondas por los sectores donde cometen los crímenes para intimidar, por si alguien se atreve a denunciarlos”, dijeron.
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