El milagro de la Virgen del Perpetuo Socorro
Más de 1200 personas entre niños, adultos y ancianos reciben una sopa muy nutritiva de los Hermanos de la Capilla del Perpetuo Socorro, también le llevan sopa a los detenidos en la policía
Maracay.- Una larga fila de personas con un envase plástico en la mano ocupa una cuadra y tal vez un poco más. Ninguno va a comprar pan o cualquier producto regulado, simplemente están esperando su turno para recibir la palabra de Dios y su porción de sopa. Los rostros famélicos y sus cuerpos delgados demuestran las injusticias sociales, se escuchan niños que les preguntan a sus madres “cuando nos van a pasar” y llantos de bebés con hambre.
Todo comenzó en el mes de junio del 93 cuando la virgen del Perpetuo Socorro se le apareció a uno de los hermanos y le dijo que quería que hicieran un comedor para alimentar a los más necesitados. El día 27 de junio de ese año empezaron con unos mesones a uno de los laterales de la capilla, atendían a unas 150 personas al día y desde ese momento su labor ha sido ininterrumpida.
“La oración es el primer alimento que toman todos los que vienen a comer”, dice la madre Amalia Jadah, quien asegura que ha sido un milagro de la virgen del Perpetuo Socorro, que siempre tengan alimentos que ofrecer a los más necesitados.
“Todos los que vienen a comer aquí tienen que orar, a nosotros nos interesa más el alma que el cuerpo. Le leemos la palabra del señor y nunca nos ha faltado la comida. Un día apareció en nuestra cuenta 50 mil bolívares, que para nosotros hace varios años era muchísimo dinero y lo gastamos todo en alimentos. Había sido un error y la persona dueña del dinero nos dijo que podíamos pagarlo mensualmente como pudiéramos y así lo hicimos”, narró la religiosa quien dijo que la virgen trabaja de manera misteriosa.
Nuevamente la Virgen se apareció a uno de los hermanos y le dijo que construyeran un comedor más grande. “En el 2013 hicimos éste comedor, antes atendía a unas 150 personas, nunca llegamos a 200, pero desde el 2013 son más 1200 personas necesitadas a las que le damos comidas. Nosotros lo que hacemos es orar y las personas de buen corazón colaboran con nosotros”, dijo Jadah.
La Madre relató que muchos ancianos se desmayaban por hambre mientras hacían la cola. “Un día recibimos la donación de mil kilos de nueces peladas, no sabíamos qué hacer con ellas. Comenzamos a poner un kilo de nuez en cada olla de sopa y repartir puñitos de nueces a las personas, es una excelente proteína, así son los milagros de la virgen”.
Son casi 40 voluntarios entre trabajadores y cocineros, quienes hacen posible esta labor. Las personas comienzan hacer su cola desde las 10 de la mañana con su envase en la mano. En la cola se observan madres con niños pequeños, medianos y familias enteras. También hombres y mujeres de la tercera edad y jóvenes, muchos están desempleados y otros acuden al comedor porque simplemente no les alcanza lo que ganan para comer.
Propios y extraños, se sientan juntos y comparten el mesón, algunos intercambian saludos, mientras otros guardan su sopa o la dividen en dos porciones para llevársela. En los rostros solo se puede leer agradecimiento y en algunos caso tristeza y soledad.
Come todo el que tenga hambre
En el comedor todos cumplen con distintos roles, pero hay uno de ellos que se ve muy enérgico y que todos ven con respeto, pese a su rostro joven es quien impone el orden y reparte la comida.
El hermano Pablo, es quien organiza la cola de las personas y quien reparte la sopa. “Aquí come todo aquel que tenga hambre, no existe una condición especial para venir a comer. Atendemos a unas 1500 personas todos los días entre ellos 200 son niños. Nosotros hacemos granos, pastas, verduras, pollos, carnes, cosas para la sopa diaria. Antes hacíamos un plato de comida más completo, ahora solo una sopa, pero procuramos que sea completa”.
El hermano Pablo, es quien organiza la cola de las personas y quien reparte la sopa. “Aquí come todo aquel que tenga hambre, no existe una condición especial para venir a comer. Atendemos a unas 1500 personas todos los días entre ellos 200 son niños. Nosotros hacemos granos, pastas, verduras, pollos, carnes, cosas para la sopa diaria. Antes hacíamos un plato de comida más completo, ahora solo una sopa, pero procuramos que sea completa”.
Paya, Guaranito, San Mateo, San Vicente, San Joaquín de Turmero, Magdaleno, Cagua, son algunos de los sectores de donde vienen la mayoría de las personas. “Aquí vienen de toda clase, desde familias completas, hasta personas mala conducta y si se portan mal o arman desorden, los sacamos y no los dejamos entrar más”, explicó el Hermano Pablo.
La jornada arranca a las 7 de la mañana cuando los cocineros y ayudantes se ponen a trabajar y son 13 ollas gigantes las que disponen para alimentar a todo aquel que llega al lugar. “Nosotros le damos comida a todo aquel que viene, pero la Madre Amalia nos dio la orden de enviarle comida a los presos que están acá en la policía municipal y los que están en la Cicpc.
Nosotras las mujeres somos ayudantes y los cocineros son el señor Chapellín y el hermano Pablo”, explicó Gladys Tovar
Testimonios
Francys Borges, pensionada:
“Vengo aquí desde hace tres meses, cuando tengo que comer no vengo porque sé que otros lo necesitan”.
Yusleidy Sánchez, madre de dos niños uno de 13 y otro de 8 años de edad:
“Vengo desde hace un año casi todos los días, trabajo en la Alcaldía de Mariño porque no me alcanza lo que gano. Esto es una obra hermosa, sin embargo a veces la comida no es tan buena”.
Daya es madre de 4 niños y tiene 21 años:
“No tengo recursos, no tengo pareja. Vengo aquí todos los días y hasta me dan el desayuno para mis hijos”.
María, es una de las más antiguas en el comedor, es madre de cuatro niños uno de ellos con discapacidad motriz. “Tengo varios años viniendo, solo vengo con mi hijo que tiene retardo psicomotriz y trastornos en los riñones. Le doy gracias a Dios porque es él, quien abre los corazones de las personas para que nos den esta ayuda. Somos muchos los que tenemos necesidades.
El mensaje
La Madre Amalia Jadah, aseguró que la virgen del Perpetuo Socorro en tres oportunidades y por tres vías distintas ha enviado este mensaje. “Vienen momentos importantes para Venezuela, vienen muchísimas bendiciones. Oren mucho que ya estamos cerca”.
Tanto Jadah como los hermanos, solo piden que les colaboren con insumos para continuar con esta labor de alimentar a los más necesitados.
Tanto Jadah como los hermanos, solo piden que les colaboren con insumos para continuar con esta labor de alimentar a los más necesitados.
Fundación Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Banco Bicentenario Cuenta Corriente: 0175-0415-19-0071201928
Rif J-313417874
Fotos Gabriela Aguilar Ruiz
Palabras claves: ayuda, alimentos, virgen perpetuo socorro, Turmero, aragua
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