Madre de todas las batallas
Venezuela necesita de una oposición fuerte y coherente que desde ¡ya! comience a trabajar y a organizarse para derrotar al gobierno en la elección presidencial, madre de todas las batallas.
El gobierno acelera los tiempos para tratar de aprovechar el bajón que cunde a la oposición venezolana. Extrema los tiempos y convoca apresuradamente elecciones de alcaldes con el objeto de obtener triunfos que de otra manera le sería imposible lograr y no es de extrañar que convoque, igualmente, elecciones presidenciales para el primer trimestre del próximo año, reconfortado con lo que sería un nuevo triunfo en alcaldías del país, en momentos que la oposición se debate entre dos posturas que la hacen incoherente y sirve la mesa para que el gobierno se salga con la suya.
La oposición democrática desde que Chávez tomo el poder, siempre se ha debatido entre la abstención o la participación electoral. Y todos sabemos que una de ellas anula la otra. Muchas de las derrotas electorales han sido producto de la abstención de importantes sectores opositores. El gobierno con su maquinaria tramposa esta presta para cometer fraude cuando las condiciones se lo permiten, pero también magnifica estos para suministrar nutrientes a la desesperanza, desosiego, incertidumbre y depresión de potenciales votantes opositores con el propósito de estimular y aumentar la abstención, mejor aliada para su propósito de triunfar sin mucho fraude y mostrar estadísticas de imbatibilidad que en un estado democrático no obtendría.
Los factores democráticos conocen perfectamente lugares y maneras donde se puede cometer fraude electoral, esto sin considerar el claro ventajismo y abuso de poder del estado como maquinaria aliada al gobierno. Sabe con puntos y señales la manera en que se fragua el fraude. Pero cuando la maquinaria opositora está bien preparada, mejor estimulada, coherente y unida en pro del triunfo, no hay fraude posible; así se demostró en el referendo consultivo del 2007 y en las elecciones a la Asamblea Nacional del 2015. No es que el gobierno no quiso cometer fraude en esos procesos, es que la oposición se lo impidió o minimizo al extremo que no influyo en los resultados electorales.
La oposición democrática desde el triunfo rotundo del 2015 hasta el proceso de elección de gobernadores este año, perdió cerca de 3 millones de votos que en su mayoría se abstuvo de participar y propicio la derrota electoral en ese proceso. Que el gobierno cometió fraude, cierto y si lo dejan más rápido. Que el gobierno fue ventajista y abusó del poder del estado para su beneficio, cierto pues ellos no son demócratas y eso lo sabemos. Que la oposición tiene muchas contradicciones y no se ponen de acuerdo, también es cierto, pero eso sucede porque en contraparte al gobierno, la oposición es democrática y se nutre del debate y de las diferencias. Todo es cierto, pero cuando los venezolanos acuden masivamente a votar, sin miramientos ni excusas, la oposición triunfa sin atenuantes.
El próximo mes de diciembre se realizaran las elecciones de alcaldes. Algunos partidos, quizás los que son un poco más grandecitos, se abstienen de participar porque consideran que no están dadas las condiciones de pulcritud para acudir a ese proceso electoral. Le respeto su decisión, pero no la comparto. ¿En cuál proceso electoral han estado dadas las condiciones de pulcritud? En ninguno, pero se ha demostrado que cuando la oposición acude con fuerza y coherencia nada la detiene. Quizás es muy tarde para lograr ese entusiasmo en este proceso municipal, salvo algunas excepciones, pero desde ya hay que trabajar para estimular la participación electoral y disminuir el abstencionismo de cara a las elecciones presidenciales que por los vientos que soplan, el gobierno las puede adelantar. En guerra avisada no muere soldado. Venezuela necesita de una oposición fuerte y coherente que desde ¡ya! comience a trabajar y a organizarse para derrotar al gobierno en la elección presidencial, madre de todas las batallas.
Docente universitario
(ljm1802otamil.com y luisjosemart)
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