Sectores, dinastías y militarismo dominan candidaturas del PSUV
Los analistas políticos Daniel Varnagy y Ricardo Sucre Heredia consideran que la conformación de las candidaturas del PSUV con miras a las parlamentarias del 6D evidencian el distanciamiento entre la dirigencia y la base social
Un total de 517 nombres figuran en el listado de candidatos inscritos por el chavismo, bajo la armazón del Gran Polo Patriótico (disminuido por la ausencia del Partido Comunista de Venezuela y el sector del PPT que quedó fuera luego de la intervención de esa organización por parte del TSJ), y el aspecto más resaltante del conjunto de nombres es su presentación por sectores de la sociedad, la presencia de familiares de connotados líderes del chavismo y un número importante de abanderados que hasta hace poco figuraron en el Alto Mando Militar.
Continuando con la fórmula de escoger candidatos por sectores, como ya lo hicieron para la elección de integrantes de la asamblea constituyente que convocó Nicolás Maduro, la plantilla de abanderados chavistas muestra la procedencia de cada candidatura: jóvenes, políticos, juristas, intelectuales, trabajadores, comunas, docentes, indígenas, dirigentes de bases, adultos mayores, religiosos, estudiantes, misiones, comunicación, campesinos, economía productiva y movimiento sexo-diverso.
Otro aspecto que resalta es la presencia de familiares de dirigentes del chavismo. Un sobrino del expresidente Hugo Chávez, llamado Hugo Rafael Chávez Terán, encabeza la lista del estado Barinas; Nicolás Maduro Guerra, hijo del gobernante, es el primero de la lista en La Guaira; Gabriela Chacón, esposa de José Vicente Rangel Ávalos, es candidata en el circuito 3 del estado Miranda; la esposa de Diosdado Cabello, Marlenys Contreras, va de primera en Monagas, y Cilia Flores, esposa del mandatario aspira en la lista nacional. Otro familiar que aspira una curul es Elvis Hidrobo Pérez, hijo del Contralor General de la República designado por la asamblea constituyente, Elvis Amoroso.
Candidaturas se nutren del sector castrense
Identificados el sector al que pertenecen a veces como unión cívico-militar y otras como defensa integral, hay cinco candidatos recién salidos de las filas castrenses, que incluso formaron pate del Alto Mando Militar.
Jesús Suárez Chourio, hasta hace un mes jefe del Estado Mayor de la Comandancia en Jefe de la Fuerza Armada Nacional, aspira en la lista de Apure, y Alexis Rodríguez Cabello, quien hasta el mes de julio fue el comandante general del Ejército, va por lista en el estado Bolívar. Ambos inician las lides políticas oficialmente directamente como candidatos en puestos salidores al Parlamento apenas habiendo colgado el uniforme.
Otros exoficiales pero que ya tienen tiempo en política, también tienen grandes posibilidades de llegar a la AN, Antonio Benavides Torres, quien fue comandante de la Guardia Nacional hasta 2017 y pasó luego a la jefatura del gobierno del Distrito Capital, figura en la lista del circuito cuatro de esta misma jurisdicción; el capitán Juan Escalona Camargo, quien como teniente fue ayudante de Hugo Chávez, está inscrito en la lista del estado Portuguesa. Previamente se había desempeñado como integrante de la asamblea constituyente y en algunas instituciones del Estado. Cierra el apartado el almirante Gilberto Pinto Blanco, quien venía de ocupar el ministerio para el Desarrollo Minero Ecológico luego de salir de las filas militares.
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Resulta curioso observar la migración de algunos dirigentes del chavismo, siendo el caso principal el de Francisco Ameliach, quien luego de ser gobernador del estado Carabobo vio mermado su liderazgo en la región, dominado actualmente por Rafael Lacava, al punto que pasó a ser candidato aspirante por lista en el estado Lara. Lo mismo sucedió con Rafael Vielma Mora, quien fue gobernador de Táchira, perdió con Laidy Gómez y tuvo que mudarse ahora al estado Carabobo. Cierra este apartado Pedro Carreño, quien es oriundo de Barinas, es diputado por el estado Lara y ahora es candidato por lista del estado Delta Amacuro.
Candidaturas buscan defender una causa
Para el politólogo Ricardo Sucre Heredia, las candidaturas del chavismo demuestran que se ha impuesto la lógica centralista sobre la federal, ya que se busca a personas que puedan defender la causa, mientras que representar a sus regiones es algo secundario.
“La Constitución ordena a hacer primaras y tener mecanismos de escogencia participativos para determinar las candidaturas. Lo que veo es que el PSUV sigue con una lógica que lo caracteriza desde la asamblea constituyente que es escoger sectorialmente, en función de sectores, juventud, trabajadores, mujeres, etc. Y sobre esa base construir su plataforma, privilegiando sectores y cuotas”, indica el analista.
Sostuvo Sucre Heredia que, en teoría, la representación de un circuito o región determinada por un candidato se ha anulado y no solo en el chavismo. “La lucha política en Venezuela se ha polarizado tanto que la lógica nominal que construía un diputado con su circuito se perdió. Actualmente no se ve que un parlamentario vaya a hablar a su circuito”, señala.
Candidaturas buscan aparentar aceptación
El doctor en Ciencias Políticas Daniel Varnagy explica que se trata de disimular la pérdida de apoyo popular. Indicó que cuando hay una dilución de la voluntad en la masa popular hay distintas técnicas para mostrar un número de representación per cápita mayor al que realmente es, como la técnica «gerrymandering», de aumentar la proporcionalidad. Indica que en el plano de las votaciones entonces para aparentar una base mayor de aceptación se busca determinar las candidaturas por gremios.
“Estamos hablando del capital social. Entendido en redes de relaciones entre miembros de la sociedad, los hay de dos signos, negativo y positivo. El positivo es cuando los radios de relaciones son largos, el negativo aglutina relaciones de radios cortos de confianza; un ejemplo son las empresas familiares que no permiten que nadie que no sea familia esté en la gerencia. Es un capital social negativo, aunque puede dar resultados positivos porque es una empresa familiar, pero en otros casos, que no son una empresa familiar, cuando los radios de confianza son muy cortos, puede derivar en una mafia”, detalla Varnagy.
Añade que algunos sistemas políticos mientras más se radicalizan más se desplazan de capital social positivo, estableciendo reglas y normas para las relaciones.
Dinastías
La presencia de familiares en las candidaturas no es observada con buenos ojos por parte de Sucre Heredia, quien considera que puede haber intención de establecer algunas dinastías en el sector político del gobierno.
“Parecen cosas nepóticas, dinásticas. Hay que entender que el modelo chavista tiene vocación de permanencia; es un modelo que asume que tiene que tener una continuidad, de ahí que el primo del Presidente pueda ser presidente de Pdvsa, un hermano embajador y otro gobernador, se trata de mantener cuotas familiares. Es como construir una dinastía de familia, que controlan, no va con el espíritu democrático”, sostiene Ricardo Sucre Heredia.
Acota que habría que ver sin algunos casos tienen vinculación a liderazgos locales, regionales, pero en todo caso estima que hay una tendencia a corporativizar los liderazgos, algo que a su juicio no es sano para una democracia.
Pérdida de confianza hacia la sociedad
“Este caso muy particular se llama familismo –asevera Daniel Varnagy- es una manera de hacer política a partir de radios muy cortos de confianza básicamente dentro de la familia. Lo que antes se entendía como nepotismo, pero el nombre de esta estrategia es familismo y se hace presente cuando ya las redes de confianza general hacia la sociedad se van perdiendo, erosionando y solo se preservan redes de confianza dentro de las familias”.
Considera Varnagy que ese sistema demuestra un alto grado deterioro en cuanto a la confianza en la sociedad civil en general, así como en los acólitos, por lo que se recurre al radio de acción más corto e inmediato, que brinde confianza.
En cuanto a la presencia entre las candidaturas de quienes hasta hace muy poco formaban parte del sector militar, y dentro de éste al círculo más cercano a Nicolás Maduro, Ricardo Sucre Heredia asevera que es un fenómeno mundial y no exclusivamente venezolano.
“Los políticos están apelando más a los militares en retiro para apoyar candidatos. Pareciera que las democracias tienen que apelar al sector militar porque son democracias que se sienten amenazadas o inseguras”, resalta.
Precisa que hay muchos entre las candidaturas del PSUV y que suponiendo que entren todos al nuevo Parlamento constituirán un dos o tres por ciento de las curules, por lo que será un grupo particular muy grande.
“Por supuesto que los militares tienen derecho a participar una vez que cuelgan el uniforme, pero lo que se observa es que es una manera indirecta que tiene Nicolás Maduro de crear una relación corporativa con la FAN, con Rodríguez Cabello, Pinto Blanco, Benavides Torres, Suárez Chourio. Es una manera de corporativizar no tanto a la FAN, sino la relación con ella”, explica Ricardo Sucre Heredia.
Abunda en el tema diciendo que con ese grupo la FAN va a contar con unos interlocutores privilegiados en el Parlamento. “Le das una representación indirecta a la FAN, a los miembros del Alto Mando. Hay una lógica del chavismo en cuanto a lo que pueden ser áreas de influencia dentro de los sectores, por lo que no me extrañaría que Suárez Chourio y Rodríguez Cabello sean candidatos, es como irlos preparando para esos relevos”.
Sistema militar
Daniel Varnagy recuerda que la Constitución de 1999 establece la figura del militar con beligerancia política, a diferencia de la de 1961, en la que estaba taxativamente prohibida la participación de un militar en política, pero que fue luego de los eventos de inicios de la década del 2000 (paro petrolero, golpe de Estado) que Hugo Chávez buscó sacar del medio a civiles en los que tenía muy poca confianza interpersonal e incorporar a la actividad política militares activos en los que tenía confianza.
“En mi opinión se trata de un sistema militar con algunos rostros civiles. No me sorprende (las candidaturas), ciertamente se trata de una predominancia cada vez mayor de tomas de decisiones militares”, expresó.
Coincide con Sucre Heredia en que el sistema político es corporativo. “El estamento militar es el dueño de todo lo que son áreas de producción nacional. La mayor parte de las áreas están de una manera directa o indirectamente vinculada con el estamento militar, no como civiles, sino en su rol de militar”.
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Resaltó que, en la antigua Yugoslavia, el sistema estuvo corporativizado militarmente hasta la caída del dictador Tito, quien incorporó a los militares a las áreas de producción y el sistema se manejaba como una corporación y, al comenzar a desmembrarse Yugoslavia, el proceso de regreso a manos privadas de lo que estaba bajo control militar fue muy doloroso.
“En Venezuela coexiste lo público y lo privado, muchas empresas que se han estatizado tienen vínculos con privadas y se crean consorcios. Pero, aunque pudieran estar en manos de un civil, la mano que está detrás es la de un militar”, señaló Varnagy.
Desconfianza
Ricardo Sucre Heredia hace énfasis en que sería mejor, en teoría que los políticos hicieran carrera localmente, luego regionalmente y finalmente pasaran a la arena nacional. Considera que habría un Parlamento de mayor calidad, con un nivel de discusión, y recuerda que anteriormente políticos como Enrique Mendoza, Henrique Salas Römer, Oswaldo Álvarez Paz, Antonio Ledezma, Claudio Fermín y Leopoldo López hicieron carrera de esa manera, pero actualmente la discusión política se ha erosionado y esto ha hecho surgir a los llamados “outsiders”.
Por su parte, Daniel Varnagy hace hincapié en la desconexión de la dirigencia del chavismo con la base social del país. “El país se convirtió en un sistema basado en la desconfianza, interpersonal y hacia la sociedad civil. Sabe que es un sistema que no cuenta con el apoyo mayoritario de la sociedad, sino de un grupo minoritario que por prebendas respalda un sistema que no tiene asidero en la voluntad popular”, concluyó.
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