Las incógnitas en la convocatoria de consulta popular aprobada por la Asamblea Nacional
El proceso de votación para la consulta popular trae un hecho inédito: el uso de la vía electrónica, correo convencional, presencial, itinerante y cualquier otro mecanismo que la tecnología permita
La Asamblea Nacional venezolana aprobó este jueves un acuerdo para promover la consulta popular impulsada por el Gobierno interino de Juan Guaidó. No hay sorpresas sobre este particular, debido a que desde el Poder Legislativo se busca la realización de «elecciones libres justas y verificables».
En la votación para el acuerdo también hubo sus reveses. El diputado Omar González, quien es uno de los que integra la llamada Fracción 16 de julio —conformada por 13 parlamentarios— informó que por consenso se votó en contra del acuerdo.
La oposición inicia con este movimiento la activación del último punto en la hoja de ruta planteada hace varias semanas por Guaidó, en la que también se hablaba de la firma de un pacto unitario, así como de varios acuerdos con la comunidad internacional que marcaran más presión a Nicolás Maduro.
Las incógnitas que rodean a la consulta popular
Al leer el acuerdo, en la práctica quedan incógnitas sin responder en relación con el modo de abordar la consulta en general. Cuando restan poco más de dos meses para que el chavismo active su maquinaria y participe en unos comicios tachados de fraudulentos a nivel mundial, para este plebiscito aún no se anuncia la fecha.
En primer lugar, el documento emanado por el Parlamento hace alusión a siete comités que se encargarán de la logística y las normas que deben seguir para que se lleve a cabo el evento. Entre los principios que se aluden para ejecutar la consulta popular figura el proceso de votación, cuestionado por realizarse en medio de la pandemia provocada por la COVID-19.
También se esgrimen varios puntos que anteriormente no figuraban en otros procesos electorales, entre ellos lo siguiente: «La consulta podrá celebrarse en uno o varios días sucesivos, de acuerdo a las circunstancias de servicios, razones técnicas y seguridad que así lo ameriten», a diferencia del evento realizado el 16 de julio de 2017, que ocurrió el mismo día.
De la misma forma, se hace una invitación a la ciudadanía que se encuentra en el exilio a soportar y darle validez a este proceso, que ahora tendrá diversas plataformas para que el votante pueda expresarse.
Dentro de los métodos para sufragar en la consulta popular se habla de algo inédito: el uso de la vía electrónica, correo convencional, presencial, itinerante y cualquier otro mecanismo que la tecnología permita.
En ese sentido, se alude la activación de mecanismos para que el voto sea personal, único, exclusivo, confiable, secreto, universal y directo.
Tópicos como la movilización, la financiación —ya abordada en otras entrevistas— y la logística en general no fueron reflejados en el acuerdo. Anteriormente, Guaidó aseveró que «tendremos que buscar apoyo (financiero) para poder ejecutar (la consulta) y que se exprese el pueblo de Venezuela”, al igual que 2017.
Las preguntas de la consulta popular del 2020
Este jueves también se revelaron las preguntas que tendrá la consulta popular para los venezolanos. Tras la firma del pacto unitario hecha el pasado 7 de septiembre, que contó con la participación de 37 partidos opositores, Guaidó había ofrecido detalles sobre la consulta popular.
El también presidente de la Asamblea Nacional explicó que la consulta involucraría tres temas esenciales: la “atención a la emergencia” por la que atraviesa el país, las “posibilidades de transición” y lograr elecciones parlamentarias “libres, justas y verificables”.
Las preguntas planteadas y aprobadas por el Parlamento fueron las siguientes:
1. ¿Apoya usted todos los mecanismos de presión nacional e internacional para que en el marco de la Constitución se realicen elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables, se ponga fin al régimen usurpador de Nicolás Maduro Moros, se salvaguarde al pueblo de Venezuela de la crisis humanitaria, la migración forzosa y los crímenes de lesa humanidad y así se garanticen la paz, el bienestar y el progreso de los venezolanos?
2. ¿Rechaza usted el evento convocado por la dictadura de Nicolás Maduro Moros para el 6D, o para cualquier otra fecha, mientras no existan condiciones para elecciones libres, justas y verificables y solicita a la comunidad internacional el desconocimiento de sus resultados?
Estas preguntas que se dieron a conocer no distan mucho a las realizadas por el Parlamento venezolano, de mayoría opositora, en 2017, cuando se aprobó la convocatoria a un referendo el 16 de julio y se le solicitó a los venezolanos que manifestaran su rechazo o apoyo a la Constituyente de Nicolás Maduro.
Una observación que fue hecha en múltiples ocasiones por la dirigente María Corina Machado, quien se pronunció previo a la aprobación del acuerdo y rechazó estas «farsas electoreras y mecanismos que le den tiempo por consultas débiles (para) que permanezca o extienda a la tiranía en el poder».
Machado se desmarcó de la propuesta de Guaidó tras una reunión que sostenida en agosto. En aquella oportunidad la dirigente nacional argumentó su proceder al indicar que: “sería un engaño pretender volver a consultar lo ya consultado para colar la prolongación de tu condición de presidente interino de manera indefinida. No es sano, ni es ético y no lo acompañaríamos”.
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