Paciente de VIH en Santa Clara muere de hambre y desamparada
La mujer, que deja un pequeño de 10 años, falleció en la extrema pobreza esperando ayuda de las autoridades pertinentes, ahora exigen investigación
MIAMI, Estados Unidos.- “En pésimas condiciones, en una casita que el Gobierno le dio por ser un caso social” murió la cubana Anisleidis Suárez Arrechea, de 34 años de edad, paciente de VIH y madre de un pequeño de 10 años, en el reparto Villa Josefa de la ciudad de Santa Clara, informó este martes Radio Televisión Martí.
De acuerdo a la nota, la joven madre falleció, en total desamparo y sin lograr su sueño de tener una vivienda digna, luego de haber ingresado el pasado 22 de septiembre en el hospital Celestino Hernández de la capital villaclareña, del cual a los tres días la enviaron de vuelta a su casa, donde murió el día 25. Ahora varios activistas exigen una investigación.
“Vivía en pésimas condiciones en una casita que el Gobierno le dio por ser un caso social, pero el inmueble está en muy mal estado, le falta una buena parte de las tejas, tiene filtraciones y cuando llueve el agua entra por el techo y las ventanas, las paredes están desconchadas y el piso con hendiduras donde se alojan las ratas. Se está cayendo a pedazos”, denunció Yanisbel Valido, integrante del grupo opositor Cuba Independiente y Democrática (CID).
“Suárez Arrechea vivía allí con su hijo de 10 años, que está operado de la cabeza, tiene una válvula insertada en el cerebro. No tenían cama, dormían en un colchón en el suelo, no tenía fogón de gas ni eléctrico, ni ollas, ni apenas comida, ni sábanas, ni toallas, nada”, agregó la opositora.
Valido reclamó que las condiciones en las que se encontraban esta mujer y su hijo eran una burla a las famosas palabras de Fidel Castro sobre “la revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes”.
“Su pequeño y ella malvivían del dinero que ganaba vendiendo vituallas en las calles. A veces no tenían alimento que llevarse a la boca, sobre todo cuando ella hacía crisis por su enfermedad”, dijo Valido, quien aseguró que las autoridades nunca accedieron a sus peticiones para reparar la casa o cubrir necesidades básicas.
La activista confirmó que el 6 de diciembre de 2019 Suárez Arrechea dirigió una carta a las instancias provinciales del Partido Comunista y el Gobierno, en la que pedía asistencia económica para aliviar su miseria, pero murió esperando una respuesta.
“Desde la Defensoría del Pueblo del CID nosotros la ayudamos a formular la queja, subrayando que, el caso de Anisleidis requería mayor y rápida atención, ya que era una paciente de VIH, con un menor de edad que era quien la cuidaba cuando se agravaba su estado de salud”, expresó la activista.
La defensora de los derechos humanos dijo a Martí que Suárez Arrechea “tenía una artritis generalizada y no contaba con los medicamentos necesarios ni con la nutrición adecuada, ni con las condiciones sanitarias para prolongar su vida”.
“De hambre y VIH no debía morir nadie en Cuba, según el discurso oficial, por eso vamos a exigir una investigación que determine la responsabilidad en el fallecimiento de esta mujer que deja al garete un niño de 10 años”, sentenció.
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