El Grupo de Contacto de la UE tiene soluciones “concretas” para Guaidó y para Maduro
Un diplomático como Fernando Gerbasi y políticos como Antonio Ledezma y Luis Eduardo Manresa ven inviable cualquier diálogo con Nicolás Maduro. Así se lo hacen saber a ALnavío. Pero lo cierto es que un grupo de diplomáticos europeos visitará Caracas en los próximos días. Traen soluciones “concretas” para la crisis. Además, no estarán solos. Como se publicó hoy en este diario, gente de Maduro y gente de la oposición están dispuestos a dialogar. Además, la iniciativa surge del propio Leopoldo López.
Daniel Gómez (ALN)
El 7 de mayo el Grupo Internacional de Contacto cumplió 90 días. El tiempo que se fijó para encontrar una solución pacífica a la crisis de Venezuela. El régimen sigue en el poder. Las condiciones para convocar elecciones libres no existen. Los conflictos políticos, sociales, económicos y humanitarios persisten y se agudizan.
Es como si los esfuerzos de la Unión Europea no hubieran valido de nada. Pero no pierden el ánimo. De hecho, son optimistas. Han visto avances en las conversaciones. Por eso los comisarios redoblaron el compromiso de mantener la misión y en los próximos días un equipo diplomático de Bruselas visitará Caracas. Allí a Juan Guaidó y a Nicolás Maduro les plantearán soluciones “concretas”.
“Es momento de promover ideas concretas y este grupo las tiene”, dice la jefa de la diplomacia en Bruselas, Federica Moguerini, quien se abstiene a dar detalles. “Se requiere un cierto grado de confidencialidad”.
Se dice que una de las opciones que planteará la UE es la de convocar elecciones. Libres, democráticas, con observación internacional, en las que participe la oposición, y también Maduro y el resto del chavismo.
“El diálogo con Maduro no existe. Hubo tres intentos en los que participó el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, la Santa Sede, la oposición, el régimen, República Dominicana, todo tipo de actores. Fueron tres intentos que se convirtieron en tres abortos. Y lo fueron por culpa de Maduro. No queremos un cuarto diálogo”, explica a este diario Luis Eduardo Manresa, secretario de organización del partido venezolano Acción Democrática
Esta idea no le gusta a Guaidó. En su ruta el primer punto está claro: el fin de la usurpación de Maduro. Un fin de la usurpación que puede llegar por dos vías. La presión diplomática, con la que se busca asfixiar al régimen. Y la intervención militar de una fuerza extranjera, la cual gana peso en el argumentario de Guaidó.
El caso es que la ruta -fin de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres-es firme e invariable. Y así lo piensan políticos y diplomáticos venezolanos que ahora viven en Madrid.
“La presencia de Maduro desvirtúa un proceso de elecciones libres y democráticas. Para que lleguemos a este punto, Europa va a ser de una gran ayuda porque nos puede dar una profunda asistencia técnica para llevar a cabo este proceso”, declara a ALnavío el exembajador venezolano ante las Naciones Unidas, Fernando Gerbasi.
“El diálogo con Maduro no existe. Hubo tres intentos en los que participó el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, la Santa Sede, la oposición, el régimen, República Dominicana, todo tipo de actores. Fueron tres intentos que se convirtieron en tres abortos. Y lo fueron por culpa de Maduro. No queremos un cuarto diálogo”, añade a este diario Luis Eduardo Manresa, secretario de organización del partido venezolano Acción Democrática.
“Maduro no hace honor a los compromisos. La agenda de la señora Mogherini y del Grupo de Contacto fue fallida. Además, suscribo lo que dice Juan Guaidó cuando menciona que la ruta de fin de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres es invariable”, apunta a ALnavío el alcalde de Caracas en el exilio, Antonio Ledezma.
Los logros del Grupo de Contacto
El Grupo de Contacto está compuesto por ocho países comunitarios (Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Portugal, España, Suecia y el Reino Unido) y tres de América Latina (Costa Rica, Ecuador y Uruguay).
El punto de partida de la UE fue reconocer a la Asamblea Nacional de Venezuela y a su presidente, Juan Guaidó, como únicas autoridades legítimas en el país. Desconociendo, por tanto, a Maduro, pero también teniendo en cuenta que es su régimen el que acumula mayores cuotas de poder.
Bajo esta premisa nació el Grupo de Contacto en el que también figuran países neutrales en la causa como Uruguay e Italia. La primera resolución de este conjunto de países data de febrero. Tras un encuentro en Montevideo, los gobiernos que conforman el grupo hicieron un llamado a la convocatoria de elecciones libres y a la necesidad de que entre ayuda humanitaria.
Si bien lo primero no ha sido posible hasta la fecha, el Grupo de Contacto logró que el 22 de febrero Maduro aceptara el ingreso de la ayuda humanitaria enviada desde Europa. No hay que olvidar que un día después tendría lugar la represión del régimen en la frontera con Colombia, impidiendo la entrada de alimentos y medicinas que envió Estados Unidos.
Este éxito diplomático de la UE se enfrió en Quito. En la reunión que el Grupo de Contacto que se mantuvo allí a finales de marzo no hubo avances en las resoluciones. Esto llevó al canciller español, Josep Borrell, a pedir más celeridad a Bruselas para que respondan al sentimiento de urgencia de los venezolanos.
El mismo Borrell, preguntado por la agencia EFE por los avances del Grupo de Contacto tras la tercera reunión en Costa Rica el pasado viernes, respondió: “Hemos visto un acelerón, que falta hace”.
Este acelerón no es otro que la visita diplomática que organiza Bruselas a Caracas. Un intento de diálogo que ya no es único. Por lo publicado este martes en ALnavío, se sabe que el jefe del partido venezolano Voluntad Popular, Leopoldo López, emprendió una iniciativa de diálogo que involucra a fieles de Maduro y a opositores.
Por Maduro está el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, y el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez. Por la oposición, se señala al exministro del gobierno de Carlos Andrés Pérez, Fernando Martínez Mottola y al exdiputado, Gerardo Blyde.
Además, aparecen desde Noruega negociadores -involucrados en los diálogos en LaHabana que culminaron en los acuerdos entre el gobierno de Colombia y las FARC– dispuestos a colaborar con la iniciativa. Iniciativa que está desligada del presidente Guaidó, quien sigue ceñido a su ruta. Primero fin de la usurpación, luego todo lo demás.
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