“Si el Gobierno me hubiera apoyado, yo no habría tenido la necesidad de prostituirme”
Leosvel Estrada Ruiz solo tiene 19 años y es portador del VIH. A través de las redes sociales contactó con CubaNet para dar a conocer su historia
LA HABANA, Cuba. – Desde los seis años, Leosvel Estrada Ruiz quedó en la calle junto a su madre. Luego de que su padre los echara de casa a ambos, no han vuelto a tener un verdadero hogar. “Mi madre hizo todo lo que pudo para sustentarnos económicamente, pero la pobre se enfermó y ya no pudo más. Imagínate, nos quedamos sin tener dónde vivir, nos quedamos sin nada”, lamenta el joven ante la cámara de CubaNet.
“Cuando cumplí 12 años definí mi orientación sexual y a los 14 salí para el Parque de la Fraternidad y empecé a prostituirme para sustentarnos económicamente. No teníamos dinero para pagar un alquiler y tampoco para comprar comida”, detalló el joven de 19 años.
“Eran demasiadas personas con las que tenía que acostarme en una sola noche para poder ganar algún dinero y comprar comida”, lamentó.
En este punto de su vida, luego de que un preservativo se rompiera, Estrada Ruiz quedó infectado con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
“Los condones en Cuba son tan buenos (ironía) que muchas veces se rompían y yo sabía que estaba arriesgando mi vida, ¿pero qué podía hacer?”, se preguntó Estrada Ruiz.
El joven también asegura que tuvo que cambiar sus estudios, de día, por las noches en el Parque de la Fraternidad, adonde iba a buscar sus “clientes”. “No tuve otra salida, estábamos pasando tremendo trabajo y gracias a que me prostituí, pudimos alimentarnos y pudimos alquilarnos, tener un techo”, dijo.
Según indicó, por cada persona con la que tenía sexo ganaba 5 CUC. Cada noche se acostaba al menos con tres “clientes”.
“Si el Gobierno me hubiera apoyado, yo no habría tenido la necesidad de prostituirme y, quizás, hoy no estaría enfermo. Pero no fue así, (las autoridades) siempre nos dieron la espalda, todo el tiempo”, refirió.
Entretanto, Mariela Ruiz Villán, la madre del joven, explica que desde que su exesposo los echó de la casa buscó apoyo en todas las instituciones posibles que estaban relacionadas con el caso. Sin embargo, más de una década después todavía espera la ayuda.
“Llevamos muchos años rodando en la calle, tenemos un expediente en Vivienda como caso crítico pero no hemos recibido ninguna ayuda del Gobierno. En ocasiones hemos tenido el dinero para pagar el alquiler, pero otras veces hemos dormido bajo las estrellas porque no tenemos ni un quilo y eso es duro, muy duro”, lamentó.
Según Ruiz Villán, en una ocasión ella y su joven hijo ocuparon un albergue que estaba “totalmente vacío” pero, aun así, agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) los desalojó a la fuerza.
“Me llevaron para la estación de la Policía y allí me tuvieron hasta la madrugada, sin tener en cuenta que en ese momento mi hijo estaba con fiebre, se sentía mal a causa de su enfermedad. Aun así no les importó nuestra situación”, denunció.
Actualmente, Mariela y su hijo viven en un pequeña “casa” que construyeron ellos mismos en los terrenos donde estuvo ubicada la antigua tenería de La Lisa.
“Me cansé de tantas mentiras, ya me cansé de todo eso, porque se limpian el cu… con todo. Todo es un descaro, siempre dicen que no tienen viviendas y lo que hacen es venderlas. Venden hasta las capacidades de albergue, los terrenos, todo lo venden, y los que no tienen dinero que se jodan”.
Ruiz Villán relata que en infinidades de ocasiones ha escrito cartas al Consejo de Estado pidiendo ayuda y la respuesta siempre ha sido “no se preocupe, compañera, que su problema se va a resolver”.
Sin embargo, ella y su hijo siguen en el mismo lugar, bajo el mismo “techo”. “Yo me siento desamparada, llevo 17 años escuchando mentiras, y ya me cansé de la mentira”.
Donde residen, madre e hijo no cuentan con una entrada de agua potable ni con servicio sanitario. “Las necesidades nosotros las hacemos en una cubeta, porque aquí nosotros no tenemos baño. El agua no las dan, a veces, del almacén que está aquí al lado”, precisó.
Como si no fuera suficiente con la odisea que han vivido a largo de todos estos años el joven y su madre, el régimen cubano ha multado a Ruiz Villán con 1000 (40 dólares) pesos en dos ocasiones, bajo el alegato de que la “vivienda” donde residen fue construida de manera ilegal.
“Ya nos han puesto dos multas de 1000 pesos cada una, incluso han querido desalojarnos de aquí, porque según ellos, como nosotros somos de Marianao estamos ilegales en La Lisa”.
“Este país no ha hecho nada por nosotros, absolutamente nada, por eso es que digo que estamos desamparados. Durante la pandemia aquí no han venido ni a preguntar cómo está mi hijo. Hasta hemos pasado hambre”, terminó la mujer.
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